“No vamos a dejar que nos sigan pisoteando”: Nestora Salgado

Gloria Muñoz Ramírez / Desinformémonos

Las puertas del penal femenil de Tepepan se abrieron y Nestora Salgado salió completamente uniformada. Con camisa verde, gorra negra, pantalón negro y botas militares, Nestora fue recibida por al menos 50 policías comunitarios procedentes de Olinalá, Pochutla, Huamuxtitlán y Ayutla de los Libres, de Guerrero,  quienes la reivindicaron como su comandanta, aunque oficialmente el nombramiento es el de coordinadora. Comandanta le llamaban, paradójicamente, la Armada y el ejército de la región, los mismos que la aprehendieron hace 31 meses.

Nestora salió y se colocó simbólicamente unas esposas. Fue el policía comunitario Giovanni Torres quien a nombre de todo un pueblo la liberó. El significado fue que no era el gobierno quien la excarcelaba, sino la presión de la gente, su pueblo y miles de personas de México y de todo el mundo que salieron a las calles, montaron campañas, realizaron marchas y plantones para exigir su libertad. A ellos Nestora dirigió su primera frase: “¡Estoy libre. Lo logramos!”.

Sus hijas Grisel y Saira, y sus nietos la rodearon enseguida. Y luego un rifle fue puesto en sus manos. “Vamos a seguir luchando para que no nos sigan reprimiendo. Si es necesario esto –muestra el fusil-, pues a esto vamos a llegar, pero no vamos a dejar que nos sigan pisoteando. Me siento honrada de que ustedes estén aquí conmigo”, dijo Nestora. Y la respuesta fue: “Así se habla mi comandante”.

Enseguida uno a uno fueron pasando a cuadrarse frente a ella: “A sus órdenes mi Comandanta”, fue el saludo seguido de un abrazo. Nestora los reconoció y los nombró a todos por sus nombres, mientras más de uno se limpiaba las lágrimas.

Nestora y Ayotzinapa. Se acerca a ella una comisión de padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala. La Normal Raúl Isidro Burgos es conocida para ella, quien ya estaba presa cuando ocurrió la tragedia de la desaparición forzada. Se abrazan y se hablan. Momentos después todos juntos cuentan del 1 al 43 seguido del grito que demanda justicia.

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Antes, tempranito, llegaron al penal sus abogados. Leonel y Sandino Rivero, los mismos que liberaron al indígena chiapaneco Alberto Patishtán. Hablaron de un proceso jurídico plagado de irregularidades que poco a poco fueron subsanándose. Ellos asumieron la defensa el enero de 2015, fueron el cuarto grupo de abogados y los que consiguieron su libertad. Nestora sale así sin procesos en contra, pues las acusaciones de secuestro, robo, privación de la libertad y homicidio se desvanecieron.

“Fue un asunto muy complicado política y jurídicamente, que nos llevó al límite como defensores, pero a dos años y medios Nestora está en libertad. Esto no se hubiera podido lograr si no hubieran estado las personas y las organizaciones que apoyaron todo el proceso”, señala Sandino Rivero, quien aclara que la libertad de Salgado puede abrir la puerta del resto de los nueve presos del sistema de justicia comunitario, pues se demostró que no hay delito que perseguir.

Las cámaras y mocrófonos rodean a Nestora en el camino al autobús que la conducirá al Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, donde ofrecerá una conferencia de prensa. En el trayecto Nestora no puede estar más feliz. El autobús va repleto de comunitarios, no cabe uno sólo más. Todos cantan, gritan porras y Nestora ríe a carcajadas. Les agradece la canción de El columpio, que alguna vez le cantaron por teléfono cuando aún estaba presa en el penal de alta seguridad de Tepic, Nayarit, a donde la condujeron luego de haber sido aprendida en agosto del 2013.

El camino es el encuentro de Salgado con los integrantes de Comunitaria y con su familia. Sus tres hijas la rodean. Ellas viven en Estados Unidos, país al que Nestora emigró hace más de 20 años y donde hizo de todo para sacarlas adelante. Por eso, y porque nunca tuvo ni una multa, tiene también la ciudadanía norteamericana.

