Padres de la Guardería ABC, cimbrando la conciencia del país

Daniel Gershenson Foto: Ligia García

México, Distrito Federal. Pasaron ya cuatro años de la tragedia de la guardería ABC, un suceso que mostró sin ambages que los derechos de los niños apenas son una aspiración en México. En este aniversario abundaron noticias -algunas esperanzadoras- sobre el grado de conciencia que existe ya en nuestro país sobre el particular, y las inaplazables reformas que se requieren para evitar que catástrofes evitables como ésta vuelvan a suceder. También hubo conmemoraciones en Hermosillo, la Ciudad de México y cuando menos 20 ciudades, que constituyen elocuentes llamados contra la desmemoria y el olvido.

Los papás y mamás del Movimiento por la Justicia Cinco de Junio, que que encabeza esta pacífica insurgencia ciudadana, anticiparon que el caso se llevará a instancias jurídicas internacionales; los del grupo Manos Unidas por Nuestros Niños plantearon que la Procuraduría General de la República (PGR) iniciará una nueva línea de investigación relacionada con el origen del incendio que acabó con la vida de 49 bebés: 25 niñas y 24 niños que no debieron morir, y decenas de criaturas con lesiones físicas y sicológicas graves. Participaron en el estreno nacional del filme: ABC Nunca Más, magistral historia documentada de tres familias que vivieron en carne propia la pérdida de un hijo; las penurias y logros que les permiten afrontar la ausencia y mirar hacia el futuro. Se recibieron múltiples muestras de apoyo y solidaridad presenciales, mediáticas y de redes sociales.

Fue un momento de relanzar propuestas y compartir propósitos como el de la inminente reunión en Nueva York con el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, a fin de cuestionarlo sobre el premio otorgado por la institución en junio de 2012 (durante el ocaso de la gestión calderonista), a las estancias infantiles de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) por su número, no su calidad. Otro trabajo consiste en la presentación próxima de un anteproyecto de memorial en Hermosillo, Sonora, el lugar de los hechos: un sitio para honrar a las víctimas, así como para fomentar la reflexión y el estudio, que cuente con el apoyo de instituciones como el Museo de la Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México.

El nombramiento por parte de la PGR de un nuevo subprocurador para “investigar la investigación” inicial plagada de irregularidades fue otro tema del que se ocupó la prensa. Tal vez y ante la necesidad de desmarcarse –así sea simbólica y discursivamente- de la administración anterior, que hizo del tráfico de influencias, la corrupción y la impunidad en este y otros casos su principal impronta, el equipo del priista Enrique Peña Nieto optó por ofrecer un comienzo desde cero. Sobra decir que se impone el escepticismo ante posibilidad de que se haga justicia efectiva, cuando muchos cuadros de ese mismo partido están señalados como principales responsables directos, por haber sido propietarios de la guardería, como Antonio Salido y Gildardo Urquídez, o políticos cuando sucedió el incendio (como el ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours, el ex alcalde de Hermosillo y actual senador, Ernesto Gándar,a o el ex procurador, hoy diputado local, Abel Murrieta).

Cuando se recuerde esta saga de heroísmo y absoluto compromiso social de las familias que, a pesar de todo, siguen buscando castigo para los culpables, reivindicación de la verdad y la no repetición de esta tragedia, difícilmente podrá creerse que el entonces presidente Calderón invitó a grupos de padres a festejar el Día del Niño a la residencia oficial de Los Pinos; que se hizo el anuncio de la obtención del premio de las Naciones Unidas un 10 de mayo; que aún siendo gobernador, Bours se refirió a los padres como “inmorales”, o que uno de los dueños de la guardería ABC (que contó entre sus socios a Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, parienta de la entonces primera dama Margarita Zavala, y Lourdes Laborín, esposa de Bours) dijo que ellos se consideraban “víctimas” en igualdad de circunstancias que los familiares directamente afectados.

Pero no sólo fueron distinguidas luminarias de la sociedad hermosillense las que exhibieron su idiotez moral y absoluta falta de escrúpulos. A esta lista se añaden Juan Molinar Horcasitas, principal responsable de que la privatización de guarderías se regara como pólvora por el resto del país, y su famoso “tengo la conciencia tranquila”; Bours y su reconocimiento de que “duermo como bebito”, a tan solo unas semanas de la tragedia; Daniel Karam, quien como titular en funciones del Instituto Mexicanod el Seguro Social (IMSS), reiteró que la guardería “cumplía con todos los requisitos de seguridad”; o Eduardo Medina Mora (premiado después de su paso por la PGR con las embajadas de Gran Bretaña y los Estados Unidos), aclarando que el fatal incendio “no constituye delito grave”.

