El pasado 23 de agosto en la ciudad de San Diego, California, falleció el entrañable líder mixteco y luchador social Don Sergio Magdaleno Méndez Palma. Ante la gran tristeza que embarga a sus familiares y amigos, es importante recordarlo y recordar sus décadas de lucha transfronteriza en beneficio de los pueblos Indígenas del continente. Las acciones y la lucha que llevó a cabo han sido cruciales para la formación de nuevas generaciones de líderes y activistas Indígenas a nivel continental. Sergio Méndez, como lo conocimos sus amigos, nació el 22 de julio de 1953 en el pueblo de San Miguel Tlacotepec, en la Mixteca Oaxaqueña.
Sergio nos contaba que en los años setenta y ochenta, Tlacotepec fue el escenario de luchas fundamentales por los derechos de los pueblos indígenas y semillero de importantes líderes, como los destacados activistas Ignacio Niño García, Argimiro Morales, y los hermanos Sergio y Rogelio Méndez Palma. Los activistas mixtecos, crearon diversas organizaciones para contrarrestar las violaciones a sus derechos humanos y laborales, y combatir la discriminación lingüística y racial. Una de estas organizaciones fue el Comité Cívico Popular Tlacotepense (CCPT) que fue crucial en el desarrollo del liderazgo de Don Sergio Méndez, quien organizó recorridos por la mixteca, instando a otros líderes como Juan Romualdo Gutiérrez Cortés a unírsele para sumar más gente al movimiento.
CCPT ayudó, entre otras cosas a elegir de forma democrática a las autoridades municipales de Tlacotepec, a apoyar económicamente en la construcción de la escuela secundaria Carlos A Carrillo, la construcción de un puente que cruza del barrio de “los Sánchez” a las familias del barrio de Cabayi, así como la construcción de un depósito de agua para el pueblo. Don Sergio sirvió de comisario de bienes comunales, y en el CCPT participó como intermediario en conflictos limítrofes entre pueblos como San Miguel Cuevas y Santa Catarina Noltepec, entre San Mateo Tunuchi y San Francisco Higos, logrando que estas comunidades convivieran en paz. El CCPT incluso apoyó y organizó a muchos trabajadores Tlacotepenses que participaron en las obras del metro de la Ciudad de México a que exigieran pagos y jornadas de trabajo justas.
Los entonces jóvenes líderes del CCPT, a los que Don Sergio decía “el régimen del PRI nos tachó de agitadores comunistas” se convirtieron en migrantes transnacionales y llevaron su lucha a lugares como la Ciudad de México, Baja California, California, Washington, Oregon y otros estados de la Unión Americana. Con la migración tanto nacional como internacional, estos líderes indígenas, se transformarían en actores con alto impacto en las luchas globales de sus pueblos, facilitando su visibilidad y tejiendo alianzas con otros actores sociales y políticos.
Este fue el caso de los hermanos Sergio y Rogelio Méndez Palma, que en su travesía por el corredor migratorio hacia los Estados Unidos conocido como “Oaxacalifornia,” continuaron su lucha, formando líderes e hilvanando un movimiento de activismo transnacional que siguieron ejerciendo en el CCPT, y más tarde, en 1991 al unirse como fundadores del Frente Mixteco-Zapoteco Binacional, mismo que se convertiría en el conocido Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), agrupación que ha sido esencial en la lucha transfronteriza de los pueblos Indígenas migrantes.
En 1981, Sergio participó en la Ciudad de México en la fundación de un boletín llamado La Pulla Mixteca en el que se contaban las luchas de los mixtecos por sus derechos políticos, laborales y humanos. La Pulla tiene un doble significado, cuando se escribe con Y (puya) es un instrumento punzante que se usa para controlar el ganado, y con doble ele (ll), pulla, significa también algo punzante, pero en este caso un dicho. La Pulla Mixteca fue fundamental en la organización y comunicación de los Tlacotepenses para enfrentar a los caciques locales apoyados por el PRI, y sus escritos movilizaron a la población para hacer valer sus derechos.
