Una Europa golpeada por el desempleo se manifestaba este miércoles en el Día de los Trabajadores contra las políticas de austeridad, al tiempo que Asia denunciaba las condiciones laborales y el papa Francisco reclamaba a los políticos generar empleo respetando las reglas de la justicia social.
Asia había iniciado estas manifestaciones, que también sirvieron para recordar a los que desempeñan su labor en situaciones muy difíciles, como en Bangladesh, donde los obreros textiles trabajan en condiciones miserables para las firmas occidentales.
Decenas de miles de trabajadores se manifestaron en Dacca para denunciar la muerte de más de 400 trabajadores en el incendio de talleres textiles, mientras que en otros países asiáticos reclamaron aumentos de salarios y mejores condiciones laborales.
Las grandes capitales europeas se preparaban, mientras tanto, para las manifestaciones contra la austeridad y el paro previstas en España, Italia, Grecia, Chipre o Francia.
El aumento del desempleo ha alcanzado un nivel récord en la zona euro del 12.1 por ciento en marzo y alimenta el cada vez mayor rechazo a las políticas de austeridad, en particular en los países del sur del continente, los más afectados.
En el Vaticano, antes miles de fieles que asistían a la audiencia semanal, el papa Francisco exhortó a los políticos a hacer todo lo posible para reactivar el mercado laboral y denunció el desempleo como la consecuencia de un pensamiento económico que omite las reglas de la justicia social.
Los primeros manifestantes se reunían en ese mismo momento en Italia, como en la ciudad medieval de Perugia, en el centro del país, situada en una de las regiones más afectadas por el paro y donde varios miles de personas tomaron las calles.
Unas horas antes, unos manifestantes se habían enfrentado a la policía en Estambul al grito de muerte al fascismo, larga vida al 1º de Mayo, cuando las autoridades habían prohibido las manifestaciones debido a las obras en la plaza Taksim, lugar emblemático de la ciudad turca.
En Grecia, el país que junto a España detenta el récord de desempleados, con un 27.2 por ciento en enero, estaban previstas dos manifestaciones a mediodía en Atenas.
Los barcos se quedaron amarrados en este 1º de Mayo con lo que no hubo ningún enlace con las islas, debido a una huelga convocada por los sindicatos marítimos. Varias pancartas del sindicato GSEE pedían convenios colectivos, empleo, crecimiento, derechos democráticos.
En España, los dos grandes sindicatos, UGT y CCOO, han convocado 82 manifestaciones en todo el país, con la principal en Madrid.
El 1º de Mayo debe poner en evidencia la incompetencia de las instituciones europeas, el fracaso de las políticas de corte neoliberal y la inutilidad e injusticia de las decisiones que condenan a las sociedades a la pobreza, al desempleo y a la pérdida de confianza en su futuro, que son el caldo de cultivo de políticas populistas y antidemocráticas, afirmó UGT en su manifiesto, cuando el desempleo se situó en España en el 27.16 por ciento de la población activa.
El mismo llamamiento se repitió en Portugal, uno de los países que recibieron ayuda financiera internacional condicionada a un plan de austeridad, donde la UGT denuncia los sacrificios y la austeridad que ha llevado al desempleo y el empobrecimento del país En Francia, donde la impaciencia crece frente al aumento del paro, las dos grandes centrales sindicales, la CGT y la CFDT, tenían previsto manifestarse de forma separada en la primera fiesta del trabajo con un gobierno de izquierdas.
En un momento en que el número de desempleados alcanza un récord histórico de 3.2 millones de desempleados, y donde a diario se anuncian supresiones de empleo, la mayoría de los franceses (57 por ciento) considera que la defensa del empleo debe ser el primero objetivo de los sindicatos, según un sondeo.