Molinar es vocero e “ideólogo” del  Partido Acción Nacional (PAN), así como asesor de su presidente Gustavo Madero. Por añadidura, funge como secretario técnico del Pacto por México. La impunidad rinde sus frutos y puede llegar a constituir una plataforma o trampolín profesional redituable. Karam recibió el premio del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) a su desempeño profesional en 2011. Calderón fue galardonado en la misma institución, pero en 2012.

En ese mismo sentido destaca la trayectoria de Claudia Pavlovich. Como legisladora local y amiga de los propietarios de la estancia, envió una carta al juez que llevó la causa (junto a otras misivas de líderes empresariales y Carlos Quintero Arce, obispo primado de Hermosillo) exaltando las virtudes de quienes hicieron caso omiso de las advertencias de peritos que señalaron las nulas condiciones de seguridad en la guardería. Hoy Pavlovich es, como Gándara, senadora con fuero por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y posible candidata al gobierno de su estado para las elecciones de 2015.

En el ámbito de políticas públicas, el esfuerzo de los padres de la Guardería ABC ha rendido frutos verificables. La Ley General de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil, mejor conocida como Ley Cinco de Junio, ya es una realidad a pesar de la feroz resistencia del gobierno que encabezó hasta el 31 de noviembre pasado el panista Felipe Calderón Hinojosa. Ahora sólo falta que los Congresos locales hagan lo propio. A esa tarea de cabildeo ciudadano se abocarán los padres en todas las entidades de la República Mexicana. Sonora deberá convertirse en el primer estado que apruebe y publique la propuesta. Es un ordenamiento de avanzada, que contempla el escrutinio social y sanciones ejemplares, anteponiendo a cualquier otra consideración el derecho superior del niño.

Yo me acerqué directamente a algunos padres en Hermosillo, después de coincidir con ellos durante una marcha solidaria organizada en la Ciudad de México, a cuatro semanas del incendio, porque en 2009 existía un proyecto impulsado por la sociedad civil para adoptar regímenes consolidados de Acciones Colectivas -por primera vez y tras décadas de rezago- en México.

Este tipo de procesos, que en temas de defensa de derechos humanos, patrimonio histórico, medio Aabiente y consumo lograron equilibrar las relaciones entre gobierno y ciudadanos, o empresas y usuarios: legitimando a grupos afectados ante la autoridad judicial, podían traducirse en una primera demanda preventiva y emblemática en contra del IMSS para obligarla -mediante mandato judicial- a inspeccionar y modificar cada una de sus estancias infantiles después del siniestro.

Por desgracia y como suele suceder en este país, la propuesta original fue debilitándose a medida que las cúpulas empresariales, bancarias y sectores de gobierno enemigos del fortalecimiento de mecanismos ciudadanos fueron secuestrándola. La posibilidad de emprender una acción colectiva contra proveedores públicos y privados se canceló definitivamente con la publicación de leyes secundarias diseñadas para no aplicarse nunca al ser muy restrictivas.

Por consiguiente, una de las metas inconclusas es la modificación profunda de esta reforma, de modo que las herramientas que utilicen grupos como el de las familias de ABC sean amplias e incluyentes.

Un recuento de los daños y avances sería incompleto sin volver a resaltar la inmensa dignidad y entereza de los padres y madres sonorenses quienes, contra viento y marea, cimbran las conciencias de millones de mexicanos.

El Estado mexicano abdica de sus funciones más elementales. Los sucesos de la Guardería ABC y sus trágicas secuelas no son aislados. El 20 de junio se conmemorará el quinto aniversario del criminal operativo policiaco en la discoteca News Divine de la Ciudad de México, donde murieron nueve jóvenes y tres elementos policíacos. Idéntica exaltación de impunidades existe, en este caso por parte de funcionarios del Gobierno del Distrito Federal (GDF): el ex jefe de Seguridad Pública Joel Ortega, hoy director del Metro nombrado por Miguel Mancera; Luis Rosales Gamboa, otro responsable directo de este crimen, subsecretario de policía.

Quien no recuerda el pasado está condenado a repetirlo, escribió el filósofo Jorge Santayana. La hora del cambio es impostergable. La obligación es asumir nuestro destino como ciudadanos: crear círculos concéntricos. Apoyarnos siempre. Justicia ABC. ABC, Nunca Más.

Publicado el 10 de junio de 2013.

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de Geografía   méxico   Reportajes   Reportajes México  

Dejar una Respuesta