México DF. El frío, el cielo nublado de la ciudad de México y, más tarde, un copioso aguacero no fueron suficientes para ahuyentar a las más de 50 mil de personas que desde antes del mediodía respondieron a la convocatoria del movimiento “Yo soy 132” y se dieron cita en la plancha del zócalo capitalino para participar en las actividades artístico – culturales del Festival 132, y luego cantar y bailar al ritmo de Panteón Rococó, Los de Abajo, Los Malditos Cocodrilos, Barricada Sur, Los Estrambóticos, Botellita de Jerez y Músicos de José.
Portando pancartas del movimiento, playeras, stickers o pintura en sus cuerpos, los asistentes, una avasalladora mayoría de jóvenes informados, participaron en las actividades por la mañana y, desde las tres de la tarde, disfrutaron de las bandas que actuaron gratuitamente en apoyo al movimiento.
También había entre el público quienes no estaban enterados de las demandas de “Yo soy 132”. Interrogado por Desinformémonos, José Pérez, comerciante, dijo “no estoy muy seguro, pero creo que están pidiendo más educación gratuita”. Para él y para quienes como él desconocen la lucha de los estudiantes, fue organizado este concierto.
“El objetivo principal del evento”, explica en entrevista Fernanda Rodríguez, estudiante de la Universidad Iberoamericana y una de las organizadoras, “es llevar –a través de un festival masivo– la voz y la ideología de ‘Yo soy 132’ a los oídos que no han escuchado sobre qué trata nuestra lucha. Hay mucha gente que no sabe lo que está pasando, o cuáles son las demandas del movimiento ni por qué nos levantamos contra la imposición de un candidato y por la democratización de los medios. A ellos queremos llegar”.
“Lo que proponemos es una protesta, y la propuesta es hacerlo a través del arte y la música pues consideramos que son dos de los medios menos censurables en este país”, agrega Fernanda Rodríguez.
En entrevista con Desinformémonos, Yocu Arellano, baterista de Los de Abajo, una de las bandas que conformaron el cartel, dijo: “Estamos participando en este evento porque creemos que el arte y la política van de la mano, y, a pesar de que ‘Yo soy 132’ se declara apartidista, no es un movimiento apolítico. Ellos apuestan porque se razone el voto, por estar enterados de lo que sucede en la política, independiente de las preferencias que cada cual tenga en cuanto a partidos políticos y nosotros coincidimos con esa posición.
“También apostamos por que se termine el monopolio de las televisoras que ejercen un poder mediático enorme. Tenemos derecho a otros canales de información”.
Leonel Rosales, guitarrista de Panteón Rococó, dijo a Desinformémonos que la banda se identifica con “Yo soy 132” en el sentido de que “tenemos la firme convicción de lo que no queremos, y lo que no queremos es que regrese al poder un partido que ha sido causante de tanta violencia y tantas muertes a través de la historia. Nos inyecta mucha energía saber que los jóvenes siguen impulsando este tipo de movimientos”.
Leonel aseguró que “toda revolución se acompaña con música, es un mismo camino. La música y el arte siempre han acompañado el sentimiento de rebelión. Panteón Rococó ha tenido esa línea desde que nacimos –con el movimiento zapatista – en 1994, cuando hubo ese despertar de conciencia. Fue a partir de ahí que la banda se creó y desde entonces creemos enlas luchas que se han venido gestando con el paso de los años. Por eso, cuando nos invitaron a participar en el concierto de ‘Yo soy 132’ nos sentimos identificados, y por eso estamos aquí tratando de poner nuestro granito de arena”.
Una de las principales características del Festival 132 es que fue financiado única y exclusivamente con donativos de la sociedad civil. “Quisimos seguir la línea ideológica del movimiento; no queremos que partidos políticos o grupos privados metan sus intereses en algo creado por estudiantes, por eso es importante que nuestro evento no haya sido financiado por ellos”, asegura Fernanda.
Los estudiantes encargados de la logística del evento informaron que para realizar el evento de forma totalmente independiente necesitarían reunir 460 mil pesos que serían utilizados para cubrir lo siguiente: escenario y audio, seguridad, transportes, arte, vallas, así como gastos menores e imprevistos.
Por ello, iniciaron una “campaña de financiamiento con tres modalidades: recepción de donativos con tarjeta de crédito o débito, vía Paypal a través de una plataforma de Bandtastic; boteo en diferentes puntos de la ciudad y depósitos en efectivo a la cuenta de la asociación civil Tekitiwatika Ipampa Mexihko”, detalla Fernanda Rodríguez.
Yocu Arellano, de Los de Abajo, subraya: “Es importante resaltar que para ser congruentes con la ideología de ‘Yo soy 132’, los fondos se obtuvieron de boteo y de aportaciones de la sociedad civil, no se ha recibido dinero de ningún partido político”.
24 horas antes del concierto y con apenas 25 por ciento de los fondos reunidos, los organizadores anunciaron en la página del evento que se había logrado cubrir “los costos mínimos para comenzar los pagos a proveedores y por lo tanto la realización del concierto y demás actividades seguía tal como se había anunciado”.
Ante la “urgente necesidad de vincular el arte y la música con el movimiento”, los organizadores del Festival 132 montaron la página de internet >www.festival132.mx y realizaron una fuerte campaña de difusión hecha a pie, para convocar a estudiantes de artes plásticas, arquitectura e ingeniería así como a la sociedad civil y al público en general a formar parte del cuerpo de voluntarios para la impartición de talleres artísticos en el Festival 132.
Las actividades que se acordó realizar fueron: realización de un mural de voz colectiva, con mensajes, propuestas y denuncias; construcción de una escultura colectiva de los deseos, hecha con botellas de plástico PET; biblioteca circular, es decir, intercambio de libros; elaboración de papalotes de papel periódico y, por supuesto, la tocada con grupos de rock y ska.
“La música puede ser una forma de crear conciencia y ‘tirar línea’, y en ese sentido es un canal de influencia. Nuestro mensaje para los jóvenes es ‘infórmense, para que sepan con quién están, digan no a la ignorancia’”, apuntó Yocu Arellano.
Leonel, de Panteoón Rococó coincide con Yocu, y asegura que “la música es un canal de información alternativo. Al estar arriba de un escenario, cuando tienes en frente a decenas de miles de personas, la música puede volverse un arma. Y no es que nosotros queramos aleccionar a la gente, simplemente damos nuestro punto de vista. Si usas el micrófono para incitar a la conciencia, es posible que haya gente que capte el mensaje. Sabemos que no tenemos la verdad absoluta, pero queremos usar el micrófono para crear conciencia”.
El guitarrista de Panteón Rococó finalizó con el mensaje que la banda quiere transmitir: “informémonos, razonemos el voto, no a la violencia. Estamos cansados de un gobierno que sólo hace las cosas para un grupo de poder. Reclamamos nuestro derecho a la información y a la verdad”.
Publicado el 25 de junio 2012