Estamos en el contexto de la XI Caravana de Madres y Familiares de personas migrantes centroamericanas en búsqueda de sus hijas, hijos y familiares desaparecidos en México.
Son ahora 40 madres que ya empezaron a recorrer el país con sus justas demandas. Ingresaron a México por Tenosique, Tabasco el pasado 30 de noviembre y lo abandonarán el 19 de diciembre por Tapachula, Chiapas. Paradójicamente al ingresar a México por la frontera de El Ceibo, hayun letrero que dice “Bievenidos a México”, bienvenida que no es para sus hijas, hijos y resto desus conacionales, pues no estuvieran desaparecidos.
El principal objetivo de estos once años de lucha organizada es por supuesto encontrarlos a todos, a todas, donde quiera que estén, como estén. Los quieren vivos, no muertos, y en caso de que los encontraran sin vida, quieren explicaciones, motivos, sanción a los culpables. El grito se replica como con los desaparecidos y/o secuestrados en México: ¡VIVOS SE VINIERON, VIVOS LOS QUEREMOS! Hasta ahora su titánico esfuerzo las ha llevado a encontrar más de 200 personas según datos del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), principal organizador de la Caravana. Pero faltan muchos más, el mismo MMM habla de más de 70,000 personas migrantes desaparecidas en México.
El segundo objetivo de la Caravana es la incidencia política. En su profunda sencillez, las madres en estos 11 años se han reunido con gobernadores, legisladores locales y federales, una gran diversidad de actores políticos. Además Ministerios públicos, Fiscales, etc. Todos las han escuchado y se han comprometido, sin embargo, el resultado ha sido mínimo, a pesar del compromiso, la situación ha empeorado. No es exagerado decir que aun con la falta de sensibilidad de los grupos en el poder, las madres han empujado la visibilidad del drama que lloran; han exhibido al gobierno mexicano como el principal operador de la política migratoria regional orquestada desde los Estados Unidos; política que tiene que ver con la contención, con la criminalizacion que desembocará precisamente en la desaparición de muchas personas, con todas las tragedias en torno a la poblacion migrante, que conocemos de sobra en México.
El tercer objetivo es la incidencia social, poder lograr que la sociedad mexicana retome su vocación anfitriona; revertir la política migratoria fratricida que a la pregunta ¿Dónde está tu hermano? Tendrá que contestar lleno de vergüenza: enlas fosas clandestinas, muerto, tirado como basura podrida en un hoyo; escupido y humillado en las inhumanas cárceles mexicanas; vendiendo su cuerpo, víctimas de la trata en los peores y y también más costosos lugares de prostitución; privado de la libertad en las así llamadas Estaciones migratorias; esclavizado en los campos agrícolas; clandestino, reducido a la nada en cualquier parte del país, porque si revela su identidad, será menos que la nada.
La XI Caravana de madres, viene una vez más y en su paso por México, dejará no solo lágrimas, sensibilidad, incidencia política. Dejará dignidad, abrirá los ojos, los oídos de los que han renunciado a asumir al otro. Abrirá los brazos de aquellos que los han cerrado y han quedado indiferentes viendo altaneramente que su hermano centroamericano se desangra y muere.
Nos hará clamar junto con ellas: ¡NOS HACEN FALTA TODOS!
Foto: Eliana Gilet