Para ellas, las que guardan una enciclopedia en sus telares, quien adquiere un textil no se lleva un pedazo de tela, sino un pedazo de la historia de San Mateo del Mar. Saber tejer es mantener vivo a San Mateo del Mar, dicen, porque si ya nadie les enseña a las niñas y niños morirá el conocimiento y, por supuesto, el sagrado mar, el territorio mismo.
Como las olas del mar, las manos de las tejedoras ikoots nunca dejan de moverseLesvia Esesarte escribió para las mujeres ikoots: “Tejen y tejen, nunca dejan de tejer, con sus manos y sus hilos, la riqueza del mar saben dibujar”En una franja del Golfo de Tehuantepec, emerge la historia de las mujeres tejedoras de San MateoAl vaivén de las olas, las mujeres ikoots de San Mateo saben andar y vivir para tejer, porque en cada hilo hilvanado está la fortaleza que les contagia la inmensidad de su marCon los pies en la arena su mente se hace a la marPara atrapar en las redes de su creatividad, su telar es sujetado por varas de madera horizontales, como si fueran las mismas aguas del mar que quieren seguir contemplando¡Y cómo no envolver con los hilos que les hilvana el corazón los alimentos que alimentan su cuerpo!Defenderse de miradas ajenas con los peces azules del mar, las garzas rosas de la playa o las verdes tortugas que les permiten llamarse, por su sabia lentitud, Señoras TortugasSeñoras Tortugas que caminan en el concreto horizontal y vertical, donde también han dejado su huellaCasi en silencio, como si no se dieran cuenta, las mujeres mayores de San Mateo trasmiten su sabiduría a quienes las relevaránSin pescar, dejan en las prendas el ir y venir de los peces, de las jaibas, de las tortugas, en un lienzo defendido por los hilos azules que determinan su pertenenciaSi sus cuerpos no están anclados a los árboles donde tejen, las mujeres de San Mateo están moviéndose en las calles, mezclándose como sus hilos entre luces y sombrasLas mujeres en el mercado hacen valer su trabajo y la palabra se vuelve leyLas artesanas a veces se detienen y miran al horizonte de donde su imaginación, vuelta red, atrapa a los seres de mar y tierra que plasmarán con hilosProducto del telar son los diversos diseños y formas en los artículos que, al venderlos, no sólo les sirven para ganarse la vida, sino también para conservarlaCuando desconfían, sus miradas se retornan también al horizonte de su entornoCuando las manos pueden tener el principio y fin de sus creaciones, vuelve la sonrisa que les da el combustible para seguir tejiendo y defendiendo lo que les pertenece
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