Mumia Abu-Jamal, un paso hacia la libertad

Amig@s de Mumia de México

México. El año 2011 se cerró con un importante logro del movimiento por la libertad de Mumia Abu-Jamal –la revocación definitiva de la sentencia de muerte. Ante las represalias, que no tardaron en llegar, se dio (y se ganó) una nueva batalla para sacar a Mumia del “hueco”. Al hablar con su esposa Wadiyah, el pasado 28 de enero, Mumia envió este mensaje al movimiento:

Mis queridos amigos, amigas, hermanos y hermanas. Les agradezco de todo corazón su duro trabajo y apoyo. Ya no estoy en el corredor de la muerte, tampoco estoy en el hueco. Estoy en Población General. Es el primer paso y por eso les doy las gracias. ¡Ahora falta la libertad! ¡A movernos! ¡Que viva John África!

Por primera vez desde 1983, el periodista revolucionario ya no vive en el corredor de la muerte. No se despierta cada mañana bajo la constante amenaza de recibir una inyección letal con el aval de la ley. Esta noticia alegra el corazón de miles de personas, anima a presos y presas políticas y trae nueva esperanza a las 3 mil 222 personas condenadas a muerte en Estados Unidos y miles más en el mundo. Y la misma noticia despierta el encono y odio racial en los círculos de poder contra un hombre que, aún estando en sus garras, se atreve a decir la verdad y pelear contra su sistema de avaricia, dominio y destrucción.

Durante 30 años, la Orden Fraternal de Policía (FOP por sus siglas en inglés) y la Fiscalía de Filadelfia han encabezado una campaña de mentiras, supresión de pruebas, fabricación de pruebas, amenazas y sobornos a testigos, asesinatos y tortura para lograr el asesinato oficial de Mumia Abu-Jamal porque “alguien” mató al policía Daniel Faulkner en Filadelfa el 9 de diciembre de 1981 y según la hermandad policial, “alguien” tiene que pagar. ¿Quién mejor que un periodista revolucionario –ex Pantera Negra y simpatizante de la organización anti-sistémica MOVE– que se encontró en la escena del crimen?

Pero el 7 de diciembre de 2011, con la viuda Maureen Faulkner a su lado, el Fiscal Seth Williams anunció que ya no buscarán la sentencia de muerte para Mumia. A todas luces, esta decisión clave ya se había tomado en las altas esferas de dinero y poder porque en octubre, la Suprema Corte de la Nación, que nunca ha obedecido sus propias leyes en el caso de Mumia, rechazó la última maniobra de la Fiscalía para evitar el cumplimiento con la parte del dictamen de 2001 del juez federal William Yohn que declara su sentencia de muerte ilegal y anti-constitucional (aunque el máximo tribunal avala la otra parte del dictamen que afirma su culpabilidad). Para ejecutar a Mumia, la Fiscalía tendría que convencer a un nuevo jurado de imponer una nueva sentencia de muerte. Williams sabía que no podía hacer esto y que los costos políticos de una audiencia pública serían demasiado altos para gente como Ed Rendell, aspirante a una alta posición en el gobierno de Barack Obama y figura clave en los crímenes de Estado cometidos contra Mumia Abu-Jamal.

Pero el hecho de que los enemigos de Mumia han desistido en su afán de ejecutarlo por la vía jurídica no significa que ya no quieran su muerte. Todo lo contrario. En sus conferencias de prensa, Seth Williams, gobernador de Pensilvania y el presidente de la FOP, ha dicho que esperan que Mumia muera en prisión, olvidado por los movimientos sociales. Fuera de cuadro lo dicen de manera más cruda: “Dejemos que se pudra en prisión”.

¿Qué pasa aquí? ¿Piensan que no tenemos memoria? ¿Debemos pensar que el juez y el fiscal que violaron la constitución para lograr la pena de muerte no lo hicieron para lograr un veredicto de culpable?¿En qué cabeza cabe que el Estado no debe la libertad inmediata a un hombre que ya pasó 30 años en prisión bajo condiciones de tortura? ¿Cómo se justifica su aislamiento del corredor de la muerte durante la última década cuando tenía el derecho de estar en población general?

