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México. La última semana de agosto y la primera quincena de septiembre serán las definitivas para que el Primer Tribunal Federal Colegiado, con sede en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, juzgue si concede la libertad al profesor tzotzil, defensor de derechos humanos y preso político Alberto Patishtán.
El sábado 24 de agosto le fue notificado al profesor Patishtán un acuerdo del Tribunal Colegiado, en el que le dan tres días para manifestar, si así lo desea, algún argumento a su favor . Una vez vencido este plazo, se le asignará un magistrado ponente, quien elaborará un proyecto de resolución. A partir de ese día, los tres magistrados del tribunal tendrán un plazo de 10 días hábiles para resolver el asunto. Es probable así que en la primera quincena de septiembre se emita la resolución.
El abogado del profesor Patishtán, Sandino Rivero, insiste en que si los magistrados del tribunal federal no juzgan lo político sino lo jurídico, tendrán que reconocer su inocencia por todos los argumentos hechos valer en el recurso presentado. Considero que no pueden desligar el argumento jurídico del contexto político en el país, insiste, en particular en Chiapas, en el momento en que se dieron los hechos que suscitaron su sentencia.
El profesor Patishtán fue juzgado por el asesinato de siete policías en 2001. Había denunciado fuertemente por corrupción al entonces presidente municipal del municipio chiapaneco de El Bosque. Desde ese año, diversas organizaciones de derechos humanos y movimientos sociales han luchado por la libertad de profesor en Chiapas.
Este mes de agosto, marchas en Tuxtla Gutiérrez y la Ciudad de México, acciones políticas, proyecciones de documentales, desplegados de intelectuales y artistas de todo el mundo han hecho que el tema del encierro del indígena se posicione fuertemente en el país y el mundo.
Raúl Romero, del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, movimiento que junto al Sindicato Mexicano de Electricistas, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, además de muchos otros colectivos y organizaciones, conformaron un Comité por la libertad de Patishtán en el Distrito Federal, expone que se informó del caso a intelectuales, artistas y líderes de opinión, además de organizaciones como Amnistía Internacional. Hemos logrado sensibilizar a otro sector de la sociedad al que no se había logrado llegar en el pasado, valoró.
Sandino Rivero manifiesta que el tribunal no puede ser ciego al no considerar que diversas voces del país y del mundo se han pronunciado por la libertad de Patishtán, no sólo de los movimientos sociales sino en los poderes ejecutivo y legislativo federales, así como el ejecutivo, legislativo y judicial del estado de Chiapas.
Romero opina que el Consejo de la Judicatura Federal, la entidad que decidirá el caso, no existe en el imaginario colectivo de la sociedad mexicana. En su opinión, este poder siempre se ampara en su lenguaje lleno de tecnicismos y en su supuesta autonomía para desatender las demandas ciudadanas, además de que existe colonialismo, clasismo y racismo jurídico en México.
Romero, sin embargo, confía en que se dejará libre al profesor por diversos motivos. A diferencia de otras ocasiones, somos más y mejor organizados los que en México y el mundo exigimos la libertad de Alberto, y también están los acertados recursos jurídicos. No hay motivos para que Patishtán siga preso.
Finalmente, Rivero pide a la sociedad y a los sectores más vinculados a estos procesos sociales y políticos que, especialmente en estos tiempos, estén atentos al tema. Pide además que se solicite la libertad del profesor mediante distintas instancias. El preso realiza un ayuno en el Centro de Reinserción Social 5 de Chiapas, que se prolongará hasta el 6 de septiembre.
La libertad del profesor Patishtán generaría un precedente legal que implica dejar atrás viejas estructuras jurídicas, dice Rivero, estructuras que no abonan a las reformas en materia de derechos humanos en el país.
Finalmente, Romero asevera que los magistrados conocen el gran descrédito que tienen actualmente las instituciones en México y están ante la gran posibilidad de dar un mensaje positivo: Que en México puede existir un poco de justicia. Recalca que si los motivos políticos son los que privan para mantenerlo preso, entonces la libertad del profesor dependerá de la capacidad de organización y movilización del pueblo mexicano y la sociedad civil internacional.
Publicado el 26 de agosto de 2013