México, DF. La Zona Autónoma Makhnovtchina (ZAM) es un espacio autónomo que vive y se organiza en la Ciudad de México. Inició en 2009 como la continuación de los que algunos jóvenes hacían desde años atrás en diferentes colectivos punks y autónomos. “Teníamos la necesidad de un espacio para hacer las actividades de nuestros proyectos”, dicen los jóvenes que gestionan la ZAM. “Hace poco más de año y medio unos compas de una imprenta relacionada con el zapatismo nos cedieron este espacio, y desde ese entonces es el lugar de nuestras actividades y proyectos manteniéndolo autónomo dentro de la Ciudad.”
El nombre del lugar es quizás lo que inmediatamente llama más la atención. Explican sus integrantes en este ejercicio de entrevista colectiva, que el acrónimo ZAM es un híbrido entre un texto que les gustó e influenció que se titula T.A.Z. Temporary Autonomous Zone (en español Zona Temporalmente Autónoma), escrito por el anarquista estadounidense Hakim Bey, y el movimiento de la Makhnovtchina. El texto, cuentan, habla de las Zonas Autónomas que aparecen y desaparecen en el mundo creando “huecos” al control del capitalismo, haciendo un espacio libre y de creación en cualquier lugar, y después desaparece para aparecer en otro lado, en otro punto.
Esta vez apareció en la Ciudad de México, afirman con orgullo: “En el nombre también reivindicamos el movimiento de la Makhnovtchina, que fue un movimiento anarquista ucraniano que tenía un ejército de campesinos y obreros llamado Ejercito Negro, una historia muy parecida a la de Emiliano Zapata.” Los miembros del colectivo de la ZAM aclaran que si bien el proyecto fue iniciado en su mayoría por punks, “no sólo ellos trabajan aquí, pues la intención no es hacer un gueto ni nada similar.” La idea es construir un espacio amplio y, por decirlo de alguna manera, “un pequeño mundo donde quepan muchos.” Afirman que sólo tienen como principio “no dar espacio a los partidos políticos ni grupos autoritarios o de tendencias racistas, fascistas, sexistas, homofóbicas o xenófobas”.