• Home
  • Sin categoría
  • Rompimos nuestro propio miedo y temor a muchas cosas, al rechazo, a ser agredidos, a ser señalados: Alma Eréndira Sandoval

Rompimos nuestro propio miedo y temor a muchas cosas, al rechazo, a ser agredidos, a ser señalados: Alma Eréndira Sandoval

Alma Eréndira Sandoval Carrillo

Ciudad de México, 2018

La mesa de la Cineteca Nacional surgió de la inquietud de hacer trabajo político en la colonia Xoco (donde vivo), respondiendo a la necesidad de actuar de manera efectiva a la convocatoria del CIG con su vocera Marichuy para el proceso de recabación de firmas que entendimos desde un principio como pretexto para salir, así que, siendo congruente con esta convocatoria, tocaba salir a organizarnos desde nuestros lugares. No fue fácil enfrentarse a que nuestros vecinos nos vieran abiertamente haciendo trabajo político. Durante el periodo que se mantuvo la mesa de información del Concejo Indigena de Gobierno y la recabación de firmas para su vocera Marichuy, muchos vecinos acudieron a dar su firma de manera solidaria, otros pocos nos evadían y la relación se fracturó.

Rompimos nuestro propio miedo y temor a muchas cosas, miedo al rechazo, miedo a ser agredidos, miedo a ser señalados. La primera vez que nos pusimos en la mesita (sábado 28 de octubre de 2017) hasta temblábamos, no sabíamos bien cómo abordar a las personas a solicitarles su firma. Afortunadamente el primer día que probamos el espacio de la mesita, las personas se acercaron solitas a darnos su firma y todo fluyó.

La enorme alegría de ese primer día regresar a nuestra casa con 20 firmas, firmas que no habíamos logrado ni con amigos ni familiares, nos animó a anunciarla como un espacio fijo, como mesa permanente los días jueves, viernes y sábados en horario de 17:30 a 20:00 (el cual nos extendíamos hasta más de las 21hrs los días que había más gente) y los domingos durante noviembre de 12-15 hrs y a partir de diciembre de 14-18 hrs y más, hasta el 19 de febrero de 2018. Fuimos probando horarios, observamos la dinámica y perfil de los asistentes a la Cineteca Nacional y vecinos de las colonias más cercanas (General Anaya, Acacias, Del Valle y la propia Xoco de la delegación Benito Juárez, Del Carmen en la delegación Coyoacán, Axotla en la Delegación Álvaro Obregón).

Me atrevo a decir que la mesita de la Cineteca Nacional fue la primera mesa de coordinación entre redes de apoyo al CIG, participamos integrantes de la Red Benito Juárez, Álvaro Obregón, Coyoacán, la REDMyCZ, lo cual terminó diluyéndose para conformarse el #TeamCineteca J. Se sumaron esporádicamente auxiliares que no tenían contacto con alguna red de apoyo u organización para que les apoyáramos con asistencia técnica o se sumaron a recabar firmas también.

En todo el periodo nos encontramos con esperanza de un cambio, con dolores, con sonrisas, agradecimientos, con lágrimas de emoción, con niños y niñas queriendo firmar por Marichuy. También nos encontramos con los oscuros más dolorosos de esta sociedad racista tipo: “Ni de loca votaría por ella, mejor por la india Maria”, “De ninguna manera le daría mi voto”. Manifestaciones violentas de simpatizantes pro AMLO que nos veían con mucho enojo y no pocos nos gritaron ofensas de que “dividíamos el voto”, “que López Obrador si va a hacer cosas por los indígenas, que es el único que lo hará, que ahí Marichuy tiene un lugar”, otro tantos que nos cuestionaban que “porque nos dejábamos utilizar para atacar a AMLO”. Un par de estos simpatizantes de AMLO-Morena estuvieron a punto de pegarnos con sus bastones solo porque nos oían invitar a las personas a firmar por Marichuy. Todo esto nos sirvió para ejercitar nuestra tolerancia al máximo, a resistir con nuestro compromiso pues nosotros fuimos la imagen de Marichuy ¿Me explico? No podíamos perder la cordura y responder de la manera tan fea a la que nos trataban.

