Desinformémonos | Ciudad de México. 9/08/2016.- Nuevos indicios, que apuntan a situar el teléfono del estudiante Julio César Mondragón Fontes en el Campo Militar Número Uno, obligan a Procuraduría General de la República (PGR) a profundizar la indagatoria hacia el Ejército, dijo Vidulfo Rosales Sierra, abogado de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Así lo señalan los documentos que la empresa Telcel entregó a los periodistas Francisco Cruz, Felix Santana y Miguel Ángel Alvarado en la investigación periodística que llevaron a cabo y que finalmente fue publicada en el libro “La guerra que nos ocultan” dónde detallan que el teléfono celular de Mondragón estuvo funcionando del 27 de septiembre de 2014 al 14 de abril de 2015 y en ese periodo recibió llamadas del Centro de Investigación y Seguridad Nacional de la Secretaria de Gobernación (Cisen) y del Campo Militar Número Uno, ubicados en la Ciudad de México.
Los autores aseguran, además, que el celular del joven que fue desollado se utilizó para espiar a los contactos de la víctima, porque Julio César, dicen, es una de las claves para explicar la represión estudiantil en Ayotzinapa aunque el abogado informó que de los siete celulares, pertenecientes a los estudiantes desaparecidos, que se mantuvieron activos después de los ataques del 26 y 27 de septiembre en Iguala, ninguno se ubicó en alguna instalación militar y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sólo se enfocó en los teléfonos de los desaparecidos, en busca de información de su paradero.
Rosales Sierra dijo al medio El Sur, que es necesario que esta investigación se incorpore a la averiguación previa, y junto a lo que ya existe sobre la intervención de militares en los ataques del 26 y 27 de septiembre, ya que esto “ refuerza la necesidad de constituir una línea de investigación sobre el Ejército” y agregó que “más allá de la veracidad que constituya se deben de tomar en cuenta para los fines de la información, no se puede tirar por la borda la investigación, hay un trabajo periodístico desde los hechos del 26 y 27 de septiembre que no podemos soslayar”, dijo respecto al documento que ya revisan.
Felipe De la Cruz, uno de los voceros de las madres y padres de los normalistas, aseguró que no les sorprende la revelación y que la posición del gobierno es la de negar cualquier intervención de soldados para evitar una investigación exhaustiva. “No cabe duda que siempre ha sido así, encubrir a criminales, principalmente a militares”, aseguró De la Cruz.
Igualmente, dijo que no confían en el informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que determinó que su rostro fue carcomido por ratas y perros, pero sí están” seguros de que fueron militares quienes ejecutaron a Julio César por la forma en que lo asesinan, lo someten, de resquebrajarle el cuerpo, la cabeza, son militares entrenados para imponer con sus acciones el terror y es el mensaje que siempre percibimos desde el inicio” aseguró De la Cruz.
Por su parte, Marissa Mendoza, esposa de Mondragón, publicó en su cuenta personal de Facebook que “El día de hoy continúa esta lucha por la búsqueda de la justicia para Julio César y resulta que hay un libro que está a punto de salir a la venta con el nombre de “La guerra que nos ocultan” donde en el vienen puras especulaciones personales de tres personas QUE NO TIENEN LA MÁS MÍNIMA IDEA sobre la pericia en el análisis forense de comunicaciones telefónicas, pero que colaboraron para escribirlo; no puedo creer que estén lucrando con mi dolor y el de mi hija.
Lo peor de todo es que estas personas Jamas me consultaron de manera personal sobre la publcación y la venta de este libro y mucho menos a mis representantes legales del centro PRODH, realmente lamento mucho que personas como estas vean la tragedia y el dolor que estamos vivimos día con día como una oportunidad de ganar notoriedad y fama.
Pido que por favor NO AYUDEMOS a compartir lo que acaba de salir en medios de comunicación por que realmente no ayuda en nada para el esclarecimiento de los hechos, para la búsqueda de la VERDAD Y JUSTICIA!”.
Julio César Mondragón Fontes es uno de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa Guerrero que se encontraba en el ataque que la policía estatal emprendió en contra de los estudiantes y que dejó 43 desapariciones que aún no son resueltas con la presentación de los estudiantes ni esclarecidas en los hechos, a diferencia de ellos, el cuerpo de Julio César si fue encontrado y de hecho expuesto en una calle de Iguala, Guerrero, con el rostro arrancado y los ojos extraídos en una situación hasta entonces vista como clara muestra de tortura.
Rosales aseguró que continúan la búsqueda y presentación con vida de los 43 por lo que el próximo 26 de agosto se llevará a cabo la 23 Acción Global por Ayotzinapa en la que se dará un concierto en el Estadio Azteca con la participación de artistas y grupos musicales que apoyan y acompañan su movimiento.
