Como consecuencia de las represalias neofascistas en Italia, en especial en la región norteña de Véneto, políticos locales tratan de llevar a cabo escandalosas propuestas de censuras de libros en bibliotecas públicas y escuelas con el pretexto de que muchos autores firmaron una petición en 2004 en contra de la extradición de Francia del italiano Cesare Battisti, ex militante de los Proletarios Armados por el Comunismo (hoy aún detenido en Brasil).
Así pues, dichos autores están enlistados y proscritos a la manera del régimen “mussoliniano”: se les quiere censurar, impedir realizar eventos y difundir sus libros mediante el envío de cartas y recomendaciones a los funcionarios públicos, bibliotecarios y directores de escuelas para que ejecuten la voluntad de este poder tan local y tan ignorante.
La situación merece mucha atención y es cada vez más grave, ya que se tiende a asociar el caso Battisti con esta censura mientras que la cuestión es otra, ya que la represión se ha volcado en contra de muchos más autores y es un ataque claro contra la libertad de pensamiento garantizada por nuestra Constitución.
Esta semana está prevista una manifestación en uno de los pueblos, Preganziol, donde desaparecieron de la biblioteca pública municipal las obras de Roberto Saviano con la aprobación del alcalde y de otros servidores públicos de nivel superior. Todos los intelectuales interesados en difundir y participar en las acciones de resistencia pacífica están planeando hablar de estos casos de censura en cada uno de sus eventos y presentaciones. No nos quedemos callados, ¡adhiéranse!
A continuación, se presenta un dossier que contiene cuatro artículos de Wu Ming, Massimo Carlotto y Lello Voce quienes, junto con muchos otros escritores italianos y extranjeros, están resistiéndose, informando y reaccionando ante esta embestida autoritaria.
Neofascismo
En Venecia, lacayos de Berlusconi quieren poner en marcha la quema de libros
por Wu Ming
«El burdo fascismo berlusconiano, la vulgaridad extrema de los perfectos ignorantes de la Lega Nord y la pasividad cómplice de los llamados partidos de “centro derecha” son los responsables de esta odiosa forma de censura. De aquí a quemar libros en la plaza pública no hay más que un paso. Pobre Italia, gobernada por un anciano degenerado, y en manos de la peor escoria de la sociedad.» (Luis Sepúlveda)
