Tras un duro debate interno, la CUP anticapitalista decidió que sus diez diputados no votarán a favor de la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat. Esto precipitó una serie de hechos que influyen en el rumbo y las posibilidades de una Catalunya independiente de España. La prensa internacional destaca esta decisión como el tema del día, por las hondas consecuencias que puede tener para el proceso independentista.
Artur Mas había sido propuesto por Junts pel Sí, una de las fracciones del movimiento independentista catalán. Sin embargo, la decisión de las CUP anticapitalistas de aliarse con un candidato de centro, de quien se dice que sus políticas no representan a esa sector, originó semanas de debate interno de los militantes y el amplio espectro de organizaciones sociales que tiene asociado.
Por lo pronto, uno de los referentes de la organización anticapitalista, Antonio Baños, renunció a su banca como diputado, argumentando que se ve «incapaz» de defender la decisión tomada.
Los representantes de la CUP sostienen que no cierran la puerta a otros candidatos de Junts pel Sí. La decisión, según informa eldiario.es, fue tomada en la mañana del primer domingo de este año, tras una reunión mantenida por el consejo político de la CUP y el Grupo de Acción Parlamentaria, con 57 representantes de las 13 asambleas territoriales y los 11 representantes de las organizaciones vinculadas a la CUP.
Quienes apoyaban a Mas veían en su candidatura la existencia de “fundamentos para un gobierno transicional en Catalunya”, por medio del cual se conforme la República Catalana y su correspondiente proceso constituyente, un programa social de 270 millones de euros y lo más importante, se de una ruptura con el gobierno central español, según explicó el politólogo alemán Raúl Zelik. Para el académico, con la decisión que finalmente tomó la CUP podría perderse “la oportunidad histórica de romper el régimen posfranquista en su eslabón más débil.”
Lo que sigue ahora, según reporta eldiario.es, es que Junts pel Sí deberá decidir si insiste con mantener al actual presidente de la Generalitat en funciones o espera al 10 de enero, cuando se convocarán elecciones automáticamente si no hay ningún presidente investido, que se realizarían en Marzo.
Foto: M. Minocri / Conferencia de las CUP
