Nueva York, 29 de febrero. Decenas de policías establecieron un perímetro de seguridad
y colocaron equipos de uniformados frente a cada entrada para proteger el masivo rascacielos sede del Bank of America, en la esquina de la Sexta Avenida y Calle 42, en pleno centro de Nueva York, mientras motocicletas, motonetas, camionetas y patrullas vigilaban cada acceso.
Obviamente, esta poderosa empresa financiera nacional enfrentaba una grave amenaza, a juzgar por el nivel de protección oficial. Y ahí estaba el peligro: un grupo de jóvenes desarmados encabezado por payasos y mimos.
Como suele suceder, pareciera que las autoridades y los ejecutivos cooperaron con Ocupa Wall Street para crear justo la imagen deseada por los activistas: el Estado defendiendo al gran capital contra gente que demanda justicia económica
y democracia
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Esta fue una de ls múltiples acciones en decenas de ciudades de Estados Unidos (los organizadores afirman que en más de 70) convocadas por el movimiento Ocupa este día, para denunciar la avaricia empresarial y los nexos entre las grandes firmas y los legisladores estatales y nacionales para promover leyes en su favor y a espaldas del pueblo.
En Nueva York, las acciones comenzaron por la mañana con una marcha a la sede mundial de la farmacéutica Pfizer, que igualmente fue resguardada por brigadas de policías y barricadas en la Calle 42. Cuando la policía dejó desprotegido por un momento un lado del edificio, un contingente de trabajadores del sector salud que se hace llamar doctores por el 99 por ciento
logró colocarse a la entrada del enorme edificio.
Poco después, con la policía –a pie, en motonetas y patrullas– siguiendo a no más de 100 manifestantes por las calles del centro, apareció de pronto una cama en el cruce de la Calle 42 y Madison, con unos globos y con el mensaje: ¿con quién te acuestas?
, dirigido a los políticos que trabajan en favor de las empresas. También hubo intentos para entrar a sucursales del Bank of America (los empleados corrieron a cerrar las puertas) y los activistas lograron colocar una manta sobre el puente arriba de Grand Central Station y retar al poder
con humor. Por ejemplo, un par de mimos se acercaban a policías e imitaban cada uno de sus movimientos y otros se vistieron de ricos y gritaban: ¡apártense y dejen pasar, somos del 1 por ciento!
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Esta mañana, los manifestantes realizaron un foro en el parque Bryant con Matt Taibbi, el excelente columnista político de Rolling Stone, quien se ha vuelto una referencia para muchos de los simpatizantes de Ocupa por su talento en explicar con palabras comprensibles las complejidades financieras, revelando las prácticas ilegales de las empresas.
En otras ciudades se realizaban todo tipo de acciones con el mismo enfoque, según organizadores. En Washington, DC, la multinacional Monsanto se vio obligada a proteger todos los accesos a su edificio, mientras más de 10 activistas fueron arrestados afuera. Poco después, las oficinas de la misma empresa en Austin, Texas, fueron escenario de un mitin para desalojar Monsanto
. En la Universidad de California en Davis, activistas lograron cerrar una sucursal de US Bank, mientras en el sur de ese estado hubo intentos de obstaculizar operaciones en por lo menos tres centros de distribución y almacenamiento de Walmart.
En Portland, Oregon, de donde se originó el llamado de un día nacional para clausurar las empresas
, se registró una amplia presencia policiaca durante la marcha de un par de miles. También se reportaron manifestaciones en Las Vegas (donde se logró interrumpir las operaciones de un Walmart), Nevada; Gainesville, Florida; Minneapolis, Minnesota, y en Phoenix, Arizona, entre otros lugares.
¿Dónde están?
“Es invierno…. estamos conspirando”, es una de las respuestas repetidas ante la incesante pregunta –y afirmación optimista de sus detractores– sobre si Ocupa se ha desvanecido. Aunque las recientes acciones no han sido de grandes dimensiones, cuadros de Ocupa no han dejado de trabajar y desarrollar iniciativas por todo el país. Y todos prometen –y no se sabe aún si es sólo una afirmación optimista de sus simpatizantes– que al llegar la primavera estaremos en todas partes
. Varios participantes reconocen que con los desalojos de los campamentos y con los vientos invernales, Ocupa parece estar menos presente. Pero como uno aseguró a La Jornada, esto es demasiado importante como para esfumarse
.
Ayer en Nueva York, la actriz Susan Sarandon, el cantante Peter Yarrow (del legendario trío de folk de los sesenta Peter, Paul and Mary) se sumaron a un acto y marcha para denunciar la represión contra el movimiento Ocupa y en defensa del derecho a la protesta. Noam Chomsky envió un mensaje grabado al mitin. Horas más tarde, ya en la madrugada, se reportó que la policía arrestó a un par de activistas. Hoy también se habló de algunos arrestos de ocupas, aquí y en varias ciudades más.
Aunque durante las últimas semanas algunos han expresado –incluso simpatizantes– que el movimiento tal vez no podrá retomar el papel que tuvo en el otoño y que se está debilitando al naufragar entre disputas sobre cómo proceder, aparentemente las autoridades aún consideran que Ocupa representa una amenaza de tal dimensión que amerita el despliegue de números extraordinarios de policías y equipo, además del monitoreo constante de fuerzas de seguridad locales y federales para asegurar el orden
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