Grecia celebra hoy la tercera huelga general en lo que va de año, convocada por los dos principales sindicatos -ADEDY en el sector público y GSEE en el privado- en contra de lo que consideran «una nueva vuelta de tuerca» del Gobierno hacia el «autoritarismo» y el comportamiento «anticonstitucional», en referencia al cierre de la radiotelevisión pública ERT.
El paro es de 24 horas en el transporte público, cuya circulación está completamente detenida desde la medianoche, lo que ha provocado en Atenas más atascos de los habituales.
Los hospitales están ofreciendo servicios mínimos, mientras que en el sector privado, solo los bancos han secundado la jornada de huelga en bloque.
Por su parte, los controladores aéreos celebrarán esta tarde un paro de dos horas, lo que ha obligado a las aerolíneas a cambiar la programación de vuelos. Mientras, el metro solo ha organizado un paro en el turno de madrugada, con la idea de facilitar la participación en la manifestación convocada ante la sede del ente público.
Los empleados que se han quedado sin trabajo mantienen ocupado el edificio y a través de canales facilitados por otras cadenas, retrasmiten una emisión informativa de manera continua.