Don Sergio Méndez fue migrante desde muy niño, sus padres emigraron a Veracruz en donde su padre tocaba sones y jarabes de la nación mixteca y de eso alimentaba a su familia. Le tocó también migrar a Estados Unidos en los años ochenta, y allí ayudó a establecer el Comité Cívico Popular Mixteco (CCPM) en el condado de San Diego, como continuación del activismo que se había realizado en el CCPT. Al CCPM se unieron hombres y mujeres migrantes de diferentes municipios de Oaxaca que llegaban al estado de California a trabajar y buscar mejor suerte.
Una de las principales razones de establecer el Comité Cívico Popular Mixteco fue para canalizar el apoyo a familias que necesitaban trasladar los cuerpos de sus seres queridos que fallecían en California para ser sepultados en sus pueblos de origen en Oaxaca. “Hemos sido pueblos sin fronteras” decía Don Sergio, “Luchamos contra las violaciones a los derechos laborales, humanos, deportaciones, discriminación, xenofobia por grupos supremacistas blancos, y por la misma sociedad anglosajona que criminaliza a los migrantes acusándolos de ser delincuentes, asesinos, violadores, narcotraficantes”.
La migración para los hermanos Sergio y Rogelio Méndez Palma, también potenció que llevaran consigo las tradiciones organizativas de los usos y costumbres, el trabajo comunitario o tequio, y que incorporaran estas prácticas organizativas en sus luchas sociales, fungiendo como importantes estrategas y respetadas figuras en el activismo.
En San Diego, los hermanos Méndez Palma, junto con líderes como Juan Lita Ruiz, ayudaron a establecer el primer sindicato agrícola en San Luis Rey, con los trabajadores de la compañía Every Green, en un rancho conocido como La Yerbita. De igual forma, en 1989, el CCPM fue crucial en las movilizaciones de indígenas oaxaqueños en el Condado Norte de San Diego para exigir castigo a los dueños de la tienda conocida como “La Gallinita” por golpear a un migrante indígena poblano al que acusaron de robo. Gracias a las movilizaciones y los oficios de los hermanos Méndez Palma, se comprobó la inocencia de este trabajador y se le gestionó una indemnización. Más tarde, Don Sergio participaría al lado de otro destacado dirigente del FIOB, Rufino Domínguez apoyando a la Fundación de Asistencia Rural Legal de California en la documentación y denuncia de abusos laborales por parte de los dueños de los ranchos agrícolas en California. En su dedicación a las luchas por la dignidad de los pueblos indígenas, los hermanos Méndez Palma nos recuerdan a otros dos notables hermanos fundamentales para la transformación histórica de México: los hermanos Flores Magón, quienes contribuyeron a la organización de las luchas y demandas sociales que dieron pie a la Revolución Mexicana y el fin de la dictadura de Porfirio Díaz hace más de cien años.
Al traer la experiencia de publicar La Pulla Mixteca en la Ciudad de México, los hermanos Méndez Palma influyeron substancialmente en el establecimiento de El Tequio, un boletín informativo y binacional que el FIOB comenzó a publicar en California y Baja California en los años noventa y que siguió publicando hasta hace unos pocos años. El Tequio, ha ayudado a documentar las luchas binacionales de los pueblos indígenas contribuyendo a diseminar el pensamiento de los líderes comunitarios, y al ejercicio de un periodismo comprometido con las causas sociales. De igual manera, Don Sergio se dedicó a denunciar las condiciones laborales de los trabajadores agrícolas en California y Baja California, resaltando los riesgos que estos trabajadores enfrentan en su salud al trabajar con pesticidas e insecticidas, participando en programas de televisión y radio, como Radio Ranchito de Santa María California, Radio Lobo de Oxnard California, Radio Bilingüe de Fresno.
Sergio Méndez contaba con orgullo que cuando llegó a Baja California a trabajar a los valles agrícolas de San Quintín, no tardó en unirse a otros compañeros para organizarse contra los abusos de los dueños de los ranchos que los explotaban, al poner su experiencia en el Comité Cívico Popular Mixteco y más tarde ya como representante del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales, al servicio de los trabajadores. Don Sergio, junto con otros activistas recibieron amenazas de muerte por parte de los dueños de los ranchos. Esas amenazas se volvieron realidad con el asesinato de Maclovio Rojas Márquez, uno de sus compañeros de lucha. Ante esto, no se amedrentó y continuó con la organización de base. Con esto se logró obtener una parcela para establecer colonias en donde los jornaleros pudieran vivir. Una de estas colonias lleva el nombre de Maclovio Rojas.
