Perder el miedo, conquista de los huelguistas de paquetería en Italia

Marco Zerbino Traducción: Clayton Conn

Italia. «El gobierno italiano debe darnos un premio», señala Mohamed Arafat. «Antes de nuestra lucha, que lleva dos años, la mayoría de las empresas de logística y paquetería estaba en el mercado negro de trabajo. Era normal para ellos para evadir impuestos. Pero después de nuestra decisión de ir a la huelga, muchos se vieron obligados a poner en práctica el contrato nacional».

Arafat, nacido en Egipto, ahora es un trabajador del almacén de TNT Express en la ciudad de Piacenza, en el norte de Italia. El 22 de marzo él, junto con miles de personas que trabajan para empresas de logística y paquetería como TNT, UPS, DHL y Polo Logístico, se declaró en huelga.

Operadores logísticos se fueron a la huelga en Milán, centro económico del país, Boloña, Padua, Verona y Treviso, todas ciudades del norte industrial de Italia. En la pequeña localidad de Anzola estallaron enfrentamientos con la policía, mientras los trabajadores hacían piquete en un almacén de la cadena de supermercados COOP para mantener a los esquiroles fuera y evitar que las mercancías salieran.

La huelga del 22 de marzo fue el primer intento de coordinar a nivel nacional, en un solo día de acción, las luchas de los trabajadores de logística surgidas en los últimos dos años. Este sector comprende no sólo a los trabajadores que ordenan y empaquetan la carga en los camiones de las empresas de suministros, sino también a los que trabajan en los grandes almacenes que sirven a marcas famosas, como IKEA, y las cadenas de supermercados como COOP y Esselunga.

Las actividades de logística y mensajería unificadas constituyen un sector en el sistema de relaciones del mercado laboral italiano. La negociación se acerca a un acuerdo sobre el nuevo contrato nacional para el sector, pero los huelguistas afirman que la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL),  y la Unión Italiana del Trabajo (UIL), tres de las federaciones sindicales más importantes en Italia, están haciendo grandes concesiones sin hablar de la plataforma de negociación con los trabajadores.

Muchos de los huelguistas pertenecen a S.I.COBAS o a ADL COBAS, dos sindicatos independientes pequeños, y otros no pertenecen a ninguna organización. Unos más pertenecen a la federación más grande de Italia, la CGIL, pero se declararon en huelga de todos modos.

Antonio Forlano es empleado de UPS y delegado sindical en Milán. Él es parte del comité de reforma de la CGIL llamado La CGIL Que Queremos. «La negociación sobre el nuevo contrato se prevé que concluirá en abril,» declaró, «pero, hasta ahora, lo menos que puedo decir es que a los trabajadores no se les informó adecuadamente acerca de las exigencias de los patrones».

Estas demandas incluyen, de acuerdo con Forlano, aumentar la semana laboral de 39 a 40 horas sin aumentar el sueldo, reducir las vacaciones y permisos pagados, hacer del domingo un día de trabajo normal y, para las nuevas contrataciones, eliminar los bonos normales.

Los empresarios también quieren que se extienda de tres a cuatro horas la pausa dentro de un turno para los trabajadores de almacén. «En este momento, estos trabajadores pueden ser programados para un turno de mañana de, por ejemplo, las seis a las diez horas», señala Forlano. «Después de eso, reanudan su trabajo de una a cinco de la tarde. Esto ya perturba su vida, pero que si el plazo se extiende será aún peor porque que implica la posibilidad de una jornada de trabajo de 12 horas.

«La mayoría de los trabajadores no vive cerca de su lugar de trabajo. Cuando se les pide hacer una pausa de cuatro horas, no pueden simplemente ir a casa».

El contrato sí importa

Arafat, organizador de SI.COBAS, advierte que los patrones están decididos a obtener estas concesiones porque por primera vez realmente tienen que prestar atención a lo que dice el contrato. Antes, eludían los contratos haciendo outsourcing a través de un sistema de «cooperativas».

«Ahora es diferente», señala Arafat. «Esta vez están conscientes de que van a firmar un contrato que los trabajadores pueden hacer valer a través de su lucha.”

