Santa María Yaviche, Oaxaca. El primer “sueño” llegó con la radio comunitaria y luego, en cascada, el bachillerato; la red de telefonía celular propia; los talleres de música y agroecología; la construcción de su Universidad comunal y, más tarde, en diciembre del 2021, su más reciente orgullo: la televisión comunitaria. “Nunca imaginé que iba a ver una televisión, la fiesta, la música, todo”, dice Florinda, zapoteca de 71 años, con una sonrisa desdentada que la abarca toda.
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Florinda Flores, zapoteca de 71 años, se sienta a un lado de su esposo, enciende el televisor y aparece la magia.
La tecnología en manos de las comunidades es una herramienta de lucha.
Esta comunidad podría llamarse “Esperanza”, dice Olga Martínez, “porque antes no había nada y ahora ya hay”.
La comunidad reconoce el trabajo de los jóvenes, como el de Elizabeth Flores, que es parte de la radio, la tele y además es responsable de la tienda autónoma que inició con la idea de distribuir la panela granulada, café molido y el aguardiente que produce Yaviche.
Joaquín Yesmar, joven zapoteca que parece que nació con un chip integrado. Tiene 26 años, pero desde adolescente se integró al trabajo de la telefonía celular comunitaria.
“Utilizamos aluminio y cobre para hacer antenas caseras en forma de T y en la forma en la que venga el pedazo de aluminio”.
“Aprendemos a ser independientes porque la naturaleza nos enseña que hay que vivir en comunidad. Si hemos logrado cosas como la educación o los medios de comunicación, es porque existe un apoyo comunitario”.
A Santa María Yaviche y a las comunidades de El Rincón no llega ningún canal de televisión, por lo que los canales y frecuencias están libres en el sistema abierto y digital.
Yaviche es parte de la esplendorosa Sierra Norte, conocida también como Sierra Juárez. La tecnología los conecta, y si aquí se crea, el acceso no cuesta más que la organización.
Que la gente de los pueblos maneje el internet, la radio, la televisión y la telefonía “es un gran cambio, porque usualmente todo ha estado en manos de las empresas o del Estado para sus propios fines”.
El proyecto radial beneficia aproximadamente a 25 comunidades con alrededor de 25 mil habitantes, tiene 300 watts de potencia y usualmente se usan 250.
Oswaldo Martínez Flores, ingeniero agrónomo egresado de la Universidad de Chapingo y parte importante del aprendizaje comunitario de Yaviche, define la autonomía como “poder construir cosas con lo que tenemos”.
“Experimentamos esta vida alegre, porque hay que amar las cosas que hacemos y hacerlo con alegría”.
Estos proyectos, insiste Joaquín, son parte de su autonomía como pueblo zapoteco.
“Como estamos en un pueblo muy lejano de la ciudad, teníamos televisiones con antenas, pero estaban caras y no teníamos la facilidad para suscribirnos. Ahora tenemos la tele gratuita”, dice Jesús Martínez, campesino de la región.
En Yaviche, los bosques cubiertos de neblina cubren sus suelos lejanos de las amenazas citadinas, una ventaja para quienes quieren conservar la vida comunitaria.
“Nuestros abuelos nos enseñaron que se puede vivir de la naturaleza sin degradarla”.
Estrella, Eliza, Esdras, Jehú, Oswaldo y Joaquín son el equipo base, pero participan constantemente más colaboradores para la televisión, incluso quienes hacen aquí su servicio social de bachillerato.
La autonomía, por supuesto, no es sólo tecnológica, “sino que va con la relación con la naturaleza”.