Cherán, Michoacán. 18 de octubre. En esta comunidad de la meseta purhépecha, los habitantes se declaran indignados por la violación a la autonomía y la violencia extrema contra los estudiantes, durante el operativo gubernamental para, oficialmente, recuperar autobuses que los normalistas mantenían retenidos como garantía de un diálogo que no llegó.
Los policías federales ingresaron a Cherán aún conociendo que debe haber un respeto por nuestra autonomía, expresa Salvador Campanur, comunero de la localidad. Los policías persiguieron a los estudiantes por el centro de la comunidad como si fueran secuestradores, relata una cheranense, madre de un normalista de Tiripetío, cuando los delincuentes son los del gobierno, puros rateros y narcotraficantes.
En las calles de Cherán no hay presencia visible de policía oficial; sólo las fuerzas de seguridad de los comuneros mantienen un discreto papel controlando el ingreso al poblado. A unos minutos del centro, la escuela Normal, destrozada, da fe de la violencia del operativo. Los estudiantes permanecen ahí.
Como habitantes o como familiares de normalistas casi todos, en la Normal de Tiripetío-, los comuneros tienen un referente común a la hora de opinar. Uno de ellos afirma: el gobierno trata como delincuentes a los estudiantes y ningunea a la comunidad.
Padres de familia expresaron que mandan a sus hijos a formarse a las normales, que son jóvenes que quieren estudiar y no delincuentes, como los calificaron los policías federales.
Los policías, señalan, golpearon a un comunero que fue a la Normal y a un integrante del Consejo Mayor, amenazaron con armas de fuego a los habitantes que salían de sus casas e incendiaron automóviles. Todavía está en el hospital el comunero herido.
Para los purhépechas de Chéran, que tienen ya más de un año con un gobierno por usos y costumbres legalmente reconocido el Consejo Mayor-, el operativo significa que la palabra empeñada por el gobiernose practica con desprecio y olvido, evalúa Campanur. Enfatiza que la escuela agredida se encuentra en territorio de la comunidad autónoma, y señala que el operativo se dio contra gente pobre, sencilla y honesta, y nuestra lucha está siempre al lado del agredido. Para el comunero, tiene que esclarecerse por qué y cómo vinieron a agredir.
El operativo
Los habitantes coinciden en que escucharon helicópteros alrededor de las 2 de la mañana. Algunos salieron de sus casas a ver de qué se trataba, y otros más se dirigieron a la Normal para tratar de contener la agresión. Cuando la gente en la Normal escuchó metralla, recuerda un comunero que asistió a los hechos, ya no pudo contener más a la policía y comenzó la persecución a los estudiantes, por milpas y por el centro de la localidad. Quienes estaban fuera de sus casas, asistieron a los alumnos que huían.
Los comuneros concuerdan en que el operativo los tomó por sorpresa, aunque los que son padres de normalistas inmediatamente imaginaron que era un desalojo, y después de obtener información se fueron hacia Tiripetío, donde estudian sus hijos.
De por sí estamos asustados, señala un comerciante de Cherán, y esto que hicieron no está bien, cualquiera entiende con palabras. Para otra madre de un estudiante, lo hicieron de noche para que no viéramos y reaccionáramos, pero lo que quieren en realidad es cerrar las normales.
Otro cheranense manifiesta que el gobierno debe dialogar, pues, como dicen los keris (los mayores), tenemos cabeza para pensar, manos para trabajar y boca para hablar, y el gobierno no lo hace. Indica que por eso ellos recuperaron su forma tradicional de gobierno.
Un comunero más piensa que las relaciones con el gobierno se van a enfriar, y señala que urgen las explicaciones. Campanur indica que de por sí no hay confianza plena con el gobierno, aunque se debe agotar el proceso pacífico y de diálogo con él. Reconoce que el gobierno, está en actitud de someter y no respetar verdaderamente la autonomía porque piensa que por ser indios no podemos. Para él, el gobierno se da cuenta del descontento que generó y por eso no se ven hoy a las fuerzas federales.
El Consejo Mayor de Cherán tiene pendiente un diálogo con los normalistas y una reunión interna para definir la postura pública que expresará.
Campanur evalúa este acto violento como una provocación porque saben que puede haber una reacción, y define que la comunidad en este momento esta paciente, pero alerta, reflexionando sobre la decisión que tomará.