México, DF. “A nosotros ya no nos representa ningún sindicato; los desconocimos. Ahora son las bases magisteriales las que tomamos las decisiones y eso es un gran avance”, manifiesta una profesora veracruzana de preescolar a Desinformémonos en el plantón que la disidencia magisterial mantiene en la capital de México en contra de la reforma educativa. No son integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la corriente que aglutina a las secciones de Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Guerrero –disidentes del sindicato oficial y ubicadas en cuatro estados que están dentro de los seis más pobres de México-, pero junto a ellos llevan ésta, su primera protesta, “y pues nos invitamos a sumarnos a este lucha”.

Las secciones de la Coordinadora iniciaron un plantón en el Zócalo capitalino el 19 de agosto, en protesta contra la legislación que reglamenta la reforma educativa –que, denuncian repetidamente, es en realidad laboral y privatizadora. En los primeros días de septiembre, y de forma sorpresiva para propios y ajenos, se unieron a la oposición grupos de profesores prácticamente a lo largo y ancho de la geografía nacional: de Chihuahua a Quintana Roo y, como dice la propia consigna de la CNTE, de Chiapas a Sonora.

Las acciones magisteriales de protesta contra la reforma educativa se mantienen, a principios de octubre, en 26 estados de México y comprenden plantones, brigadeos, “liberación” de casetas y toma de carreteras; además, se mantienen paros de labores en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Veracruz. Aunque “la represión está fuerte”, reconoce un profesor de la sección 10, perteneciente  al Distrito Federal, los disidentes buscan la forma de sortearla: negociaciones estatales para no perder sueldo, faltar solamente dos días –pues tres por mes ya ameritan despido con la nueva ley- y apoyarse en padres de familia.

Es Veracruz el estado que no pertenece a la CNTE que tiene las protestas más fuertes: hay paro en prácticamente la totalidad de las escuelas, extremo que el gobernador Javier Duarte intentó negar “pero ya tuvo que reconocer; eso es otro gran avance. Además, según él, vendrá al DF a ver lo de la reforma porque ya vio que el problema es estatal, no de unos cuantos, como dijo al principio”, sostiene la maestra.

¿Qué fue lo que lanzó a las calles a profesores que nunca habían protestado? “La realidad”, establece la profesora, que habla animadamente y asegura que preferiría estar dando clases en vez de acampar en el Monumento a la Revolución, “estar tranquila y con mi horario, pero pues esta lucha beneficiará a todos y nos aventamos”. En Veracruz hay al menos 18 sindicatos distintos para los maestros, “y en general es difícil convivir y hablarnos entre todos”, pero la reforma los unió. “Vimos que nuestros representantes sindicales aceptaron y nos cansamos de que nos dieran atole con el dedo. Nos juntamos todos y los desconocimos”, relata.

La profesora de jardín de niños informa que en Veracruz, las escuelas presentan gran rezago de infraestructura y la población está en pobreza (es una de las diez entidades más pobres de México). “¿Por qué entonces empiezan por evaluar a los docentes, que somos quienes nos preocupamos por sacar adelante la educación, por construir aulas, por los niños? Esas son las verdaderas necesidades. A nosotros nos exigen sin darnos las herramientas”, cuestiona. “¿Y cómo va a rendir igual en un examen un alumno que nada más trae en el estómago una café y unas tortillas, que uno de ciudad, en un examen impuesto?”.

Con la evaluación y las reformas aprobadas “se trata de adelgazar la plantilla de maestros, y que las relaciones laborales pasen a ser simplemente administrativas con el empleador, sea éste un municipio o una empresa”, valoró el profesor Enrique Ávila, en entrevista anterior con Desinformémonos. La intención de esta reforma no es solamente quitar derechos laborales a los profesores, abundó el especialista en educación Hugo Aboites, sino fortalecer un modelo educativo contrario al espíritu del artículo tercero constitucional.

Las necesidades de las escuelas y el deslinde gubernamental de su obligación para con la educación gratuita abonaron a la inconformidad, relata la profesora. “De por sí entre maestros y padres de familia tenemos que solventar necesidades de las escuelas, cuando se supone que hay ‘obligación’ del Estado; y si ahora ya lo ponen en la ley, pues imagínese”, reta.

Otro tema que indignó a los profesores es que una reforma de tal calado la haya dictaminado gente “que no ha tenido nada que ver con la educación. La educación está mal, pero no en sí por los maestros, sino por los programas del gobierno. Imponen, pero no mandan a especialistas a capacitar”, acusa la maestra, originaria de Orizaba, Veracruz.

Uno de los dirigentes del SNTE en Veracruz, que también es diputado, votó a favor de la reforma. “Ahí vimos que no son adecuados para dirigir al sindicato y por eso tomamos la sección 32 (estatal) y la 56 (federal)”. En Veracruz, el gobierno tuvo que cambiar de interlocutor, advierte la profesora. “Ya reconoció al movimiento, independientemente de las siglas. Ya no ve al sindicato como representante, sino a las bases”.