En el nuevo escenario, el movimiento cobra fuerza y rechaza enérgicamente la muerte lenta de Mumia en prisión. En recientes mítines, marchas y eventos político-culturales celebrados en Filadelfia, Oakland, Nueva York, Martinica, Berlín, Heidelberg, Dresden, Londres, Viena y la Ciudad de México, entre otros lugares, el sentido ha sido que si logramos la definitiva revocación de la pena de muerte para Mumia, podemos lograr su libertad.

La primera batalla

El 14 de diciembre Mumia fue trasladado a la prisión de mediana seguridad SCI Mahanoy. No fue sorpresivo que al llegar lo colocaran en Detención Administrativa, una sección de las llamadas Unidades de Celdas Restrictivas (RHU) comúnmente conocida como “el hueco”, porque es común que un preso pase una semana en aislamiento al llegar a una nueva prisión. Lo que es sumamente irregular es que Mumia se mantuvo ahí un mes y medio en lugar de ser colocado en población general, donde los presos tienen el derecho a visitas de contacto, llamadas telefónicas, acceso a radio y televisión y a todos los programas y servicios de la prisión.

Inmediatamente, se lanzó una campaña para sacar a Mumia del hueco y lograr su traslado a Población General. Como parte de ésta, se levantó una demanda con el relator especial sobre la Tortura de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), Juan Méndez, quien afirma que el prolongado confinamiento solitario impuesto como castigo durante más de quince días es una violación del Convenio contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumaos o Degradantes, quien aseguró que “en Estados Unidos son criminales una abrumadora mayoría de las prácticas de confinamiento solitario”.

Las condiciones de Mumia en el hueco de Mahanoy eran peores que las que tenía en el corredor de la muerte. Ahí hay luces fuertes prendidas en las celdas las 24 horas del día. Los presos llevan grilletes en las manos y los pies cada vez que salen de su celda, inclusive durante las visitas. Las visitas son restringidas y los presos están sometidos a revisiones denigrantes tanto antes como después de una visita aún cuando no hay contacto físico durante la visita. Es evidente que el propósito de las revisiones no tenga nada que ver con la seguridad, sino con la humillación. No tienen acceso a alimentos adecuados ni a la tienda del penal. Hay mucha demora en la entrega de cartas y materiales legales. Algunas de las restricciones en el nuevo escenario directamente afectaron la posibilidad de Mumia de recibir información, escribir y difundir sus ensayos. Él no tenía acceso a los informes noticiosos, tampoco a su máquina de escribir. Tenía unos pocos pedazos de papel para escribir apuntes con un lapicero de caucho flexible. Sólo se le permite una llamada breve cada semana a su esposa y otra a su equipo legal. Antes, solía usar una de sus llamadas telefónicas cada semana para comunicarse con Prison Radio, donde grababa radio-ensayos con su propia voz. Pero en el hueco de Mahanoy se le negaba esa llamada. Como el mismo Mumia dijo hace años: “No sólo quieren mi muerte, sino mi silencio”.

El jueves 26 de enero el Comité Internacional de Familiares y Amigos de Mumia Abu-Jamal (ICFFMAJ) y la organización MOVE llevaron 5,500 firmas en su apoyo a la oficina del Director del Departamento de Correcciones John Wetzel, ubicada en la prisión Camp Hill, cerca de Harrisburg, Pensilvania.

Un día después, las autoridades sacaron a Mumia del hueco y lo enviaron a población general.

El sábado 28 de enero, Mumia pudo hablar con su esposa Wadiya. Agradece de todo corazón al movimiento por su apoyo y dice que siente un gran alivio al salir de la tortura del aislamiento y estar en una situación menos restrictiva donde puede convivir con los otros presos, quienes lo han recibido con mucho cariño. Está muy emocionado porque el lunes, tendrá una visita con Wadiya y su familia. Por la primera vez en casi 30 años podrá abrazar a su esposa, a sus hijas, hijos, nietos y nietas y platicar con ellos, cara a cara, sin la intromisión de un vidrio.