28342535_2065871473429551_1923310338_o

De la infinidad y diversidad de personas con las que conversamos, de las que le otorgaron su firma a Marichuy hubo un estudiante de 22 o 23 años de edad que me dejó con una profunda tristeza, este joven nos comentó en un tono serio que “Marichuy no había aceptado ir a su escuela”, ante esto le preguntamos que cual era su escuela (fue un sábado previo a la gira universitaria de Marichuy en la Ciudad de México), el chavo respondió “soy del CIDE” dijo orgulloso, dijo que trabajaba con el equipo que liberó a los “injustamente presos del caso Acteal”, a lo cual le pregunté si conocía a la Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal, que si conocía a los sobreviviente de la Masacre del 22 de diciembre de 1997, que si conocía que Lupita Vázquez Luna es Concejala del CIG, que si sabía cuánto dolor habían causado esos autores materiales que su escuela liberó. El joven no pudo responder nada de esto, siguió argumentando que “gracias a lo que había pasado en Acteal se había logrado el derecho humano al debido proceso”, que él “conocía el expediente y que no podía darme datos que eran privados”, que “abogados de los acusadores (sobreviviente de Acteal, anotación mía) habían sido manipulados y estafados por sus abogados”… Es lo más duro que me tocó enfrentar en la mesita, pude afrontarlo con calma sin faltarle al respeto al muchacho, le invité a revisar los sitio oficiales de Las Abejas, del CDH Frayba. Le agradecimos su firma y me retiré un rato a llorar.

Personas muy humildes firmaron con nosotros, no hallábamos que darles, la mayor parte del proceso no tuvimos volantes a colores ni carteles, sentí que nos daban tanto y que no había como agradecerles. Una de estas personas regresó días antes de acabar el proceso para preguntarnos qué cómo estaba Marichuy por su accidente, nos dijo que buscó en periódicos y al no encontrar mucho, decidió ir a visitarnos a la mesita porque nosotros podíamos darle información mas cercana. El señor venía desde Azcapotzalco, le obsequiamos cartelitos y volantes de los lindos (que ya pudimos tener). Se fue muy contento para pegarlos en su casa “para que más personas se enteren y participen”.

Me quedo con un profundo agradecimiento por todo lo aprendido, por haber podido participar de manera activa, con cariño y amor en este proceso histórico que nos permitió encontrarnos con el otro, escuchar su emoción, su hartazgo a la injusticia, que nos impulsó a organizarnos, a imaginar que otro mundo es posible y que depende de nosotros. Profundamente agradecida con mis compañer@s de la mesita donde prevaleció la fraternidad, complicidad, las bromas, los abrazos, los cariños y la comida que nunca faltó y el profundo respeto entre nosotros con nuestro tiempos y modos.

Satisfecha por el deber cumplido, como intenté compartir, hicimos de todo por este compromiso.

El lunes 19 de febrero de 2018 permanecimos hasta las 23:59:59 hrs. No faltamos ningún día de los que anunciamos ni dejamos de cumplir con los horarios en los cuales adquirimos el compromiso de estar.

Gracias al Concejo Indígena de Gobierno por la oportunidad, gracias a la compañera Marichuy por su compromiso. Profundamente conmovida hasta las lágrimas por saber que hicimos todo lo posible por cumplir. Falta lo que falta.

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de Sin categoría  

Una Respuesta a “Rompimos nuestro propio miedo y temor a muchas cosas, al rechazo, a ser agredidos, a ser señalados: Alma Eréndira Sandoval”

  1. Estoy muy conmovida por lo que hicieron estos compañeros que recabaron firmas para Marichuy y también conmocionada porque a veces no nos damos cuenta del daño que hacemos con nuestros actos creyendo que estamos haciendo un bien, como sucedió con el compañerito del Cide. Debemos reflexionar más sobre lo que hacemos, mantenernos informados de fuentes confiables y seguir adelante ¡felicidades compañer@s!

Dejar una Respuesta a ROCIO

Haz clic aquí para cancelar la respuesta.