La Voz de los que Sobran: comunicación en el Chile de la revuelta

Raúl Zibechi

Cuando decimos que la lucha de los pueblos no deja nada en su lugar, debemos incluir a los medios de comunicación, esos que buscan adormecer conciencias y lubricar opresiones. La revuelta chilena de 2019 tuvo ese tremendo efecto en la sociedad –que se hizo más crítica y consciente-, en el gobierno –que endureció su política represiva- y en los medios que mostraron su verdadero rostro, ese que en la cotidianeidad ocultan bajo un imposible velo de neutralidad.

La Voz de los que Sobran es uno de esos medios que nacieron en la revuelta y que tuvo la virtud de sostenerse cuando la energía colectiva decayó y se perdió el plebiscito por la nueva Constitución el 4 de setiembre de 2022. El impulso de los levantamientos es suficiente para que nazcan nuevas criaturas mediáticas, pero lo difícil suele ser seguir adelante cuando esa energía se dispersa y los poderes –mediáticos y fácticos- vuelven a dominar aplastando las resistencias.

La Voz tiene otra característica poco común entre quienes nos dedicamos a la información: sus impulsores y creadores provienen de los grandes medios, con altos niveles de popularidad, personas que optaron por salirse de los llamados “medios de paga” como dicen los zapatistas –o sea donde la paga lo es todo- para trasladarse a un afuera en el que pueden perderlo todo. En este caso hubo una comunidad que los siguió y los sigue abrazando.

Francisca Quiroga es la directora de La Voz de los que Sobran, pero antes fue directora de El Desconcierto durante siete años. Daniel Stingo es un reconocido abogado que tuvo una elevada exposición en la TV pública y luego fue el convencional más votado. Alejandra Valle fue una celebridad de la farándula mediática que se volcó con la revuelta.

La revuelta los cambió. Primero informaron desde la calle, tuvieron una gigantesca audiencia porque de algún modo fueron “la voz de la revuelta”, y más tarde fueron sancionados por seguir siendo fieles a sus ideas y posiciones políticas.

“Nacimos la primera semana de noviembre de 2019, cuando estábamos cubriendo el estallido en la calle con el discurso “la TV miente”, porque no informaba sobre la represión”, dice Francisca. En esas se conocieron y pronto empezaron los problemas en sus trabajos. Valle fue despedida de la televisión por decir que los Carabineros se victimizaban y Stingo por criticar al presidente Sebastián Piñera.

“Venimos de medios tradicionales o comerciales, críticos pero comerciales. Y al ver estos despidos decimos que ahí tenemos una oportunidad. Decidimos hacer un programa matinal contrahegemónico y contra la prensa empresarial y le ponemos “El matinal de los que sobran”, que venía de una canción de Los Prisioneros y en ese momento todos sobrábamos en la lógica del empresariado”, sigue Francisca.

El primer programa, aún en El Desconcierto, tuvo un millón de visitas en Facebook, siendo el producto digital más visto de Chile en ese momento, lo que hizo que fueran portada de la prensa empresarial. Un buen día un empresario quiso poner dinero pero controlar los contenidos y decidieron salirse.

“Fue el abismo, lo pudimos hacer por la revuelta y porque había tres rostros muy importantes. Cada uno vivía de su trabajo o del dinero de los despidos. Había mucha locura y pasión y eso fue lo que nos sostuvo en un primer momento”, explica. Se les fue sumando gente, como el panelista Hassan Akram, y en junio de 2020 crearon las redes partiendo de cero, pero la gente los siguió. “Entre todos pusimos plata y montamos este estudio, no hubo racionalidad comercial sino la pasión”.

Stingo interviene recordando las tentaciones del sistema: “La Universidad de Santiago de Chile, de las tres más importantes del país, nos ofreció trabajar con ellos en un estudio fantástico, a un nivel muy importante por TV y radio. Estuvimos diez meses y nos dijeron que querían control editorial sobre nosotros. Aunque era el programa más visto nos dijeron que no va más. Esta era mi oficina y aquí nos instalamos”.

La magia de la comunidad

“Nunca recibimos un peso de nadie y los que estamos aquí no cobramos nada. Si los fundadores recibiéramos apenas 300 lucas (unos 300 dólares), esto hubiera muerto”, se sincera Stingo.

La pregunta clave es cómo hicieron para que el bajón nos los arrastrara hasta hundirlos. Francisca se inclina sobre la mesa y muestra su entusiasmo: “Se formó una comunidad y esa es la clave. A partir del 2020 hicimos una estrategia que consiste en una comunidad de socios y socias que llegan a dos mil personas, que ponen de mil a cien mil pesos por mes, que suman 5.000 dólares que los usamos en su mayor parte para financiar a cuatro personas. No tenemos deudas, el funcionamiento inicial lo pusimos cada uno de su bolsillo”.

Sólo cuatro personas perciben salario. Entre ellas Cristóbal Espinoza, a quien conocimos una década atrás, en diciembre de 2011, como okupa de su centro de estudio en plena revuelta estudiantil. “Si los trabajadores pueden autogestionar una fábrica, nosotros podemos autogestionar el liceo”, dijo un joven de 17 años, que ahora trabaja en La Voz.

Tienen una pagina web, www.lavozdelosquesobran.cl, el programa matinal diario de 10 a 12,30 en youtube y una estrategia de intenso trabajo en las redes sociales. Completan el presupuesto con el apoyo de algunos sindicatos y pueden decir con orgullo que “no dependemos ni del Estado ni de alguna ONG”. Algo nada sencillo en esta época: “Desde la derrota de la constituyente el 4 de setiembre nos convertimos en leprosos para los que antes nos querían cooptar. Pero la audiencia se mantuvo y creció incluso”, remata Francisca.

Se definen como un medio de izquierda independiente, crítico incluso con la izquierda, “pero también representamos a los que sobran, a los sectores populares y a la diversidad sexogenérica y al feminismo popular, a los que no están en la agenda”, concluyen.

Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo.

Otras noticias de internacional  

Dejar una Respuesta