Tejiendo el río

Óscar Rodríguez Vallotton

La principal actividad que realizan las mujeres nn’anncue ñomndaa’ es la elaboración de textiles en telar de cintura. Tejer representa una posibilidad y sustento de la vida familiar. En esta región, las mujeres tejen la vida cotidiana. Tejer ha sido, desde sus ancestras, una manera de retratar el territorio que habitan.

Mujer nn’anncue ñomndaa tejiendo en el traspatio de su casa. Las mujeres tejedoras buscan un lugar cómodo donde trabajar y donde colgar su telar. Municipio de Xhochistlahuaca, agosto de 2022
Las vainas de cacao del patio de los abuelos donde se reúnen las mujeres de la cooperativa ‘Ljaa’ Tejedoras de Esperanzas. El cacao es uno de los frutos que más se siembran en Suljaa y son parte de la vida de sus pobladores. No sólo exportan el cacao, sino que es la bebida que toman para pasar los fríos de las mañanas y de las noches. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
Las manos de una tejedora desgranando maíz en el patio de su casa. Las mujeres no sólo se dedican a tejer, sino también se encargan de las tareas del hogar, con la crianza y el cuidado de toda la familia. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
El curso del río San Pedro que, junto con los arroyos que bajan de la montaña, atraviesan el territorio de Suljaa. En español, a los pobladores le dicen amuzgos. Pero ellos se nombran Nnancuee Ñomnda’, que significa «gente de la palabra del agua», resaltando así la importancia del precioso líquido para su cultura. Municipio de Xhochistlahuaca, diciembre de 2018
Las manos de una tejedora, ajustando los hilos de su telar. Las manos de las mujeres se conectan con los tejidos y el telar es donde pueden escribir una nueva historia cada vez que inician y terminan una prenda. En su idioma es común preguntarse entre tejedoras: “Lje ii?” o “¿Qué vas a escribir en tu telar?”. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
El patio de una mujer tejedora nna’anncue ñomndaa. El telar de cintura está descansando sobre la silla y espera a su dueña que se ocupa en otras tareas. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
La abuela observando a las mujeres de la cooperativa ‘Ljaa’ Tejedoras de Esperanzas desde la mesa de su cocina. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
Una tejedora, entre los árboles de cacao, durante una reunión de la cooperativa ‘Ljaa’ Tejedoras de Esperanzas. El ambiente es alegre, se cuentan historias y se comparten risas. Cuando se toca un tema importante, las mujeres se ponen serías. Pero no es la misma tensión y malestar que vivimos en el mercado el domingo por la madrugada. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
Las tejedoras de la cooperativa de mujeres ‘Ljaa’ Tejedoras de Esperanzas se reúnen en el patio de los abuelos. La cooperativa se fundó en el año 2008 y cuenta ahora con 30 miembros. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
Una tejedora entrega su prenda a la coordinadora de la cooperativa ‘Ljaa’ Tejedoras de Esperanzas y recibe el dinero que le corresponde. La escena contrasta fuertemente con las escenas del mercado, donde los revendedores regatean y menosprecian a las tejedoras. Aquí el precio es acordado entre ellas. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
Una tejedora cose una etiqueta de las que colocan las mujeres de la cooperativa ‘Ljaa’ Tejedoras de Esperanzas sobre cada una de sus prendas. Quieren que los compradores sepan quiénes tejieron lo que adquieren, en un contraste completo con las prendas anónimas que acaparan los revendedores o coyotes. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
Cada domingo, desde la madrugada, las tejedoras bajan de sus comunidades para vender sus textiles. Los revendedores, que son pocos en comparación con ellas, se aprovechan así para conseguir los precios más bajos. Estos revendedores son conocidos como Coyotes. Un malestar y una tensión atraviesan la madrugada. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
Para las mujeres de Suljaa, tejer es un modo de vida. Y está omnipresente en la ciudad. Dos famosas tejedoras, doña Porfiria y doña Florentina, están representadas en un mural en el centro de Suljaa. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
Una escena común los domingos de mercado en la madrugada. En el centro, una revendedora o coyote regatea las prendes que le ofrecen las mujeres tejedoras que la rodean. Las prendas coloridas y el trabajo noble contrastan con la violencia de la escena. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022
Al salir de la ciudad se mira el río San Pedro entre las colinas que rodean a Suljaa. Se observan las milpas que se deslizan en la distancia. Municipio de Xochistlahuaca, agosto de 2022

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