Intervención de Monseñor Raúl Vera
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México, Distrito Federal. No están solas, exclamó el público en el auditorio del céntrico Club de Periodistas, a las madres de la caravana Emeteria Martínez, que recorren México en busca de sus migrantes desaparecidos. La presentación de la Revista Barrial Nadie es ilegal, de Desinformémonos, sirvió como pretexto para que integrantes de organizaciones sociales como Brigada Callejera, la Alianza Mexicana de Organizaciones Sociales y el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra- y lectores de la publicación arroparan a las mujeres, este 9 de diciembre, bajo la mirada de los presentadores, monseñor Raúl Vera, Marta Sánchez (del Movimiento Migrante Mesoamericano), una representación de la caravana y las periodistas Daniela Pastrana y Gloria Muñoz Ramírez.
El obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, señaló que las madres de la caravana son una luz que pone bien en claro lo que hacen los gobernantes y los hombres del dinero y señalan hacia dónde debe ir México. Calificó a los migrantes como insurgentes que se rebelan ante la explotación. El fraile dominico denunció que las reformas estructurales arrojarán más gente a la migración, y señaló que publicaciones como Nadie es ilegal inquietan, indignan y ayudan. Gracias a Desinformémonos porque nos saca de toda la información que nos enajena.
Marta Sánchez, quien acompaña a las madres en la caravana, agradeció a los periodistas que cuentan las historias de las madres, y no sólo lo espectacular. Nos ayudan, reportean, son parte de nuestra seguridad y nos ayudan a buscar a la gente, agregó. Los medios y la comunidad son la garantía de que nuestras actividades tengan impacto y cobertura. Resaltó que en la revista se pueden ver retratas fielmente las palabras e imágenes de las madres.
Daniela Pastrana, integrante de Periodistas de a Pie, llamó a apoyar a Desinformémonos, que hace un trabajo que muchos periodistas tratamos de hacer. Relató cómo, desde el oficio de reportero, se vive la despersonalización de la pérdida de valor de la vida cuando, por ejemplo, a quienes trabajan la nota roja se les paga por cada nota sobre muertos o asesinados.
Gloria Muñoz Ramírez, directora de Desinformémonos, agradeció a los más de cien colaboradores que, con su trabajo comprometido, más que voluntario, hicieron posible la publicación que se edita en español, portugués, francés, inglés, italiano, ruso y alemán-, dedicada a 18 historias de migrantes en muchas partes del mundo, africanos en Francia e Italia, centroamericanos en México y mexicanos en Estados Unidos, detalló.
Las madres en busca de sus hijos migrantes, con las fotografías de sus seres queridos Jorge Alberto, William, José-, pintando canas y algunas con bastón, asintieron cuando los ponentes denunciaron lo que tienen que vivir las personas que atraviesan México para tratar de llegar al sueño americano, convertido ya en pesadilla, denunció una de las mujeres.
Anita Celaya, madre salvadoreña que perdió a su hijo hace 11 años, reclamó a las autoridades mexicanas y centroamericanas que no las entienden. Señaló que es duro venir a México y ver a los migrantes, porque no saben si sus hijos vivieron lo mismo si los secuestraron, si los torturaron, si quedaron hechos pedazos, si los echaron en una bolsa negra, si están en una cárcel. Las lágrimas asoman primero a los ojos de las integrantes de la caravana, y luego a los del público.
Rosa Nely Santos, hondureña, denunció la desatención de los cónsules de sus países, donde las llaman viejas locas por buscar a sus seres queridos. Damaris Ríos, de Guatemala, resaltó que la migración tiene dos caras, de quien se va y los que se quedan, esposas, madres y sobre todo, hijos afectados. En el tema hay mucho que investigar y divulgar, animó.
Con un ejemplar de la revista en las manos, y agradeciendo al público su apoyo, las madres continuaron su andar en búsqueda de sus hijos migrantes, desaparecidos en su camino al sueño americano.
Publicado el 16 de diciembre de 2013