Esta semana, un grupo de estudiantes de secundaria reivindicó, en una escuela del sur de Brasil, en Porto Alegre, su derecho a usar shortinho. Aunque parezca simple, la reivindicación de una prenda de vestir implica de todo: desde una reafirmación del poder femenino hasta la lucha contra el prejuicio y el conservadurismo. Que viva el shortinho pues. Este movimiento femenino no está aislado.
Nao feche minha escola y Comando Das Escolas em Luta son dos de las páginas en las que se difunde y coordinan acciones de los llamados Secundaristas. El germen estuvo en Sao Paulo, en dónde a finales de 2015 el grueso de las escuelas pública fue ocupado por sus estudiantes. Con ese movimiento, lograron echar atrás una reforma del gobernador del Estado Gerardo Alckim, quien impulsaba la “reorganización” de las escuelas públicas del estado, cerrando más de 200 locales de estudio.
Léa más #8M #LuteComoUmaGarota aquí: http://desinformemonos.org.mx/8m-lute-como-uma-garota-las-mujeres-mueven-la-calle-en-brasil/
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