En los límites de la frontera

Tomás González Castillo

Migrantes y refugiados en Tabasco realidad, retos y perspectivas

1. Realidad de la migración en el corredor americano.

La violencia que padece Centroamérica no se puede esconder; incluso los conceptos con el que se le nombra a la región es militar. Por ejemplo, Honduras, El Salvador y Guatemala, han sido catalogados como “El triángulo norte de Centroamérica”. México es parte de esta región violenta. Estamos en los países más desiguales del orbe, mientras en la región viven los hombres más ricos del mundo, también hay millones de empobrecidos. Nos movemos en una economía de muerte que desgarra sin misericordia los recursos naturales dejando a la tierra verdaderamente devastada y desplaza seres humanos, catapultándolos hacia el norte, donde serán recibidos con batazos.

El tránsito del migrante en el corredor americano desde el origen hasta su destino es una de las peores vergüenzas de la humanidad: en Centroamérica, la carencia aguda de los derechos de seguridad, desarrollo socio-económico, trabajo y garantías de una vida sin violencia y riesgo. En el tránsito –durante su recorrido por México- la ausencia del respeto a la vida, el acceso a la justicia y a la integridad física. Podemos afirmar que el Estado mexicano ha hecho del desprecio a la vida, su práctica común. Y, finalmente en el destino –si es que se llega a Estados Unidos-, respeto a sus derechos humanos y laborales, los derechos a no ser explotado ni discriminado. La migración se ha vuelto una dolorosa y dramática metáfora del desarraigo forzado, de la salida obligada para intentar sobrevivir, pero también de la indiferencia y desdén estatal a los marginados y excluidos.

Dentro de este contexto, en la migración se refleja la enorme paradoja de que los Estados nacionales –de origen, pero también los de tránsito y destino-, antes que atender las necesidades de los migrantes, priorizan y privilegian los intereses y deseos de otros sujetos sociales y otros Estados nacionales. Por ejemplo, en el caso de los migrantes sin documentos migratorios -de El Salvador, Guatemala y Honduras-, el Estado mexicano, más que abordar el éxodo centroamericano como un problema humanitario y de refugio, atiende las exigencias de seguridad y control fronterizo del gobierno federal de EU.

2. Realidad de la migración en Tabasco

Hemos dicho en repetidas ocasiones que en Tabasco estamos en una frontera, no solo geográfica, hemos llegado a los límites de lo que significa la frontera. Toda frontera, a los diferentes actores frente a ella siempre nos pone en el límite de algo, principalmente del camino y frente a esto brota el desafío.

En la frontera sur de México hemos llegado a los límites de un sistema global que ha generado división, desplazamiento, marginación, confinación, arrinconamiento, enfermedad, crímenes, muerte; al conjunto de todo esto lo hemos llamado el holocausto migrante. Surgen entonces a borbotones los desafíos: unidad, inclusión, construcción, dignidad. Frente al sistema basado en la suma del mercado y la seguridad dando como resultado el sistema global extractivista y excluyente, tenemos el desafío de construir un sistema global que tenga como centro al ser humano, donde los flujos migratorios sean vistos desde la dignidad humana.

El camino del migrante en México, que inicia en Tabasco, ya lo han dicho muchos, está inmerso dentro de una crisis humanitaria, fruto del fracaso de las políticas migratorias de toda la región. Políticas reducidas al cierre de fronteras, al control de los flujos migratorios a través de cientos de agentes (seres humanos), no solamente deteniendo, sino reprimiendo a otros seres humanos. Los efectos de esto son evidentes: el control absoluto del crimen organizado de las fronteras y las rutas migratorias; la corrupción y la impunidad de las autoridades directamente implicadas; el sufrimiento de las personas vulnerables en situación de movilidad, que vuelven a la clandestinidad y sufren todo tipo de desgracias.

3. Retos que nos presenta la movilidad forzada

1. El trabajo en los países de origen

El sufrimiento, la muerte y desaparición de las personas en movilidad forzada, no se puede entender si no se va a los países de origen saqueados por el ya mencionado sistema de exclusión. Aquí es indispensable el desarrollo social que no va a venir espontáneamente y no vendrá tampoco con la barita mágica de la inversión millonaria que se pudiera hacer. Habrá que diseñar políticas audaces de cooperación integral entre los Estados involucrados. Esto no se logrará si no se revisa a fondo el sistema económico imperante.