Mumia exige el cierre de las unidades de tortura

Mumia pide que el movimiento luche por el cierre de todas las Unidades de Celdas Restrictivas (RHU). Según la Coalición por los Derechos Humanos, unos 2 mil 500 presos se mantienen en estas unidades de tortura en el estado de Pensilvania. Brete Grote afirma que los factores principales para someter a un preso o presa al aislamiento son los siguientes: ser preso político y/o jailhouse lawyer (abogado no-oficial dentro de la prisión), raza y enfermedad mental. En el primer caso, por ejemplo, Russell Maroon Shoats del Ejército de Liberación Negra lleva 20 años en “el hueco” y hay una campaña para sacarlo de ahí.

En el documental “Stop Torture in U. S. Prisons”, se reporta que hasta 200 mil personas están encerradas en semejantes unidades en todo el país. Pueden tener diferentes nombres, pero en todas, el aislamiento se impone.

Recordemos que en julio y en octubre de 2011, huelgas de hambre se iniciaron para protestar las horrorosas condiciones en la Unidad de Vivienda Especial (SHU) en el penal Pelican Bay, y que hasta 12 mil presos en varias prisiones del estado de California se sumaron a las huelgas. Entre otras demandas, los presos rechazaron la práctica de interrogación conocida como debriefing, en la cual sólo los presos que señalen a otros presos como pandilleros se salvan de las SHU. Y esta práctica no se limita a las prisiones de California. En una reciente carta, el preso político Sundiata Acoli da la escalofriante noticia de haber sido trasladado fuera del penal federal Otisville en Nueva York porque las autoridades están convirtiendo la prisión entera en un lugar sólo para agresores sexuales y presos que han cooperado en las sesiones de debriefing.

El movimiento se revitaliza

Ante los esfuerzos del Estado para silenciar a Mumia, aceleramos la difusión de su palabra y de las actividades para parar las represalias y lograr su libertad. Si la intención de los enemigos de Mumia en el nuevo escenario es dejarlo “pudrirse” en la prisión en silencio, sus crueles represalias han producido el efecto opuesto: llamar la atención internacional a los centros de tortura en las prisiones y suscitar más apoyo para Mumia.

El Comité de Ocupaciones para Mumia del ICFFMAJ llama a una ocupación del Departamento de Justicia en Washington DC el 24 de abril de 2012 (cumpleaños 58 de Mumia) para exigir libertad a Mumia y otros luchadores sociales y para combatir el sadismo institucional contra ellos y los presos considerados revoltosos. Invitan a activistas de otras ciudades de Estados Unidos y el mundo a participar y a realizar actividades internacionales alrededor de esta fecha.

También se ha puesto a la venta el séptimo libro de Mumia, The Classroom and the Cell (El salón de clase y la celda). Este libro es un diálogo entre Mumia y el profesor Marc Lamont Hill sobre varios aspectos de la vida en las comunidades negras en Estados Unidos, incluyendo temas de raza, política, hip-hop, encarcelamiento masivo, educación y amor.

Otras expresiones artísticas en apoyo a Mumia que han surgido a raíz de las denigrantes condiciones en las que se encuentra son un poema de Alice Walker, Occupying Mumia’s Cell (Ocupar la celda de Mumia) y la canción de Rebel Díaz, “Never a prisoner (Free Mumia)”.

Además próximamente se estrenará un documental del director Stephen Vittoria titulado Long Distance Revolutionary (Revolucionario de fondo) sobre la vida y tiempos de Mumia Abu-Jamal.

Actuemos por la libertad de Mumia Abu-Jamal y todas y todos los presos políticos y en contra del sistema carcelario y la tortura. Organiza una proyección, charla, foro, evento cultural o acción en tu clase, facultad, espacio comunitario o en una plaza pública.

Si deseas enviar tarjetas y cartas a Mumia, escribe a la siguiente dirección:

Mumia Abu-Jamal, AM 8335
SCI Mahanoy
301 Morea Road
Frackville, PA 17932

Para obtener documentales subtitulados en español, comunícate con Amig@s de Mumia de México a presoslibertad@riseup.net

Publicado el 01 de Enero de 2012

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