La profesora de Orizaba afirma que su interés en unirse a la oposición es porque así se beneficiarán más personas. “Estar aquí, en el plantón, te afecta en lo anímico porque no estamos acostumbrados, pero sabemos que es por el bien de la sociedad y vamos adelante”.

Los maestros veracruzanos mantienen las movilizaciones. A la plaza Lerdo de Xalapa –de la cual fueron expulsados con violencia el 13 de septiembre- regresaron, y hay plantones en otras ciudades. Es una gran experiencia para gente que no había participado antes en movilizaciones, valora la maestra. “Ahora somos analíticos y críticos. Abrimos los ojos”. La profesora afirma que uno de sus más grandes apoyos son los padres de familia, que en su mayoría los apoyan “aunque siempre hay algunos a los que ponen en contra”.

Un profesor de la sección 22 de Oaxaca, la que mantiene mayor presencia física en las protestas, recuerda que la entrada de su estado a la CNTE se produjo de manera similar. El mentor reconoce que nunca había platicado con profesores de Veracruz, y se muestra curioso sobre la forma en que eligen a sus representantes para las negociaciones que se realizan con la secretaría de Gobernación, si ya desconocieron a sus dirigentes. “Son las bases magisteriales”, insiste la maestra. “Hacemos reuniones, elegimos comisiones, vamos a las negociaciones e informamos a la gente en Veracruz”.

Los profesores en algunos estados, como Hidalgo, no manifiestan su oposición a la reforma porque “tienen miedo”, considera el profesor oaxaqueño, quien trabaja en los Valles Centrales de su estado. “Recuerdo que en 1989 fuimos para allá a hacer brigadeos. Nos dieron permiso de pedir cooperación a los profesores, pero a condición de no hablar. De todas maneras, nos extendimos dando el mensaje, y no permitieron a los profesores preguntar ni opinar”. El mentor dice que un profesor hidalguense se les acercó después y le dijo, si hablamos, nos ponen de patitas en la calle. “No se atreven por miedo y por el control que ejercen el sindicato charro y el Estado”.

En otras entidades los profesores solicitan el apoyo de sus pares de la Coordinadora para realizar brigadas informativas en sus planteles. El profesor de Oaxaca relata que acudió a Anenecuilco, Morelos, cuna de Emiliano Zapata. “Tienen unos mesabancos que son como los que se usaban en mi estado hace veinte años. Uno no piensa que deba estar en tan malas condiciones el pueblo de un prócer de la Revolución”, señala, asombrado. “Yo me imaginaba unas escuelas más equipadas, con tecnología y todo, pero viera hasta cómo está despintada la fachada”. “A la CNTE siempre le echan la culpa de todo y los descalifican, pero son los que nos apoyan y los que saben”, afirma la veracruzana. “Lo hemos visto con nuestros propios ojos”.

En algunos estados ya comenzaron las acciones de los gobiernos contra los profesores que protestan. Los mentores de Oaxaca no reciben sus quincenas, y a los del Distrito Federal se les aplican descuentos. El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, aprovechó para pedir a las autoridades que despidan a los profesores que se unan al paro, “como lo marca la reforma educativa”. Aunque los profesores de Veracruz no recibieron descuentos por acuerdo con el gobernador, “que reconoció nuestro derecho a protestar”, informa la profesora, “estamos preparados” si lo hacen más adelante.

En Oaxaca, se reportó en medios que profesores de la oficialista sección 59 “tomaron” escuelas para reiniciar clases. El maestro de Valles Centrales apunta que él sabe solamente de un caso así, en una comunidad muy priista: “nombraron supervisor al de la 59, él engañó a muchachos que apenas tienen la secundaria para dar clases, bajo la promesa de un pago y una base. La comunidad ya se dio cuenta y ahora está dividida”. En Veracruz, los dirigentes sindicales llamaron a otros profesores a enfrentar a los opositores a la reforma, pero llegaron solamente 30 de todo el estado, informa la maestra de Orizaba.

Para la veracruzana, lo más importante que ha aprendido en el mes de protestas es “unirnos como maestros y con la gente; ahora todos jalamos juntos. También que debemos luchar por nuestros derechos y no decir ¡pues ya ni modo!”.

La profesora considera que el mes de movilización ya les redituó buenos frutos, como el desconocimiento de los líderes y el reconocimiento gubernamental como interlocutores. “A cada rato, del sindicato nos mandan oficios para que regresemos a las clases, pero saben que no lo vamos a hacer”, indica. A los profesores les ofrecieron “negociar en los estados para ‘armonizar’ la ley, pero nosotros lo que queremos es que se venga abajo”, finaliza.

 
Publicado el 07 de octubre de 2013