2. Integración y acogida: cohesión social

Un reto es la integración de las personas en movilidad forzada, que por más agresiva que sea la política de devolución y deportación sin ningún cuidado, las personas regresarán una y mil veces, de diferentes maneras y por caminos ni siquiera imaginados. Es urgente diseñar sociedades acogedoras que generen cohesión social

3. No migrantes y refugiados, por separado. Todos, personas en situación de movilidad forzada con urgente protección internacional

Es la hora de superar la diferencia entre personas migrantes y personas refugiadas, esto es una trampa; debemos hablar del común denominador de la movilidad humana forzada. Todos son seres humanos, todos deberían tener una proteccion internacional, todas y todos ellos son víctimas comunes de un solo sistema global de exclusión; todas y todos son expulsados. Los así llamados migrantes económicos, son también desplazados porque son víctimas de una economía de muerte que los ha hecho salir huyendo en busca de mejores condiciones de vida. Son muertos sociales y de ellos tenemos un sin fin en México.

4. Perspectivas

1. Desde dónde

La solución vendrá desde abajo; no seamos ingenuos pensando que la solución es cupular, jerárquica. Los derechos humanos en la historia de la humanidad han sido conquistados desde abajo, el costo todos los sabemos, es el derramamiento de sangre, las víctimas son siempre del lado de los pobres.

2. Un nuevo sistema económico

En términos económicos no olvidemos que son los migrantes quienes sostienen la economía de los países expulsores. Es urgente revisar el sistema económico mundial que tiene sometida a la humanidad. Según el BM para 2015 había 250 millones de migrantes en el mundo que mandaron a sus familiares la cantidad de 600 mil millones de dólares. ¿A dónde va a dar todo ese dinero? Los países ricos se siguen enriqueciendo y los países expulsores no solo se siguen empobreciendo, sino hay una descomposicón social quizá irreversible.

3. Un nuevo sistema social

La solidaridad frente a una catástrofe prende como una llamarada y, ¿después qué? Viene después el rebote xenofóbico, de miedo, de inconformidad, de culpabilidad hacia las personas migrantes.

En el tema de mobilidad forzada siempre hay que tomar encuenta el drama que supone, pero además la paradoja de que a la par viene la justificación del miedo y el odio al diferente sustentado en la violencia que se trae. En el corredor americano viene antes el querer controlar por todos los medios un flujo migratorio que es incontrolable mientras las personas que salen vienen por el hambre, la miseria y la violencia que los expulsa.

Los pueblos de la región (México, Centroamerica, El Caribe) tienen valores trascendentales que hay que recuperar: acogida, hospitalidad, solidaridad, pero no coyuntural, sino estructural, tranversal.

Frente al drama humano, no se puede evadir el compromiso. México tiene que cambiar de carril. Tenemos que recobrar el genóma hospitalario que nos caracteriza. Para ello, las primeras fronteras que hay que derribar son los prejuicios, miedos, que, por otra parte, son muy fáciles de agirtar por intereses políticos.

4. El concepto de ciudadanía mundial y la gestión de las fronteras

Globalizar la ciudadanía, no podemos sostener que siga habiendo extranjeros, ciudadanos de primera, segunda y tercera. Lo que significa un esfuerzo inconmensurable por conciliar las realidades de control migratorio, respeto a los derechos humanos, a la libertad, obligatoriedad de protección internacional

2 Respuestas a “Violencia, Migración y Narcotráfico”

  1. José Luis Saucedo Muñoz

    El orden mundial económico generatodo esto, meda gusto ver un enfoque distinto, lo que se hace no es «limosna» es respuesta a un sisstema de degrada al ser humano. Así que los felicito por esta forma de ver las nesecidades humanas, NO ES LIMOSNA, es tratar de resolver y ver de forma distinta lo s resultados de un sistema miserable. ANIMO Hermanitos

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