Diosas y poetas de Nuestramérica
Segunda parte
Y sobre esta relación con la lengua quiero hablar de poetas en lenguas originarias de Mesoamérica, de algunas grandes poetas en diferentes lenguas, no en las 68 lenguas y en las 364 variantes que se hablan en México, y en algunas de estas lenguas como el ñuu savi, el chol, el tsotsil como el binnigulzá… Estas poetas nos hablan de mujeres poderosas, de mujeres que poco a poco van recuperando la niña que fueran, la que fue maltratada, la que después tuvo que esconder bajo su falda sus tesoros para que no se los robaran, después fue la vieja a la cual se le teme… y recuperan a estas mujeres como figuras divinas.
Quiero introducir los versos en lengua ore, variante de la zona alta del grupo lingüístico zoque, de la poeta ore’yomo Mikeas Sánchez. Es una de las grandes poetas mexicanas y creo que hace una historia de las mujeres y nombra todas las condiciones por las cuales pasamos las mujeres y finalmente nos reconoce en nuestra parte divina, somos diosas de piedra y de carne y hueso que cargamos con una historia de diferencia.
Muchos de los libros de donde que voy a citar la poesía son de Pluralia Ediciones que tiene una excelente colección de poesía escrita en lenguas originarias de México. Pluralia hace un esfuerzo en cada libro, tiene un disco con la poesía leída en voz de las poetas en su lengua.
En Mojk’jäkä / Mokaya (Pluralia Ediciones, 2013), Mikeas Sánchez enumera los poemas como si fueran pasos que avanzan uno tras otro.
UNO
Niña
tu padre prefirió niño
porque no sabía que con tu canto de alondra
renacería el poder de los ore’pät
la voz antigua de las ore’yomo
Niña no deseada
aquella que sacude el viento mientras sueña
nkiae espíritu ave
xkiae espíritu tormenta
Niña parida con miedo
aquella que se esconde bajo el manto de su madre
mientras los duendes pasan despacio
sin prisa
Niña pies descalzos
aquella que corre entre las zarzas
y no hay dolor que se le resista
Niña nacida en tiempo de lluvia
tu nahual es un cangrejo
A este paso uno, sigue la muchacha del dos.
DOS
Muchacha
flor de mayo
capullo
resplandor
vientre en plenilunio
Muchacha que escondes bajo tu falda
los secretos más exquisitos
Muchacha que lloras
porque desconoces tu origen
Diosa milenaria
muchacha
ven a cantar conmigo
ven a olvidar esto que nos hiere
esta espinita que se nos encarna
ven hermana mía
ven a maldecir conmigo
a todos aquellos que escupieron sobre nuestro origen
Hay una fuerza telúrica en esta poesía zoque en la que Mikeas Sánchez nombra a las mujeres y las nombra divinas. Si la niña que nace no deseada es, sin embargo, la que hace renacer la lengua y con la lengua el mundo que la lengua significa, la muchacha es una diosa capaz de maldecir a quien hizo daño a las mujeres y al pueblo de las mujeres.
El paso tres es la anciana.
TRES
Abuela
Oko’chuwe
anciana temible
mujer
antigua
conocedora del bien y del mal
Madre
del placer y del dolor
Diosa renegada
poderosa deidad que apagas el fuego y enciendes las estrellas
abuela
la más cantora
la más danzante
la más
tambora
Virgen del inframundo
dueña de
los animales pequeños
protectora de las bestias
feroces
madre de las plantas
hermana
de los peces
acuérdate de mí
cuando llegue a tu casa
Esta abuela, tercera mujer temible, porque sabe del peligro -pero que lo conoce de otra manera, en contraste con quien sabe del peligro y quiere aprovecharse de la ignorancia para poder dominar-. Esta abuela terrible es también divina y tiene los nombres de las diosas más antiguas, es abuela, pero es virgen, y esta es una característica de las diosas más antiguas. Son doncellas, guerreras, madres, vírgenes, todo al mismo tiempo, no subsecuentemente como en la vida. Entre las diosas, eres un día madre, un día virgen, y un día guerrera y el mismo día eres la representante de la bondad y la defensora de la paz.
Y termino con el paso doce de estos poemas de Mikeas Sánchez.
DOCE
No quiero que nadie más me nombre
que nadie me llame Kopajktzoka
o Helena o Clitemnestra
o Lesbia o Piogbachuwe
que nadie más diga
si le gustan mis caderas
o el tamaño de mis pechos
porque mi alma es inmortal
lo mismo que la ceiba y los volcanes
lo mismo que la soledad y el silencio
y mi eternidad no tiene medida
como no tienen medida el abismo y la muerte
Este identificarse con las partes más totales de la vida hace de la poesía de Mikeas Sánchez no solo una gran poesía que todas podemos llegar a sentir y a reconocer como tal, sino también un nexo muy claro entre mitología y poesía. El otro nexo fundamental para entender cómo se construye el pensamiento de los diferentes pueblos, cómo se construye lo que Wilhelm Dilthey llama una Weltanschauung, una cosmovisión, es con la filosofía, es el nexo de la lengua con la que nosotros nombramos el mundo y nombramos el mundo también a través de cómo narramos y de cómo contamos. De ahí que en la mayoría absoluta de los poemas de los pueblos, que hoy son pocos, pero hace un siglo había un poquito más, no se habían sometido al sistema agrícola y que todavía eran pueblos de cacería y recolección, en esos poemas la vinculación con la madre tierra es una vinculación por la cual no podemos violentar ni violentarla, ni siquiera con los trabajos de siembra y cosecha. El poema más claro de esto es de un poeta hombre sokulk -del oeste entre Estados Unidos y Canadá- que escribe en la última década del siglo XIX que se llamaba Smohalla y donde hace hablar a la madre naturaleza que dice: “Mis hijos jamás trabajarán”, porque el trabajo es algo que no pertenece a la vida humana, es una humillación, una fatiga entre los pueblos de cacería y recolección. Pero, entre los pueblos agrícolas y en México donde la mayoría son agrícolas, encontramos una mitología que sirve para someter al trabajo a los hombres y a las mujeres. Esta sumisión al trabajo está muy presente en la narrativa; en contraste, hay una rebelión frente al trabajo en la poesía, sobre todo, en la poesía más reciente.
Francesca Gargallo Celentani
Escritora de las más diversas disciplinas que considera la poesía la madre de todos los saberes. Ha estudiado filosofía y estudios latinoamericanos y es una activista feminista que acompaña a diversos procesos de mujeres, admirando siempre su variedad.
Te felicito, escribes muy bien y con un aceptable grado de claridad. Sin embargo, deseo llamar tu atención, con el respeto y humildad debidos, al hecho de que deberías revisar con mayor cuidado tu texto final antes de publicarlo, ya que en este trabajo existen varios puntos con errores gramaticales que deberían ser fáciles de editar en una exhaustiva revisión final. Mil gracias.
No te claves, José!
Nadie te pidió ser revisor de texto, abstente de hacer comentarios que no aportan nada. Se te notan los complejos, «con toda humildad» te lo digo. Es fácil no comentar a lo tonto. Por otro lado, muy hermosos los poemas de Mikeas.