Marruecos. En lo que fue su primera marcha de protesta sin el apoyo expreso de los islamistas, el M20F logró convocar a miles de manifestantes en distintas ciudades del país. La principal concentración fue registrada en Casablanca donde se congregaron cerca de cinco mil personas.
“Queremos más justicia social”, “El pueblo marroquí exige un cambio”, “No a la corrupción y al clientelismo”, eran algunas de las consignas coreadas en las calles de Casablanca y Rabat. A pesar de la voluntad de diálogo reiterada por el actual jefe de gobierno, el islamista moderado Abdelilah Benkirán, las reivindicaciones siguen sin cambios: una monarquía parlamentaria y mayor justicia social.
Los manifestantes también alzaron fotos de políticos, exigiendo su renuncia, en particular la de Ali Hima, recién nombrado como consejero del rey Mohamed VI. Para los militantes del M20F este nombramiento “no augura ninguna posibilidad de cambio en el país”.
Laicización del Movimiento
Estas manifestaciones se celebraron por primera vez sin el apoyo oficial de los islamistas del Movimiento Justicia y Caridad, que rompió recientemente con la contestación prodemocrática.
La corriente islamista con mayor capacidad de movilización del país, ilegal pero tolerada por las autoridades, se retiró del Movimiento al que se había adherido desde el comienzo. El grupo islamista justificó su decisión alegando el carácter laico de las manifestaciones y reivindicaciones del M20F, en oposición a la identidad del pueblo marroquí musulmán, y según él, en clara contradicción con lo que sucede en los demás países árabes.
Este alejamiento de los islamistas pudo haber sido fatal para el M20F. Sin embargo, las manifestaciones demostraron todo lo contrario: la movilización no ha perdido su fuerza. Algunos consideran incluso que el divorcio con los islamistas radicales ayudará al Movimiento a recuperar cierta coherencia ideológica que había perdido en los últimos tiempos.
De hecho, en las manifestaciones organizadas casi semanalmente por el Movimiento durante los últimos diez meses, los islamistas de Justicia y Caridad marchaban juntos pero sin mezclarse con los jóvenes izquierdistas laicos del M20F. Se situaban al final de los cortejos, separaban a hombres y mujeres y, poco antes de retirarse del movimiento, coreaban sus propios eslóganes y exhibían sus propias banderolas. Una situación que llego a ser problemática. Oussama Elkhlifi, joven activista y fundador del MF20, declaraba recientemente en una entrevista de la revista francesa Rue89: “Me molesta que hombres y mujeres no se manifiesten juntos”. Según él, era “un problema que aquellos militantes no estuvieran a favor de las libertades individuales, o de la igualdad entre hombres y mujeres”.
“Las movilizaciones continuarán aunque se desmarquen las organizaciones políticas, ya sean islamistas o no”, concluye Hamza Mahfoud.
El M20F: un movimiento combativo pero pacífico
El Movimiento 20 de Febrero desde hace varios meses organiza casi todos los domingos protestas contra el régimen marroquí, logró, según el vice-presidente de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) Abdelhamid Amine, “acabar con el miedo y reapropiarse la calle como marco del combate político”.
“La fuerza del M20F radica en sus características. Se trata de un movimiento democrático, popular, independiente y combativo pero pacífico:
Democrático.La dimensión democrática del movimiento se ve reflejada antes que nada en su propio funcionamiento interno. Todos los integrantes participan en forma igualitaria, sin hegemonías, ni exclusiones. Las decisiones se toman por consenso, o si se recurre al voto, para ser valido este tiene que apoyarse en una amplia mayoría en regla general superior al 80 por ciento. El M20F también es democrático por el objetivo que persigue: instaurar un régimen democrático en lugar del actual “Majzen” – oligarquía dirigente de Marruecos.
Popular. El movimiento ha logrado movilizar de momento unos cientos de miles de ciudadanos, y pienso que lograra movilizar millones de ciudadanos para lo cual deberá movilizar más y mejor a los habitantes de los barrios populares, a los asalariados, a los campesinos, a los estudiantes – es hora de que la Unión Nacional de los Estudiantes de Marruecos (UNEM) desempeñe un rol activo dentro del movimiento popular – las mujeres, los desempleados, los intelectuales democráticos y los defensores de los derechos humanos.
Independiente. Independencia no significa neutralidad política, sino implica que las decisiones, los programas, los medios de acción sean adoptados en forma democrática y tomando en cuenta la voluntad colectiva de sus miembros y no los dictámenes de algunos de sus integrantes.
Combativo pero pacifico.Es evidente que no lograremos combatir al Majzen – y los inmensos medios políticos, económicos y culturales de los que dispone, así como el apoyo imperialista que recibe y su práctica secular de opresión y represión de todo movimiento popular y democrático – sin un combate encarnizado y una combatividad cada vez mayor. Sin embargo, el M20F optó por un combate pacifico. Haraka silmya, la hajra, la janwiya, que significa movimiento pacífico, sin piedras, ni cuchillos.
Pluralidad y Unidad.Nuestro movimiento es plural, agrupa en la práctica organizaciones políticas de la izquierda radical – tales como el PADS, el PSU, el CNI, y hasta hace poco a los islamistas de Justicia y Caridad; organizaciones sindicales; la gran mayoría de las organizaciones de defensa de los derechos humanos; organizaciones de jóvenes, de mujeres, asociaciones de diversas personalidades democráticas. Esa dimensión plural constituye una fuerza de nuestro movimiento. Permite conseguir un amplio apoyo popular en nuestra lucha en contra del “Majzen” y en pro de la democracia.
Hemos logrado hasta ahora salvaguardar nuestra unidad, a pesar de los intentos del Majzen de derrocar nuestro movimiento a través de la desinformación mediática, de la denigración, de la represión directa por las fuerzas de seguridad o indirectas por los “baltajis” – marroquíes reclutados por el poder en los barrios más desfavorecidos, para reventar las manifestaciones haciéndose pasar por defensores de la monarquía, de la recuperación de los oportunistas, de maniobras políticas, etc. Por supuesto que existen grandes diferencias ideológicas y políticas dentro del M20F, pero nos hemos acordado en una plataforma de reformas común, la plataforma del 14 de febrero, que podemos seguir mejorando en forma colectiva.
No tememos nuestras diferencias, pero debemos defender nuestra unidad. La unión contribuye a nuestra fuerza, la división contribuye a la fuerza de nuestros enemigos. Por lo tanto tenemos que estar atentos a todo aquello que nos pueda dividir. Vemos que la división proviene no solamente de divergencias políticas e ideológicas – reflejadas en los eslóganes de las manifestaciones, en los lugares donde decidimos manifestar, en algunas reivindicaciones, etcétera, sino también de la ausencia o falta de organización. Debemos de trabajar mucho más sobre este tema si queremos fortalecer el movimiento. La dimensión nacional del M20F debe de ser reforzada por una mejor coordinación inter-regional.”
Publicado el 01 de Enero de 2012