Por si fuera poco, Don Sergio Méndez también impartió clases de mixteco en la Universidad de Berkeley, y junto con el antropólogo Alejandro de Ávila, se dedicaron a la creación de diccionario de la lengua Mixteca y con ello, ayudaron al establecimiento de la primera academia de la Lengua Mixteca con la colaboración con lingüistas y antropólogos de Oaxaca, Puebla y Guerrero.
Las tempranas movilizaciones y el activismo de los hermanos Méndez Palma y otros líderes Oaxaqueños fueron cruciales para el desarrollo de una red internacional de contactos entre luchadores por los derechos de los pueblos Indígenas. Estas alianzas han tenido gran peso en los avances contemporáneos como el reconocimiento de los derechos lingüísticos y la creación de organismos de atención a las necesidades de los pueblos Indígenas como la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y más tarde el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.
Muchas de estas redes trasnacionales fueron activadas a finales de la década de los ochenta para apoyar la candidatura del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, y sobre todo durante el levantamiento Zapatista de 1994, cuando miembros de diferentes organizaciones de indígenas migrantes montaron protestas afuera de los consulados mexicanos en Estados Unidos para presionar al gobierno de México a desistir de usar la fuerza militar para reprimir el movimiento zapatista. Más tarde, el mismo FIOB, que en ese tiempo llevaba el nombre de Frente Indígena Oaxaqueño Binacional, se unió a las conversaciones entre el gobierno de México y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) apoyando en los acuerdos de paz de San Andrés Larráinzar y fungiendo como asesores durante los acuerdos.
“Hemos resistido el racismo, discriminación, deportaciones y la construcción del muro fronterizo que nos han costado miles de vidas inocentes de nuestros connacionales que aspiran cruzar la frontera buscando una vida mejor en la unión americana, también hemos resistido la depredadora acción de las políticas neoliberales y a un régimen de corrupción que actualmente se está acabando al país” fueron las palabras de Sergio Méndez durante la ceremonia del 25 Aniversario del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales que se llevó a cabo en Tijuana.
Como migrante transnacional, Sergio Méndez Palma llevó su lucha a diferentes lugares, desde México hasta Estados Unidos, forjando redes y organizaciones que le permitieron documentar y denunciar violaciones a los derechos humanos y laborales de los pueblos Indígenas migrantes. Su trabajo como fundador del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) fue esencial para articular el activismo transfronterizo y apoyar causas emblemáticas como el movimiento zapatista, así como otras luchas de la izquierda en México.
Don Sergio Méndez Palma entendió claramente su momento histórico y ayudó a consolidar una lucha más global por los derechos de los pueblos Indígenas. Junto con su hermano Rogelio, se han destacado por su compromiso moral e intelectual, siendo inspiración para jóvenes líderes por su labor de divulgación de los derechos laborales, la creación de medios de comunicación como La Pulla Mixteca, así como la labor docente de Sergio en la Universidad de Berkeley para la preservación y enseñanza de la lengua mixteca. Todo lo anterior, y mucho más, convirtió a Sergio en un referente clave para entender y difundir las luchas de los pueblos Indígenas, sentando las bases para una comprensión más profunda y global de sus reivindicaciones.
La trayectoria de Don Sergio Méndez Palma ejemplifica la figura de un líder comprometido, de un hombre que entendía el mundo más allá de las fronteras impuestas por los gobiernos, cuya visión y acciones han contribuido a posicionar a los pueblos Indígenas como actores clave en la lucha por sus derechos a nivel continental. Aunque nos embarga la tristeza por su partida, estamos convencidos de que las enseñanzas de un luchador social como él, no mueren, sino que continúan cuando la retoman sus amigos y compañeros de lucha que comparten sus mismos principios y que como su hermano Rogelio, continúan luchando. Su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de activistas en su incansable batalla por la justicia y la dignidad de los pueblos originarios. ¡Porque el ser humano muere, pero sus principios nunca! ¡Viva Sergio Magdaleno Méndez Palma! Muchas gracias por todo lo que nos enseñó y buen viaje.