Los vagoneros del metro, los otros damnificados de Mancera

Jaime Quintana Guerrero

México, Distrito Federal. Diariamente inundan los pasillos y vagones del Sistema de Transporte Colectivo –Metro para ofrecer una infinidad de mercancías. Utilizados por los políticos, vilipendiados por algunos usuarios e ignorados por otros, los vagoneros señalan que no se irá, pese a las amenazas del gobierno, pues no hay alternativas de empleo para ellos.

“El vagón es el reflejo del fracaso de la economía y de la política en el país y en la Ciudad de México”, define Eli Homero Aguilar, miembro de la Alianza de Organizaciones de Movimientos Sociales (AMOS), que integra, entre otros, a vendedores ambulantes en los vagones del Metro. “Este reflejo se convirtió en espacio del comercio informal, una alternativa económica generada por los propios ciudadanos afectados”.

Los vagoneros, pastilleros y vendedores de “ruido” se sienten amenazados por los anuncios de modernidad y cambios en el sistema de transporte colectivo, anunciados por el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera. Mandar a la calle a los vagoneros es mandarlos a robar”, valora el dirigente de AMOS. “Se debe tener mucha calma, pues cada vez que aumenta el desempleo, mandas a la población hacia la inseguridad social y la delincuencia”.

Mientras sirvieron

Hace 40 años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) le concedió permiso a vendedores ambulantes para utilizar el espacio del Sistema de Transporte Colectivo Metro. El costo fue la cooptación de líderes y la utilización de estas personas de bajos recursos en actos de propaganda para los partidos o candidatos.

Los vagoneros, explica Eli Homero, son “la gente más ilegal que puede existir en el país. Le estorban y ya no importan a los políticos, aunque por muchos años se les utilizó como gente acarreada para favorecer al gobierno de la ciudad”.

En este momento, el gobierno de Miguel Ángel Mancera los ve como enemigos, acusa Homero. “Los vagoneros son perseguidos, sin derechos, sin nada. Nosotros vamos a defender el ingreso de los compañeros”, defiende el dirigente, y detalla que muchos de los vendedores se salieron de las estructuras partidarias, y con ello se le acabó el negocio clientelar a los gobernantes.

La modernización

El Metro consta de 175 estaciones repartidas entre 15 líneas. Abre sus puertas los 365 días del año, a más de 8.5 millones de usuarios de la Ciudad de México y su área conurbada. Más de 3 mil vagoneros le dan vida a este sistema de transporte, que incluye zonas del Estado de México.

El Sistema de Transporte Colectivo es muy complejo y se requiere de un proyecto Metropolitano de transporte que el gobierno del Distrito Federal no tiene, explica Eli Homero.

Los cambios anunciados para el Metro son una gran mentira, valora Homero Aguilar: “Van a aparecer los programas diciendo a tí si te doy un descuento y a tí no”, lo que generará corrupción. “El procedimiento para darte una tarjeta es el mismo que con los programas sociales y las despensas. Se trata de controlar a la gente”.

El problema es de fondo, expone el representante de AMOS –en cuyas filas se encuentran organizaciones de diableros, vagoneros, taxistas y colonos, entre otros. “No tiene nada que ver con el apoyo a la gente de bajos recursos. Es un proyecto económico que tiene que ver con recaudar recursos”.

El director del Metro, Joel Ortega, informó en noviembre que se implementará un operativo con más de 250 elementos de policía bancaria para expulsar a los vagoneros. “Aunque haya vigilancia, nosotros seguimos aquí vendiendo”, señaló a La Razón Karina Gutiérrez, quien desde hace un año vende en la Línea 1. “Siempre dicen lo mismo: que nos van a quitar, pero aquí seguimos”, señaló al diario un vendedor ambulante que trabaja en la Línea 9.

Con los cambios anunciados por el gobierno capitalino, valora el entrevistado, viene un reacomodo en la lógica de poder de los grupos que controlan el Metro, al mismo tiempo que llegará la represión para grupos que no son los “consentidos” del gobierno. Para que esto no suceda, afirma, se necesita reconocer esta actividad como trabajo digno.

El censo de la gerencia de Seguridad Institucional del Metro documenta que en noviembre de 2010 se realizaron 78 mil 645 remisiones de vendedores informales a las autoridades. Homero Aguilar informa que “existe un promedio de 20 vagoneros detenidos en los juzgados cívicos diariamente, y uno solo puede ser presentado 27 veces ante un Juzgado Civil en un año”. “Los comerciantes van a sobrevivir a este proceso de aniquilamiento. Crear una fuente de empleo no es delito”, explica el representante de AMOS, quien abunda que el gobierno no tiene una alternativa al tema de la pobreza. “Aniquilar las alternativas de sobrevivencia de los pobres es aniquilarlos a ellos”.

El problema no se resuelve con represión, indica Eli Homero Aguilar. “O se generan fuentes de empleo reales e ingreso en este país y en esta ciudad, o se creará una tensión social y estallidos sociales. Se puede llevar a las personas a actos de desesperación”, señala. La alternativa, considera, es crear proyectos de cooperativas y empresas sociales, pues el gobierno del Distrito Federal tiene que entender que del trabajo de los vagoneros viven miles de familias.

“Si el gobierno nos llama a sentarnos a una mesa y generar una lógica de empleo para estas familias, no tenemos problemas. Estaremos guardando silencio para ver qué es lo que realmente plantean, porque por el momento son discursos”, concluye Eli Homero Aguilar.

Publicado el 16 de diciembre de 2013

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