México, Distrito Federal. Tanto Mario Samuel Pérez Portillo, encargado del despacho del deporte adaptado, en la Comisión Nacional del Deporte (Conade), como Miguel Ángel Hidalgo Eddy, coordinador general técnico del deporte paralímpico y del Centro Paralímpico Mexicano (Cepamex), se han dado a la tarea de prohibir la práctica deportiva y entrenamientos a deportistas paralímpicos de diversas disciplinas y discapacidades; así como de expulsarlos de dichas instalaciones, comentó Marcelino Guerra Mendoza, ex-atleta y competidor paralímpico y actual entrenador de Básquetbol de Alto Rendimiento del Estado de México.
Con hechos claros Guerra Mendoza mencionó que Hidalgo Eddy prohibió practicar y entrenar a niños y jóvenes de entre 10 y 17 años porque no son seleccionados nacionales. Tiempo más tarde, los deportistas sordos y ciegos fueron víctimas del desalojo protagonizado por guardias de seguridad que se presentaron para retirarlos de la cancha. Incluso los padres de los practicantes han sido expulsados del recinto, hecho que impacta directamente a los deportistas, pues son dependientes casi en su totalidad de sus padres. Según el propio entrenador, existieron diversos eventos y/o situaciones que las autoridades competentes procedieran a la expulsión del centro que es público y se ha mantenido así por años.
Por medio de esta demanda se intenta principalmente quitar por completo actitudes de discriminación y exclusión, que autoridades deportivas de la Conade para el deporte adaptado están teniendo con los deportistas de este tipo de deporte. Se han dado a la tarea de excluir a todo aquel que practique en las canchas, por no ser seleccionados nacionales, aclaró Marcelino Guerra.
En el documento presentado por el atleta y competidor paralímpico se menciona que las acciones cometidas por los funcionarios violan la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, e incluso hace énfasis en los artículos que se están violando.
Con el paso de los días se intensificaron los desalojos. Las acciones de Hidalgo Eddy, en palabras de Guerra Mendoza, son como de un finquero o capataz pues parece que solamente intenta provocar, con el fin de tener una excusa para proceder de manera violenta y/o expulsar definitivamente a todo el personal, y por supuesto a cualquiera que intente practicar. También menciona en la denuncia que los coordinadores generales intentan cobrar derecho de suelo a la gente que comercia desde un dulce, un agua y hasta una torta tenga, cuando lleva años laborando en ese preciso lugar sin ningún tipo de problema. Incluso el mismo personal de vigilancia y de servicio de las instalaciones son amenazados con el despido.
La inconformidad reside a partir de que estas instalaciones son públicas y ahora se han cerrado por decisión de un individuo que priva a los deportistas de una actividad recreativa básica, y prohíbe al individuo con algún tipo de discapacidad que se forme como persona, pues para Marcelino Guerra el deporte forma seres humanos. Con el miedo y el temor a posibles consecuencias nadie se atreve a denunciar, lo que provoca que se privatice este tipo de instalaciones que aunque se mantienen en condiciones deplorables, siguen siendo las mejores instalaciones del país.
Distintas autoridades del gobierno federal como la Conade, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la asamblea legislativa y diputados federales, entre otras, son conscientes y han sido informadas acerca de lo que ha ocurrido en las últimas semanas. Sin embargo, a partir de la difusión de diversos medios de comunicación las autoridades empezaron a revisar el caso lentamente, con el fin de actuar, aunque de momento nada ha ocurrido.
Guerra Mendoza destacó la importancia de que el Centro Paralímpico es un logro del movimiento de los deportistas con discapacidad a través del tiempo. Desde el año de 1996 este Centro se ha dedicado a la preparación de deportistas de alto rendimiento, pero también de nuevos valores, así como de la formación de seres humanos con derechos y obligaciones como cualquier otro, explica.
El entrenador señaló que México tiene el talento y la fuerza para ser catalogado potencia a nivel paralímpico en el mundo. Sin embargo, por el poco apoyo que recibe de parte del gobierno y otras instituciones, se queda rezagado y solamente la élite, países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Holanda, etcétera, pueden destacar. En los noventas, México tardó más de 15 años en poder actualizarse y contar con sillas de ruedas aptas para competir. Ahora, en palabras del propio entrenador de básquetbol, México se ha quedado atrás en la carrera por sobresalir y no puede destacar como sin duda podría hacerlo.
Un hecho que molesta a la comunidad paralímpica es cuando se lucra con la discapacidad, explicó el entrevistado a Desinformémonos. En reiteradas ocasiones se escucha a los más altos mandos del gobierno hacer reconocimientos personales, ya sea con placas, dinero, estatuas, etcétera, al discapacitado, pero este hecho sólo ayuda a la persona que se beneficia con este tipo de regalías, pero el deporte pierde cada vez más, añadió el entrenador.
El entrenador paralímpico indicó que es imprescindible crear cultura del deporte, apreciarlo, estar más cerca de él, para de esta manera evitar diversas adicciones y poner a la población, en especial niños y jóvenes, a divertirse, aprender, tener disciplina y ser conscientes de la importancia del mismo. Planear, crear estrategias, hacer ciclos específicos para obtener resultados y no precisamente una medalla, sino la formación de gente dedicada y disciplinada.
Después de la denuncia se pretende que estás instalaciones sean de uso exclusivo para la gente que quiera realizar deporte, pero a su vez generar en lo posible una discusión, un debate, una reflexión acerca de lo que significa realmente la discapacidad, la discriminación y la exclusión como eje el deporte, pensar sobre el deporte y conforme vaya transcurriendo pensar en cosas mejores, finalizó.
17 de marzo 2014