Mujeres Transnacionales

Instituto para las Mujeres en la Migración AC

En camino a un Pacto Mundial sobre Migración

Por. Berenice Valdez Rivera, coordinadora de políticas públicas

Twitter: @imumidf

Para nadie es un secreto que la migración ha existido desde hace muchos siglos, que gracias a ella hemos descubierto nuevos territorios; intercambiado costumbres; enriquecido nuestra cultura; pero también nos ha mostrado la cara más cruenta, la de la violación sistemática de los derechos humanos de la personas que migran en condiciones de vulnerabilidad porque dentro de sus países no encuentran las condiciones mínimas para una vida digna. Sin embargo, apenas hace dos años los gobiernos del mundo se cuestionaron la necesidad de un compromiso en pro de una migración regular, segura y ordenada, ¿pero realmente se está colocando en el centro a las personas migrantes?

En septiembre del 2016 la Asamblea General de la Naciones Unidas (ONU) llamó a los Estados de todo el mundo a reunirse ante las realidades desafiantes que viven las personas migrantes y refugiadas, resultando la aprobación de la Declaración para las Personas Migrantes y Refugiadas el 19 de septiembre del 2016 en Nueva York (Declaración de NY), al tiempo que se firmó el acuerdo de cooperación con la Organización Internacional para las Migraciones, integrándose como una agencia relacionada o conexa de la ONU, en la que ambas organizaciones trabajaran por los intereses de las personas migrantes.

La realidad pone de manifiesto que a pesar de contar con Convenciones Internacionales, Comités, agencias especializadas para personas refugiadas, niñez, mujeres, entre muchas otras, las muertes de personas en el tránsito migratorio; las desapariciones de personas migrantes; la detención de niñas y niños por motivos migratorios; las violaciones a sus derechos y exclusiones en el destino; la explotación de trabajadoras y trabajadores migratorios; la falta de oportunidades y condiciones en el origen que no cambian al retorno; la separación familiar por políticas migratorias restrictivas; las responsabilidades que asumen las familias, principalmente las mujeres, en todos los procesos migratorios; y la ausencia de políticas migratorias que coloquen al centro a la población y no a los Estados, siguen siendo una constante y los instrumentos existentes no han podido subsanarlas.

La Declaración de NY pone en el reflector la responsabilidad de los Estados y les convoca a generar dos Pactos Mundiales: uno para la protección de personas refugiadas, a cargo del Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, y otro para una migración segura, ordenada y regular, a cargo de la Representante Especial para la Migración Internacional, Louise Arbour, así como de dos Estados co-facilitadores, México y Suiza.

El proceso de elaboración del Pacto Mundial sobre Migración que ha pasado su primera y segunda fase de consulta, finalizadas en diciembre del 2017, se ha ido gestando en medio de cambios y manifestaciones xenófobas, en algunas partes del mundo, con posiciones duras y poco dispuestas a generar acciones comunes en Naciones Unidas, como la salida de Donald Trump en el cierre de la fase de consulta realizada en Puerto Vallarta, México en diciembre del 2017, o con las reacciones de gobiernos como el de Hungría, quienes amenazan con salirse tras la publicación, el pasado 11 de enero, del reporte “Conseguir que la Migración Funcione para Todas y Todos”.

En este escenario, es fundamental para nosotras poder identificar cómo se incluye el rol de las mujeres en la migración, tanto en la Declaración de NY, como en el proceso de elaboración del Pacto Mundial sobre Migración, pues es imperante ver reflejadas las necesidades de la mitad de la población migrante, las mujeres y las niñas.

Sin embargo, aunque diversas redes de organizaciones e instancias internacionales están colocando la mirada en esta población (mujeres y niñas), lo cierto es que, en lo general, se les sigue mirando como un grupo aislado, “vulnerable”, visibles cuando han sufrido violencia sexual o se encuentran embarazadas, desdibujando su participación en el desarrollo de comunidades de origen y destino; y su rol en la protección de la integridad y seguridad de sus hijas e hijos, ante la falta de capacidad de sus gobiernos. Por lo que como un contrapeso a esta visión, se han generado en diversos espacios, documentos y lineamentos.

La Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU Mujeres) elaboró recomendaciones para abordar los derechos humanos de las mujeres en el Pacto Mundial sobre Migración, y desde diferentes organizaciones regionales y globales integrantes de la Red para las Mujeres en la Migración (WIMN, por sus siglas en inglés) se elaboraron 10 posicionamientos: 1. Pacto Mundial sobre Migración: preocupaciones generales; 2. La agencia de las mujeres; 3. Factores de expulsión; 4. Discriminación racial y xenofobia; 5. Regularización; 6. Criminalización; 7. Trata de personas; 8. Tráfico de personas; 9. Detención y fronteras y; 10. Migración laboral[1]. En Latinoamérica se generaron 17 propuestas para la elaboración del Borrador Cero del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular que fue publicado el 5 de febrero del 2018[2].

Uno de los ejes de análisis que proponen estos documentos, es la interseccionalidad, que identifica los diferentes factores de exclusión que se entrelazan para poder generar políticas y acciones incluyentes, reconociendo que las mujeres experimentan, al mismo tiempo, múltiples identidades y opresiones, por lo que deben ser abordadas de manera integral y no como realidades separadas.

Hoy, tras la publicación del Borrador Cero, y como parte de la tercera fase de negociación del Pacto Mundial sobre Migración, se lleva a cabo en Nueva York la Audiencia Interactiva Informal de Múltiples partes interesadas, dando inicio a la etapa formal de negociaciones entre los Estados miembros de la ONU rumbo a la aprobación del Pacto en la Conferencia Intergubernamental en Marruecos, en diciembre del 2018, donde esperamos y trabajamos por que las necesidades de las mujeres y las niñas migrantes sean incluidas.

[1] http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_2-Womens-Agency1.pdf

http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_3-Push-Factors.pdf

http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_4-Racial-discrimination-xenophobia.pdf

http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_5-Regularisation.pdf

http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_6-Criminalisation-firewalls.pdf

http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_7-Trafficking.pdf

http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_8-Smuggling.pdf

http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_9-Borders-Detention.pdf

http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_10-Labor-migration.pdf

http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_1SP-Pacto-mundial-sobre-migracion.pdf http://womeninmigration.org/wp-content/uploads/2017/06/Berlin-2017_1-General-Concern.pdf

[2] https://refugeesmigrants.un.org/sites/default/files/180205_gcm_zero_draft_final.pdf

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