Chilpancingo, Guerrero, 15 de octubre de 2014. Con rostros visiblemente cansados, familiares de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos marcharon y asistieron a una misa que se ofició en honor a los seis civiles ejecutados y los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos por la policía de Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre.
Encabezada por la banda de guerra de la Escuela Normal de Ayotzinapa, la marcha salió de la alameda Granados Maldonado al filo de las 17:00 horas. Con veladoras y flores blancas en mano, y con una manta con la leyenda Nuestros hijos no se venden, exigimos que los devuelvan con vida, familiares y normalistas marcharon en silencio por la avenida Benito Juárez, para tomar la calle Cristóbal Colón e introducirse al zócalo de Chilpancingo con dirección a la iglesia de la Asunción.
Tras esperar unos minutos, entraron a la iglesia en donde fueron colocadas las veladoras y flores para posteriormente oficiarse una misa. Con lágrimas en los ojos de algunos familiares, la misa se desarrolló en un ambiente de esperanza y cansancio a la vez. Pacientes, los presentes escucharon las palabras el párroco Benito Cuenca Mayo, quien pidió en oración el regreso con vida de los estudiantes normalistas, además por el eterno descanso de los estudiantes asesinados y por los que perdieron la vida en los hechos de violencia ocurridos en Iguala.
Proveniente de Huamantla, Tlaxcala, Ilda Hernández Rivera, madre de César Manuel Gonzáles Hernández, dijo en referencia al anuncio que hiciera el procurador general de la república, Jesús Murillo Karam, de que los 28 cuerpos encontrados en fosas clandestinas no corresponden a los normalistas, que ellos desde siempre supieron que no eran los estudiantes, ya que el gobierno, dijo, quiso usar el caso como un distractor. Los familiares, siguen en la búsqueda y exigencia de la presentación con vida de los jóvenes. Dijo que no pierden las esperanzas y que lo único que piden es que les regresen con vida a sus hijos.