Complicidad global

Helena Scully Gargallo

Estrellas de Papel

Luces apagadas, la oscuridad casi total, noche simulada que se evidencia por las líneas minúscula de luz que pasan por debajo de puertas y ventanas. Tropezones, gritos que intentan espantar, pero que solo generan un mar de risas que se van contagiando por el salón. De repente, un “shhhhh” estruendoso, adulto y de nuevo el silencio, las suelas de los zapatos que resbalan por el piso plastificado.

–¡Aquí está muy oscuro, no puedo ver nada! ¿Dónde están las estrellas? –pregunta un muchacho, joven adulto, un… ¿maestro?, ¿mago estrellado?

Más risas, susurros:

–Las estrellas están afuera, en el cielo.

–¿Dónde? ¿Quién se ha llevado las estrellas? Así no puedo ubicarme, seguir mi camino… ¿Será que ustedes me pueden ayudar?

Las respuestas son siempre risueñas, las infancias tienen esa facilidad de contagiar la alegría.

–Sí podemos, pero ¿cómo? –contestan algunas vocecillas tímidas.

–¿Sí pueden? ¡Me han salvado! Pues vamos a necesitar algunas cosas para el mapa, el cielo, que, como dice un escritor que me gusta mucho, “es de todos”. Lo primero que vamos a necesitar es papel, lápiz, tijeras…

Así empiezan los talleres de Cielo Stampato, ‘Cielo Impreso’, de la Micro Stamperia Quarticciolo, en un diálogo entre niñas y niños y un joven, señor, mago-maestro estrellado y sus compañeras y compañeros, que poco a poco van mostrando cómo construir cielos de papel impresos con la técnica más simple de serigrafía. Cielos que se van componiendo poco a poco por las estrellas de distintas formas y tamaños.

“Explíquenme, ustedes

En prosa o en versitos

Por qué el cielo es uno solo

Y la Tierra está hecha en pedacitos”

Jugando a descubrir dónde han quedado las estrellas en la urbe monstruosa, estos talleres explican, con la maravillosa poesía de Gianni Rodari, la necesidad de tener una mirada común, en la que podamos ser juntos y juntas imprimiendo, dibujando, creando espacios de aprendizaje, apostándole a una educación libre, aun al interior de las instituciones escolares, y a la construcción de redes en el territorio y fuera de él, con diversas técnicas de imprenta sobre papel y tela.

Cielo Stampato es una serie de talleres que se mantuvieron, la mayoría entre los meses de abril y junio del 2023, en diversas escuelas primarias y secundarias de la zona sureste de Roma y en escuelitas autónomas en Quarticciolo, Tor Bella Monaca y el Comité Mammut en el barrio de Rebibbia. En el afán de trenzar lazos y construir en colectivo, se dibujaron estrellas e imprimieron cielos en tres lugares de México: en la Organización Popular Francisco Villa, de Izquierda Independiente en la comunidad de Acapatzingo, con la comisión de cultura; con niñas y niños de la Merced, junto a Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez; y la tercera, en San Cristóbal de las Casas (Chiapas) en la librería La Cosecha.

A esta serie de talleres, que continuarán de alguna forma reproduciéndose por el mundo, le siguió la construcción del primer libro de la Micro Stamperia Quarticciolo, Cielo Stampato, el primero de la colección “Come si fa|Cosa serve” (“Cómo se hace|Qué sirve”).

Este primer libro de la Micro Stamperia Quarticciolo se creó en colectivo en cinco talleres abiertos para aprender en conjunto a utilizar un aparato extraño y espacial, la Risograph, la impresora digital elegida para darle vida a este proyecto por su capacidad de reproducir series pequeñas o medianas de impresión en frío con materiales ecológicos.

Este primer momento de la Micro Stamperia Quarticciolo que ha llevado en la práctica más de tres años, desde la idea de generar una imprenta popular a ver impreso el primer material de meses de talleres confirma uno de los lemas del Quarticciolo Rebelde: “Juntxs todo es posible” hasta crear cielos de papel…

Como se lee en la introducción del libro, el trabajo que se busca hacer con la imprenta popular es llevar la práctica a la teoría y de regreso, en colectivo: “Para nosotrxs la autopublicación no es solo una cuestión de impresión, sino también la elaboración de contenidos y tentativos de síntesis de experiencias vividas que se quieren compartir. Autopublicar es un proceso que nos acompaña en la transformación de lo vivido en elementos teóricos que nos llevan nuevamente a hacer, en un continuo devenir entre teoría y práctica, entre idea y acción”.

La Micro Stamperia está, como su nombre indica, en Quarticciolo, una borgata con una larga historia rebelde, un barrio popular en el sureste de Roma, en el que se entrelazan realidades organizadas para el cuidado del territorio de múltiples maneras: a través del deporte en el Gimnasio Popular; de la educación con la Escuelita Popular; organizándose con los y las vecinas en el Comité de Barrio; discutiendo y buscando maneras en las que la salud no sea negada a nadie en el Ambulatorio; y, ahora, poniendo las experiencias sobre papel, escribiéndolas y dibujándolas, haciéndolas pasar por la imprenta.

–¿Qué son estrellas?

6 Respuestas a “Mi cuerpo es mi última protesta. Alfredo y la lucha contra el 41bis”

    • Axel ortiz

      El privilegio de ser hija de personas muy pensantes; la conozco y quizá no tiene barrio, (tiene mundo). A ti no te conozco, pero se que yo sí tengo barrio y tú no sabes lo que es eso lo que tienes es resentimiento de clase. Saludos a Elena gracias por la info sobre Cospito, saludos. Fuerza.

      • Lizeth

        Nací en uno de los barrios más pobres de Latinoamérica. El problema profundo, es querer pertenecer a la idea de tener barrio. No tiene mundo, tiene miedo y vergüenza de sus privilegios, porque nunca los nombra. No habla de haber sido parte de la gentrificación de la Santa María, y cree haber nacido con talentos natos, cuando solo intenta copiar, nunca supo quién era, porque siempre se lo dijeron. Y es una niña clasista y egocéntrica, que desde su perspectiva de niña rica, no tiene mucho pa decir. Solo está aquí por apellido, así se maneja el clasismo lamentablemente.

      • Lizeth

        Nací en uno de los barrios más pobres de Latinoamérica, por eso sé identificar cuando alguien intenta apropiarse de esa identidad. No hablar de que fue parte de la gentrificación que critica en el otro texto, es grave; decir que criticas a lxs que construyen cuando tienes media manzana por herencia de tu abuelo europeo, es grave. La gente rica que quiere camuflarse en el barrio es peligrosa. Ocupa espacios por apellido, eso se llama clasismo, y ella sabe muy bien que cree tener talento nato al copiar a sus padres, pero jamás nombra sus privilegios creo por vergüenza. Nos es resentimiento de clase, es hueva de que lxs ricxs generalmente no tienen nada que decir y escriben pura mamada.

  1. Johann ex sensei

    No sabía que Francesca y Helenita vivieran en la Santa María. Yo las conocí hace 25 años en una escuelita en la Condesa, Helenita fue mi alumna cuando me dedicaba a impartir clases del camino de la mano vacía (karate) una niña muy alegre no menos que su mamá, las veía irse en su bicicleta con canasta para niño y su pequeño casco, una pequeña que no le importaba estar descalza, que no le daba miedo el kumite aunque derramara algunas lagrimas. Nostalgias de aquellas que no se borran.

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