Por: Leysi Rubio A. / Beatriz Albert Pino
Son 70 los años que han transcurrido desde aquel fatídico 22 de enero de 1948, cuando la clase obrera, en especial, los trabajadores azucareros, perdían a golpe de pólvora, a su máximo líder.
Hombre incorruptible, Jesús Menéndez sabía que los intereses oligarcas lo querían muerto. Negro, pobre y comunista, no existía por esa época una mezcla tan peligrosa y desafiante para quienes reunían en sus bolsillos el capital entero de una nación.
A Jesús lo asesinaron por luchar, por no callarse, y hoy, muchas décadas después, el pueblo cubano y Cubadebate recuerdan al indomable “General de las Cañas”.
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