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“Que sea un espacio de encuentro desde el corazón”: colectivos que recibirán a las zapatistas en Valencia

Colectivos de Valencia

Pensamos en la necesidad de coordinar la gira zapatista y en la creación de un espacio para entrelazar a las diferentes organizaciones, tender puentes entre las diferentes luchas del País Valencià. Es decir, no pensamos que la Xarxa (red) tenga solo el objetivo hacia afuera de unirnos para recibir a las compas zapatistas, sino que también tenemos un deseo hacia dentro que consiste en la necesidad de re-conocernos, fortalecernos y apoyarnos en la diversidad de luchas que acontecen y habitan el País Valencià.

Muchos de los colectivos y personas que formamos parte de la Xarxa nos hemos sentido influenciadas por la lucha zapatista. Hay personas que hemos podido viajar y conocer el territorio zapatista, y por ello esta Xarxa también sirve para el reencuentro con algunas personas que, en otro momento, nos hemos sentido vinculadas a través de la lucha zapatista. Sin duda, una de las grandes revoluciones del zapatismo es que han creado verdaderas redes de personas y luchas que permiten ahora rehacerse y convertirnos en sostén del viaje (no sin nuestras dificultades).

La lucha zapatista, y en particular, la lucha de las mujeres zapatistas es, ahora mismo, un referente para muchas organizaciones feministas. Hay mucha curiosidad por parte de personas que no han ido a Chiapas de conocer y saber cómo se organizan, cómo enfrentan la violencia machista al interior de su organización, por ejemplo. Es cierto que existen diferentes niveles de conocimiento sobre el movimiento zapatista y de ahí, que parte de las actividades previas estén orientadas a recordar la historia del zapatismo y los principales aportes a la lucha política antisistémica.

Nos han regalado una brújula para radiografiar el sistema capitalista, colonial y patriarcal, pero también un ejemplo de cómo construir alternativas desde lo local junto a otros colectivos. El llamado al respeto de las diferencias con su «cada quien su modo, su tiempo y su lugar», nos influye también en el planteamiento de la Xarxa en cuanto a la necesidad de juntarnos desde la diversidad.

La primera reunión entre colectivos fue convocada el viernes 22 de enero de 2021, fue virtual y asistieron alrededor de una cuarentena de organizaciones, colectivos y luchas de Alicante, Valencia y Castellón. Estuvimos presentes colectivos feministas, de defensa del territorio, solidaridad internacionalista, soberanía alimentaria, colectivos migrantes, antirracistas y centros sociales okupados y autogestionados, entre otros.

Una montaña en Alta Mar

Después del comunicado «Una montaña en Alta Mar» del EZLN publicado el 5 de octubre de 2020, desde la Asamblea de Solidaridad con México (Asmex) se hizo un llamamiento a diversos colectivos de abajo a la izquierda del País Valencià con el fin de articularnos y apoyar la propuesta. Esta convocatoria del viaje zapatista supuso para Asmex la oportunidad de dar un paso más allá al trabajo de difusión de las luchas de abajo y a la izquierda de México que se venía realizando, y trazar puentes entre las diferentes luchas que suceden en nuestro territorio con las luchas del territorio mexicano.

Después de esa primera reunión se propuso la creación de una red de coordinación que llamamos en el idioma de nuestro territorio (Valencià) «Xarxa Solidària Gira per la Vida País Valencià«. Además, se conformaron inicialmente tres comisiones de trabajo: agenda, finanzas y comunicación. Estas comisiones autogestionan sus reuniones y después informan en la coordinación general. Estas reuniones donde asistimos todos los colectivos de la Xarxa se realizan aproximadamente cada tres semanas. 

Está prevista la presentación pública de la Xarxa el día 2 de mayo, un día antes de que la primera delegación zapatista salga rumbo a Europa. La idea es que esta presentación pueda celebrarse, de manera dislocada, en diferentes lugares del País Valencià. Tal y como sucede en otros lugares, en el País Valencià las luchas se aglutinan de forma transversal en diferentes ejes frente a los enemigos comunes: el capital, el racismo, el patriarcado y la expansión del cemento en detrimento de la tierra. Gracias a la motivación que ha surgido a raíz de la gira zapatista hemos generado este espacio donde nos encontramos, pretendemos conocernos y aunar fuerzas.

Desde el norte, las compas feministas «Acollida Feminista» de Castelló, pasando por la «Tetera», «Dones en Lluita», «Dones i Prou» o «Mujeres con Voz» en Valencia nos encontramos con colectivos que generan lugares seguros de encuentro, de aprendizaje y de cuidados. Desde las plataformas ecologistas, de la mano con colectivos  de defensa del territorio nos encontramos con «Sos Natura», «Aixada com Eixida- SPG Ecollaures», «Barchel repoblant», la «Asociación Entreiguales València», así como la «Comissió Ciutat-Port» y «Forn de Barraca», colectivos que de forma espontánea frente a la invasión y ecocidio al que nos vemos expuestas diariamente o bien, tras largos años de trabajo conjunto, luchan por mantener la vida y la tierra tal y como la conocíamos hasta ahora, con toda su esencia, sus peculiaridades y virtudes.

