Ciudad de México. Para el gobierno de México, las trabajadoras sexuales o son víctimas o son tratantes de personas. Para ellos basta con portar una caja de condones para que te acusen de trata, cuando en el gobierno están los mayores explotadores de mujeres, expresa Gabriela, trabajadora sexual y bailarina, en el marco del VXII Encuentro Nacional de Trabajadoras y Trabajadores Sexuales, que reunió a mujeres y transgénero de estados como Guadalajara, Chiapas, Distrito Federal, Estado de México y Puebla, entre otros.
Este encuentro surgió porque vimos que existían trabajadoras sexuales organizadas en grupos o en cooperativas en varios lugares del país, y al ver que el gobierno estaba cooptando a muchas de nosotras, pensamos que la organización permite que no nos ocurran este tipo de cosas, explica Krizna, trabajador sexual transgénero, integrante de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer «Elisa Martínez».
Berenice Rodríguez es trabajadora sexual en Guadalajara, donde alrededor de 420 mujeres están organizadas para defender su oficio, porque pensamos que el trabajo sexual se debe respetar, por eso logramos construir una red de solidaridad entre nosotras para defendernos y defender este trabajo.
Elizabeth Axol López es promotora de salud en Veracruz, trabajadora sexual y madre de tres hijos. En el encuentro, ella presentó una guía operativa de la campaña contra la trata de personas La Trata de Personas no es un Cuento. La periodista Gloria Muñoz Ramírez, expresa en el prólogo de esta publicación que éste no es un libro ni una guía, ni un recopilado de historietas contra la trata, es un manual de supervivencia indispensable para transitar por el México de abajo, tan violentado por el estado, el crimen organizado, la iglesia y el resto de poderes fácticos.
A través de comics, Brigada Callejera busca prevenir la trata de personas; que las niñas y adolescentes sepan cómo actuar ante la trata y poder crear mecanismos de autoprotección, manifesta Elizabeth López, quién lleva siete años en Brigada Callejera.
La forma de cambiar las relaciones de trabajo en el comercio sexual, expresó Elvira Madrid, presidenta de la organización de apoyo a la mujer, es desde la organización y la construcción de cooperativas donde se den formas de trabajo más horizontal. Nosotras no queremos que desaparezca el trabajo sexual, porque tendría que haber entonces un cambio estructural en todo el sistema laboral, donde sí se den condiciones dignas, explica.
El Estado es el mayor explotador de personas
En el Estado de México hay una cacería de brujas, sentencia Gabriela. Aquí, dice, el gobernador Uriel Ávila está desapareciendo los lugares donde laboramos y si acaban con estos lugares no vamos a poder trabajar. El gobierno no crear opciones para nosotras, su política nos está llevando a tener que irnos a lugares donde nuestras vidas quedan expuestas, por el control del narco.
Gabriela también denuncia los permisos que en muchos lugares les exigen para poder trabajar. Aunque tú lleves los exámenes médicos, te obligan a practicártelos en lugares donde ellos dicen, en muchos casos a un precio que puede llegar hasta los mil pesos; además sufrimos una violencia médica solo por ser trabajadoras sexuales, y van desde el trato violento, hasta la reutilización de los instrumentos hospitalarios.
Brigada Callejera tiene más de veinte años denunciando, acompañando, y formando a muchas trabajadoras sexuales en todo el país, y en el camino surgió la necesidad de hacer un encuentro nacional. La red es apartidista, horizontal y sobre todo aquí nadie es representante de nadie o portavoz que hable a nombre de todas y todos, porque cada quién tiene su propia voz, relata Krizna.
Este encuentro, que se realiza cada año, sirve para recoger los logros de las organizaciones de mujeres trabajadoras sexuales y seguir incidiendo en las problemáticas que enfrentan todas las mujeres que realizan esta labor, informa Krizna, en entrevista con Desinformémonos.
Sabemos que el gobierno siempre está creando leyes para detener el trabajo que cada una hace, pero no queremos detener el trabajo sexual, sino detener la corrupción, la violación a nuestros derechos humanos, la trata de personas y la explotación de la mujer, advierte.
En Guadalajara, gracias al trabajo de Brigada Callejera y de las trabajadoras ahí organizadas, ahora pueden laborar en mejores condiciones, pues gracias a toda nuestra lucha podemos trabajar más tranquilas, sin ningún acoso, pero sabemos que tenemos que seguirnos organizando.
Me preocupa cómo la guerra contra el narco está afectando la labor de muchas trabajadoras sexuales, porque hemos tenido que huir por las balas y nuestros lugares de trabajo se convirtieron en el lugar de sus disputas, sentencia Gabriela.
A muchas compañeras las han desaparecido, violado y asesinado, supuestamente para que no abran la boca. Yo vivo con miedo, siempre he huido de las balas y por eso no trabajo en un sólo lugar. A donde voy intento dejar algo de lo que he aprendido con las compañeras que están organizadas, es la única forma de acabar con esta guerra contra la mujer, una guerra que no nos corresponde, concluye Gabriela
Queremos que se difunda que existen grupos de trabajadoras sexuales que se están organizando y que no dependen de un gobierno, que hacemos una política desde nuestras esquinas y que estamos poniendo nuestro granito de arena para aportar a una transformación del mundo, refiere Krizna, y manifiesta que aún falta mucho por cambiar. Se trata, explica, de construir muchas redes de trabajadoras sexuales en distintos lugares, porque es la única forma de cambiar la realidad actual en el comercio sexual.
Actualmente hay un grupo de trabajadoras que están gestionando un proyecto de vivienda con la Secretaría del Trabajo del Distrito Federal, pero gestionar una vivienda no significa que ya nos vendimos al gobierno, porque sabemos que constitucionalmente tenemos derechos. No queremos que se interprete así. Estamos exigiendo lo que nos corresponde, porque más que seguirle el juego al gobierno, es tener un documento para poder encararlo cuando se quiera pasar de lanza, explica Elvira Madrid.
La presidenta de Brigada Callejera expone que en más de veinte años de organización, el trabajo cada vez es mayor. Nosotras estamos luchando por las que vienen, porque el trabajo sexual no se va a acabar y tampoco pretendemos hacerlo, por eso debemos de cambiar las condiciones de trabajo, y para esto sólo queda organizarse.
28 de julio 2014