En Morelos, “lo que quieren es acabar con un estado campesino”

Jaime Quintana Guerrero

Firmas para Pronunciamiento  en apoyo a HUEXCA

México. La comunidad de Huexca, Morelos, que se opone a la construcción de una termoeléctrica en su territorio y de un gasoducto que afectará a 60 comunidades de los estados de Puebla, Morelos y Tlaxcala, se mantiene en alerta, con un retén de la población que impide el paso de la maquinaria de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y en tensión permanente por el ingreso constante de la Policía Federal Preventiva (PFP) y de la policía estatal. No hay tranquilidad para este pueblo decidido a salvaguardar su futuro.

“Lo que paso esta semana es agotador y desesperante. El gobierno no acepta el diálogo. Las madres de familia tienen que trabajar y la amas de casa tienen que hacer de comer y después ir a hacer guardia al retén”, relata Susana Catalán, habitante de Huexa.

“En estos momentos es tensa la situación. El gobierno está dividiendo la comunidad, rompe los acuerdos. Estamos indignados, de mal humor por la termoeléctrica, dios no quiera que la comunidad tome el acuerdo de actuar de otra manera”.

En días pasados, 250 elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) sitiaron Huexa, para permitir el paso de la maquinaria con la que se construirá la termoeléctrica. Después se retiararon, volvieron a entrar y ahí se quedaron para vigilar la maquinaria.

Antes, el 26 de octubre, “notamos la presencia de 25 camionetas de la policía del estado de Morelos. Más de cien policías estaban intentando entrar a la comunidad. Entonces dimos la alerta: sonamos las campanas de la iglesia y la comunidad se juntó. Pusimos una valla de mujeres pensando que así la policía no entraría. Sin embargo, tomaron el pueblo”, explica Juan Aguilar, comunero de Huexa.

“El jueves 25 hubo vuelos del ejército y la amenaza constante de la entrada de la Policía Federal Preventiva (PFP), pues el gobierno de “izquierda” de Graco Ramírez ya había pedido su ingreso”, denuncia por su parte Juan Carlos Flores, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala.

El conflicto en Huexca se debe a la intención de construir una hidroeléctrica y un gasoducto que abarcará a los estados de Tlaxcala, Puebla y Morelos. Los comuneros explican que en su primera etapa el gasoducto recorrerá 160 Kilómetros, afectando 2 mil propiedades de 77 ejidos de 22 comunidades. Abastecerá de gas a una termoeléctrica con un diámetro de 30 pulgadas, enterrado a dos metros de profundidad, que transportará 9 mil 61 millones de litros de gas metano al día, y pasará por debajo de 60 pueblos.

La resistencia de estos pueblos al gasoducto y a la termoeléctrica ha tenido como respuesta el ingreso de la maquinaria de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con el apoyo de la policía. “El día 29 de octubre entraron las máquinas y ya estaban aplanando terrenos. En la noche de ese día se realizó una asamblea que determino no dejar que siguieran trabajando y se pararon inmediatamente”, explica Juan Carlos Flores.

Los opositores al proyecto, manifiestan que la termoeléctrica que se pretende construir en 45 hectáreas aledañas al pueblo indígena de Huexa, justo detrás de la barranca de Tezotitlán, “pone en riesgo su vida y contaminará gravemente el área”.

“En Morelos, el gobernador Graco Ramírez está generando un conflicto mayor en varias partes del Estado, donde quieren hacer tontos a todos. Están utilizando documentos de acuerdos con firmas de comuneros que no existen o de personas que no firmaron. El 23 de octubre, cuando llego la policía, decían que ese era el acuerdo de las comunidades. Sin embargo, existían nombres repetidos en un documento falso, varias veces. La gente se encabronó, la engañaron”, acusa Flores.

“Estas mentiras provocaron que la gente se volviera unir, con todo y el cansancio, pero como sea se turnan en la vigilancia. Había mucha molestia, es un reto fuerte. En estos momentos Huexa requiere de la solidaridad. El 30 de octubre se les pidió a los trabajadores que se fueran con las máquinas, y se fueron pero dejaron las máquinas y la policía regresa todos días a las 7 de la mañana y se van por la tarde”, advierte el activista.

“El lunes –añade- cuando empezaron a trabajar las máquinas, nosotros sentimos miedo, pues fue una provocación. Se empieza a ver otra intención. Están saliendo voces señalando que esto será un corredor, una zona industrial en el oriente. Lo que quieren es acabar con un estado campesino. Son mil 700 millones de pesos de inversión, y son 800 personas en la comunidad. Pretenden que sea un detonante de una zona industrial, es un proyecto que viene con todo”.

Ante este panorama, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala, convocó a una acampada con la intención de que existan observadores dentro de la comunidad. También se ha llamado a los pueblos a que acompañen y desde el primer momento respondieron trece organizaciones de Puebla, Morelos y Tlaxcala. “Vamos a volver a las pláticas, con mediadores de nuestra confianza, vamos con una campaña de apoyo con carteles, volantes, y video”, concluye Flores, acompañante de los pueblos.

Publicado el 5 de noviembre de 2012 

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