Las cooperativas tienen una larga historia en Italia y fueron creadas originalmente para la ayuda mutua de los trabajadores. Pero hoy, en el sector de la logística y entrega de paquetería, a menudo se utilizan para enmascarar el mercado negro de trabajo y reducir los costos de mano de obra. Un trabajador del almacén cargando paquetes en TNT, DHL, UPS o camiones suele ser un tercerizado como «trabajador asociado» en una cooperativa.

Esto significa que las horas de trabajo, los turnos y la remuneración de los miembros de las cooperativas casi nunca están de acuerdo con su contrato. En su lugar, consiguen salarios de hambre, cambios impredecibles, sin aportes jubilatorios y sin derechos sindicales.

También significa una enorme evasión fiscal por parte de las cooperativas. «Para darles un ejemplo, antes de nuestra lucha, en nuestro recibo de pago de TNT se leía ‘ausente’», explica Arafat, “lo que significaba una ausencia no pagada de largo plazo con cero euros como salario. Entonces, todos los trabajadores todos los meses estaban ‘ausentes’ y formalmente no recibían salario. La cooperativa nos pagaba en efectivo».

Las cooperativas son, en realidad, estructuras jerárquicas: uno o dos miembros, usualmente italianos, dirigen y se pagan a sí mismos salarios de lujo, en acuerdo con el contratista. El resto de los trabajadores, por lo general inmigrantes de Egipto, Perú, Rumania, o Pakistán, son simplemente empleados.

Esta situación ha sido tolerada durante más de 15 años. Sin embargo, desde el verano de 2010, los trabajadores se organizan. Esto comenzó en la TNT en Piacenza. La ley permite a los inmigrantes permanecer en el país sólo si tienen un trabajo, así que corrían el riesgo de ser deportados si se lanzaban a la huelga para mejorar sus condiciones.

La interrupción como estrategia

Arafat dice que su estrategia fue interrumpir las entregas de los contratistas para que estos presionaran a las cooperativas para que cumplieran con el contrato nacional. En Piacenza estalló una serie de huelgas lideradas por SI.COBAS, que se extendió a otras ciudades del norte.

A principios de 2013, el balance es favorable para los trabajadores: donde la acción se prolongó y se hizo con determinación, lograron mucho mejores condiciones de trabajo, salarios más altos y el cumplimiento del contrato. Comenzaron por cuestionar al sistema cooperativo, pero ahora la contratación directa -aunque muy difícil de conseguir- parece un objetivo realista a largo plazo.

No hace falta decir que estos logros implicaron un gran costo. En los últimos meses, la tensión entre huelguistas y la policía ha estado en un punto alto varias veces.

Además del episodio reciente de Anzola, a fines de octubre de 2012 estallaron violentos enfrentamientos entre los trabajadores de Polo Logístico y la policía frente a un gran almacén de IKEA en Piacenza. El almacén es el centro principal de almacenamiento de la empresa en Italia, que emplea a 500 trabajadores que distribuyen productos a través del Mediterráneo oriental; los trabajadores de Polo Logístico son empleados de un consorcio de cooperativas.

El centro se vio obligado a cerrar temporalmente el 17 de diciembre de 2012 por los piquetes de los trabajadores, lo cual trajo graves repercusiones financieras. A Aldo Milani, el coordinador nacional de SI.COBAS, la policía de Piacenza no le permitirá entrar en la ciudad durante tres años; además, 29 trabajadores fueron acusados de realizar una manifestación no autorizada.

La huelga del 22 de marzo exigió que los trabajadores puedan participar en la negociación de su contrato. «Yo vengo de Egipto», dijo Arafat. «Como ustedes saben, tuvimos una revolución allá por 2011. En aquellos días, yo le dije a mis compañeros que la plaza Tahrir puede estar en todas partes, incluso en Piacenza”.

«En los hechos, nuestra lucha fue una pequeña revolución.  Así como las personas que se reúnen en la plaza Tahrir, nosotros nos dimos cuenta del poder de la unidad y perdimos el miedo. En última instancia, creo que ése fue nuestro logro más importante».

Publicado el 22 de abril de 2013

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