Debemos recordar que el País Valencià representa a un pueblo vinculado a la tierra. Ancestralmente, la huerta (la tierra de cultivo como se le conoce aquí) ha sido eje central de la cultura y la forma de vida valenciana. La arquitectura agrícola conformada por las «acequias», una especie de pequeños acueductos que recorren toda la huerta de Valencia, son herencia árabe y han producido procesos como el Tribunal de las Aguas, ejemplo del derecho consuetudinario más antiguo de Europa. La huerta conformó una forma de vida comunitaria con instituciones de trabajo colectivo como el «Tornallom», semejante al tequio de Oaxaca. Esta manera de vivir y entender el mundo empezó a ser destruido a partir de la explosión urbanística de los años 60. La ciudad actual, a pesar de ello, cuenta todavía con un gran espacio de huerta que rodea a la ciudad de Valencia y la convierte en un espacio de vida privilegiado.

El puerto de Valencia, el tercero más importante de España, es un monstruo, una de las cabezas de la hidra capitalista que ha ido comiéndose los accesos a la playa de barrios como Nazaret o La Punta. Ahora, la llamada Ruta de la Seda trazada por China para asegurar la comercialización de sus productos, implica una nueva ampliación del Puerto de Valencia que supondrá una amenaza a la ciudad de Valencia tal y como la conocemos. La Comissió Ciutat-Port está luchando jurídica y políticamente contra este proceso.

Desde la lucha de la soberanía alimentaria se han unido colectivos como Margalló, la Plataforma Sobirania Alimentaria o Tornallom.  Los movimientos internacionalistas son representados con colectivos Perifèries,  CEDSALA, la Fundación Pau i Solidaritat, el Moviment per la pau de la Marina Alta, Entrepobles PV, la Asociación Jaima Verde, el Comité de Solidaridad con el Kurdistan y AzadÎ Jin PV, Asmex, Obrim fronteres y el  BDS País Valencià. Entidades que tienen proyectos y unen esfuerzos en iniciativas como son las campañas de #RegularizacionYa (campaña a favor de la regularización administrativa de personas migrantes, surgida durante la pandemia) o la Coordinadora 12 de Octubre Nada que Celebrar, frente al odio y la violencia estructural, etnocentrista y sistémica que se plantean en la actualidad. Luchas antirracistas, anticapitalistas y antifascistas, como las compañeras de Acció Antifeixista València.

La lucha de clases viene respaldada con sindicatos que velan por el derecho de las trabajadoras, frente a la precariedad y la temporalidad del capitalismo más extremo al que estamos expuestas, y allí encontramos a las compañeras de la CGT-PV, la CNT València, COS Horta, la Intersindical Valenciana y la CGT Castelló y Alacant. Entidades todas ellas, como las anteriores, que encuentran sus altavoces en medios libres, medios que tratan de combatir el sesgo que los grandes medios venden, y que pese a la poca o escasa financiación se las arreglan para emitir y transmitir la voz de las muchas que no son escuchadas. Hablamos de Ràdio Klara, Ràdio Malva y de la Revista Soberanía Alimentaria.

Los centros sociales donde estas entidades, colectivos y asambleas realizamos los encuentros y las actividades son el CSOA L’Horta en Benimaclet o La Verdulería y el Casal Popular de Castelló. Lugares generadores de tejido social, lugar de encuentro, aprendizaje y reconocimiento. Lugares que nos dan la oportunidad de sentirnos acompañadas, juntas y unidas. L’Horta se ha convertido en un referente de la defensa del territorio frente a proyectos urbanísticos y ha demostrado que bajo el asfalto está la huerta. Reconvirtiendo tierras baldías y huertos colectivos. Por otro lado, asociaciones vecinales como l’Espai Veinal Cabanyal o la Asociación vecinal de la Malva-rosa, luchan por el derecho a la vivienda, para hacer frente a las políticas expansionistas que generan los procesos gentrificadores y turistificadores que especulan con el territorio y la vida de las personas, y que muchas veces, llegan a espacios donde las instituciones públicas no lo hacen y que en situaciones como la actual, de pandemia y aislamiento, dan la oportunidad a las vecinas y vecinos de los barrios a sentirse acompañadas. 

Y sin olvidar que una de las fuentes más poderosas de transformación social es la cultura, las compañeras de Ca Revolta, El Punt, Tenderete València y Jóvenes Parke realizan una función integradora, dando la oportunidad a toda aquella que se acerque al espacio de aprender y alimentarse de cultura crítica.

Organizarse en pandemia

La pandemia ha agudizado situaciones de precariedad y pobreza en varios sectores de la población, principalmente los más vulnerables. En particular el de las personas migrantes en situación de irregularidad administrativa. Este hecho generó una campaña a nivel estatal por la regularización de las personas migrantes, #RegularizaciónYa. 