En el Centro Pro la espera la gente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco, quienes no paran de gritar consignas y entonar canciones. Cuando de presos políticos y solidaridad se trata, Atenco no falta. También está Marco Antonio Suástegui, de la resistencia a la presa La Parota, recientemente también liberado. Luis Hernández Navarro, Marta Lamas, Magda Gómez, los sacerdotes Miguel Concha y Alejandro Solalinde, entre otros, figuran entre los asistentes.

Siempre al lado de los comuniatarios, Nestora habla ante la prensa. “Soy del pueblo, soy el rostro de los que nadie ve, de los que nadie sabe que están presos, mi gente logró traspasar fronteras, pero hablamos de 500 presos políticos en México. Les pido que por ellos demos el siguiente paso. Llamo a que se unan a esta lucha, únanse a la campaña, denuncien los abusos que vivimos los presos políticos: golpeados, castigados. Me toco ver que al hospital llegaran presos con las vísceras destrozadas por los carceleros, la llevan a morir al hospital. Mueren por semana dos o tres presos, de los que me pude dar cuenta, eso no se vale. Exijamos respeto a nuestros derechos, de los pueblos indígenas, de la policía comunitaria. Hago un llamado al gobernador de Guerrero por la libertad de Molina, de Campos Herrera, de Gallardo. Pido por la libertad de Samuel, que es un niño y no tenía 18 años cuando lo detuvieron por portar un arma, y lo encarcelaron con adultos. Pido que liberen a los presos de la CRAC, que se atienda, como en mi caso, a la ley 701. Son campesinos, padres de familia que un día se levantaron hartos de que nos mataran y violaran nuestros derechos.”

La conferencia es un acto por los presos políticos del país. Más de 500. Y por los nueve de la Policía Comunitaria. Hablan las esposa las esposas de Arturo Campos Herrera y de Gonzalo Molina, mujeres que cambiaron sus vidas y se convirtieron en luchadoras por la libertad de sus maridos, como tantas otras lo han hecho por sus hijos y padres.

Habló también Abel Barreda, del centro Tlachinollan, de la montaña de Guerrero: “¿Cuánto cuesta pelear por la justicia en un estado hecho trizas por el poder caciquil?¿cuántos delitos dice el gobierno caciquil que cometiste por ser fiel a la asamblea regional de la CRAC?¿Por qué pagaste tan caro por defender los derechos del pueblo? Son las valientes mujeres de la Montaña el símbolo de la lucha contra la impunidad”, interrogó el antropólogo.

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Giovanni Torres, comandante de la Policía Comunitaria anuncia que el próximo 23 y 24 de abril se realizará en Olinalá el tercer encuentro nacional por la libertad de los presos políticos. Y Yolanda Barreto, integrante del Comité por los presos políticos, acusa que a sus familiares “nadie va a repararles el daño de los años que los mantienen recluidos.”

Después de la conferencia viene la comida preparada con ayuda de las mujeres de Atenco. Ahí están doña Trinidad Ramírez y América del Valle detrás de las tortillas de maíz azul y el mole rojo.  Nestora cambia el uniforme por una blusa fucsia bordada a mano por artesanas de Oaxaca. Come acompañada de los policías, las organizaciones y su familia. Atziri Ávila, coordinadora de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos, mujer cercana a todo su proceso, arregla la logística. Más adelante, siempre risueña y sin perder el ánimo, Nestora baila, canta, comparte un pastel y se toma fotos con quien se lo pide.

Son las primeras horas fuera de prisión. Aún le falta una reunión abierta convocada en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. En los próximos días viajará con sus hijas a Estados Unidos para atender se problemas de salud. “Mi partida no es una condición para mi liberación”, aclara Nestora, quien en otras ocasiones tuvo ese ofrecimiento y lo rechazó. “La lucha sigue y hay mucho quehacer”, remata.

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4 Respuestas a ““No vamos a dejar que nos sigan pisoteando”: Nestora Salgado”

  1. México un gran y muy sufrido pueblo.En algún momento este Estado fallido e intoxicado por la corrupción y el narcotráfico,será destruido por esta nueva generación de patriotas con una elevada comprensión y una ferrea voluntad de cambio .México tiene una gran esperanza y está en el corazón de esta noble gente.

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