El feminicidio y la telaraña de poderes

Raymundo Sandoval

Foto: Bajo Tierra Ediciones

Los días 2, 3 y 4 de septiembre de este año, la feminista Emanuela Borzachiello estuvo en varias ciudades de Guanajuato presentando su libro: “rExistimos. El feminicidio y la telaraña de poderes” (Bajo Tierra, 2024) en el que analiza la categoría feminicidio como un concepto político que surge desde la lucha de las víctimas, quienes se han movilizado en el continente entero desde hace tres décadas.

Durante la visita, Ema presentó el libro en León y en Guanajuato, primero en la Universidad de Guanajuato y luego en el Museo Iconográfico del Quijote. También tuvo un encuentro con madres y hermanas de personas desaparecidas de diversos municipios, y colectivos de la entidad. Resonó en ella la frase de las buscadoras: “Y si te desaparecen, ¿Quién te buscará?”.

Resalto tres nociones del libro: reexistir(o Rexistir) es una acción política que no implica golpear y resistir, sino incidir y rearticular energías, prácticas y palabras; la política en términos de construcción y no de confrontación, dice Bozachiello. Las mujeres que luchan contra las violencias feminicidas están adoptando y cuidando el cuerpo de la otra, elaborando colectivamente el luto, transformando el dolor en posibilidad de conocimiento, están dando nueva existencia al territorio que habitan, están re-existiendo. Construyen una esperanza creadora que alimenta las luchas sociales.

Según la propia Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (artículo 21), la violencia feminicidaes “la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, las adolescentes y las niñas, producto de la violación de sus derechos humanos y del ejercicio abusivo del poder, tanto en los ámbitos público y privado, que puede conllevar impunidad social y del Estado. Se manifiesta a través de conductas de odio y discriminación que ponen en riesgo sus vidas o culminan en muertes violentas como el feminicidio, el suicidio y el homicidio, u otras formas de muertes evitables y en conductas que afectan gravemente la integridad, la seguridad, la libertad personal y el libre desarrollo de las mujeres, las adolescentes y las niñas.” ¿La desaparición de niñas y de mujeres se puede entender como parte de la violencia feminicida? Emanuela nos responde que sí, de esa manera hilvana el sistema de relaciones que sostiene la violencia feminicida con las desapariciones de mujeres.

En Guanajuato hay casos representativos de la violencia feminicida relacionados con las desapariciones, como es el de la colombiana Nataly Ángel, desaparecida en Celaya el 18 de junio de 2021, víctima de una red trasnacional de trata de mujeres que probablemente opere entre Colombia y Celaya. En ese mismo municipio asesinaron a 6 mujeres en el fraccionamiento Álamo Country en 2023. Además, el estado es la entidad más mortífera para las buscadoras en el continente con el registro de 6 personas asesinadas desde 2020 a la fecha.

A partir de las redes de relaciones económicas, sociales y políticas presentes en Ciudad Juárez, ciudad ícono del surgimiento de la categoría feminicidio, Emanuela desarrolla la noción Ciudades Juárez Contemporáneas, que no dan cuenta de un estado de excepción, sino de una forma moderna de simbiosis entre violencia, cuerpo y territorio, dice. Parte fundamental de este análisis, requiere analizar las prácticas feministas de reexistencia, la construcción de la esperanza creadora citada al inicio, que las víctimas desarrollan de manera colectiva.

Durante la visita se delinearon algunas acciones para darle seguimiento a estos análisis, a partir de acciones de memoria y de archivo feminista, especialmente con familias de personas desaparecidas. ¡Gracias Ema!

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