La emergencia sanitaria ha afectado especialmente a muchos sectores en los cuales se realiza el trabajo sin contrato: cuidados de personar mayores, cuidados de menores, limpieza, etc. Estas trabajadoras, al no estar dadas de alta en la Seguridad Social, no han podido acceder a ningún tipo de ayuda económica por no poderse acoger a los expedientes de regulación temporales de empleo, esto provocó que miles de familias se quedaran sin ningún ingreso de un día para otro. Muchas estudiantes no pudieron acceder a las clases en línea al no disponer en sus hogares de conexión a internet ni de equipamiento informático.

Las cifras de violencia de género han sufrido un aumento significativo: muchas mujeres se han visto obligadas a convivir 24 horas al día con sus maltratadores durante los meses que ha durado el confinamiento.

Las medidas tomadas por el gobierno han sido escasas y totalmente insuficientes, pero en gran parte de los barrios y pueblos se pusieron en marcha redes vecinales de apoyo, bancos de alimentos o campañas para frenar los desahucios. 

Aunque las realidades que vivimos son totalmente distintas, las personas de los colectivos implicados pensamos que formamos parte de esa gente situada «abajo a la izquierda»: las expulsadas, las gentes del Sur, las invisibles, las que sufren de manera sistemática la discriminación, la destrucción y la opresión causada por el capitalismo, el patriarcado y el individualismo imperante.

Las y los zapatistas nos han compartido la capacidad de imaginar nuevos propósitos y llevarlos a cabo, ya que han podido hacer realidad los proyectos comunes, superando la individualidad y consiguiendo sostener en el tiempo los proyectos. Su capacidad de adaptarse y reinventarse según las circunstancias y las necesidades que plantea su propio camino.

Desde la Xarxa estamos abiertas a todo lo que ocurra y preferimos no generarnos expectativas. Según abran posibilidades las trabajaremos. En estos momentos no sabemos fechas ni lugares concretos, por lo que estamos centradas en organizar acciones que puedan llevarse a cabo en cualquier fecha. Algo interesante es el proceso que ha iniciado de conocimiento y auto-organización entre los diferentes colectivos y luchas.

Por eso, al margen de que vengan o no las compas al País Valencià, queremos organizar un ENCUENTRO DE LUCHAS que permita afianzarnos, conocernos en profundidad y poder dar una respuesta común a todo lo que sucede en nuestro territorio. Deseamos que el viaje zapatista pueda también romper el «shock» que ha impuesto la pandemia y que sacuda las mentes y corazones de la Europa de abajo.

Las primeras reuniones de la Xarxa se centraron en presentar la propuesta del EZLN y extenderla al máximo de colectivos y organizaciones, además de abordar cómo coordinarnos internamente. En estos momentos, las tres comisiones trabajan en lo siguiente:

– La obtención de fondos económicos que permitan llevar a cabo las acciones tanto a nivel europeo, como estatal y territorial. Para ello se ha puesto en marcha la venta de la edición especial del Café Rebeldía y del juego zapatista y, en breve, dispondremos también de camisetas, bolsas, chapas y otros materiales para los que estamos solicitando la colaboración de artistas locales para su diseño y elaboración. Se está valorando la posibilidad de realizar conciertos virtuales, crowfunding y lanzamientos de bonos de colaboración.

– La presentación pública de la Xarxa que se realizará el próximo 2 de mayo y que pretendemos pueda realizarse de forma simultánea en varios puntos de nuestro territorio. Paralelamente, estamos trabajando en acciones más concretas si finalmente llegan a nuestro territorio: encuentro de luchas, charlas, elaboración de murales y visitas a los diferentes puntos de nuestra geografía en donde suceden las diferentes luchas.

– La creación de herramientas de comunicación interna y de difusión externa a través de redes sociales, ya tenemos un logo.

Pese a la situación de pandemia y de restricciones que estamos viviendo, tanto la propuesta de viaje de las compas como la de creación de un espacio para coordinarnos y recibirlas se ha asumido con entusiasmo y con el convencimiento de que seremos capaces de aprovechar esta oportunidad y de llevar a cabo las diferentes acciones. En nuestra Xarxa nos estamos coordinando personas de diferentes generaciones y rangos de edad, por lo que estamos convencidas que seremos capaces de adaptarnos a lo que suceda.

Esperamos poder recibirlas con el mismo amor y cuidado con el que ellas nos recibieron durante el Encuentro de Mujeres que Luchan en 2018. Para quienes hemos crecido con el zapatismo, sentimos la responsabilidad de devolver algo de tanto que nos han regalado en estos 27 años de existencia. Sin duda, para quienes hemos viajado y participado en Encuentros organizados por lxs compas, sentimos la responsabilidad de que puedan sentirse bien en nuestra tierra. Que sea un espacio de encuentro desde el corazón y que puedan también preguntarnos tantas y tantas cosas sobre cómo vivimos y luchamos, tal y como lo hacemos cuando nosotras vamos para allá.

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