Ilustración: María José Mesías (Pepa Ilustradora)
Edison Mosquera Amagua nació en Quito y creció en La Argelia, un barrio al sur de la ciudad creado a raíz de las tierras de la hacienda del mismo nombre. Sus abuelos paternos llegaron cuando la hacienda empezaba a parcelarse y se conformó la Cooperativa de Vivienda La Argelia. Este proceso ocurre en la década de 1970, cuando las haciendas, del sur de Quito que funcionaba bajo el sistema de huasipungos –terrenos entregados a indígenas para que cultiven sus propios alimentos, a cambio de trabajar sin paga para el hacendado– empiezan a distribuir sus tierras a las y los huasipungueros, como consecuencia de la reforma agraria. Así surgen barrios como La Argelia, Oriente Quiteño, San Luis, entre otros. La población de estos barrios mantiene aún las tradiciones indígenas como la celebración del Pawkar Raymi –año nuevo andino celebrado cada 21 de marzo– de acuerdo a la tesis de la maestría en antropología en Flacso: “La ruta de la memoria: revalorización simbólica del qhapaq ñan”, deCésar Castañeda.
Es así que la familia Mosquera Amagua proviene de una historia de lucha indígena por la tierra propia y el trabajo comunitario, que fue visible durante el Paro Nacional. El barrio se organizó para brindar agua, abrigo y comida a las y los manifestantes que provenían, en gran parte, desde la provincia de Cotopaxi, lugar de donde migraron también los abuelos de Edison. Cuando su abuela paterna enfermó, Edison se trasladó a vivir con ella y su abuelo, para cuidarla, hasta su muerte en septiembre del 2019.
Edison tenía 29 años, era padre de dos niños gemelos de cuatro años. Se encontraba sin trabajo fijo, por lo que realizaba toda actividad que le permitiera generar un ingreso: como electricista y albañil. También ayudaba a su madre Emma Amagua, de 51 años, en la tienda de abarrotes que tiene en la misma casa donde vive la familia hace más treinta años; y donde vende tortillas con caucara los fines de semana. Cargaba las cosas y ayudaba a pelar papas y vender. También trabajaba haciendo fletes con el carro de su padre, Luis Mosquera, en el Mercado Mayorista, al sur de Quito. Así Edison forma parte del 28,2% de jóvenes entre 24 a 35 años que no tienen empleo en el país, y el 22,2% que viven en subempleo, según el INEC.
Como muchos jóvenes de su edad, Edison había abandonado sus estudios para trabajar y mantener a sus hijos, pero meses antes del Paro, había retornado a clases en el Instituto Superior Técnico Sucre, donde buscaba obtener el título de tecnología en electricidad.
– Cuando uno es padre tiene que trabajar donde sea y él tenía que mantener a dos hijos (…) nunca quiso rendirse, nunca quiso dejar la carrera, de hecho, su motivación era terminar por sus hijos –dice Patricia, su hermana mayor.
Edison tenía una relación estrecha con sus dos hermanas. Con la menor, de 18 años, eran inseparables y solían jugar fútbol juntos. Con Patricia, la mayor, también tenía una relación unida, ella describe a Edison así:
– era el compinche, el que te hacía las locuras porque era una persona super hiperactiva.
Por esta razón a Edison su familia le apodó “loco” desde muy niño.
– Era el de la chispa, aparte de ser amiguero, también era un poco rebelde –recuerda Patricia.
Por este espíritu rebelde, heredado de sus abuelos, Edison y Patricia apoyaron la protesta del movimiento indígena. Ella fue una de las que organizó en su barrio La Argelia Baja, la entrega de agua y comida a las y los manifestantes, mientras que Edison formó parte de las marchas y las caravanas. Su madre, Emma Amagua, en una entrevista para Diario El Comercio contó:
– quiso ir a defender sus derechos y perdió su vida (…) Con el alza de la gasolina, ya no le daba para sobrevivir.
***
Patricia reconstruye los últimos pasos de su hermano antes de su muerte. Lo hace a partir de los testimonios de testigos, amigos que estuvieron con él y de videos a los que tuvo acceso y que ahora forman parte de la investigación en Fiscalía.
El lunes 7 de octubre de 2019, quinto día del Paro Nacional, Edison salió temprano de su casa en la Argelia Baja, al sur de Quito. Junto a un primo fueron a una chaucha –término popular para un trabajo momentáneo– en un taller en el Valle de los Chillos. Su jornada de trabajo culminó a las cinco de la tarde.
– De Amaguaña (parroquia rural al sur de Quito) tenía que haber salido a Tambillo. En ese horario era el momento en el que la caravana indígena llegaba y era el momento crucial cuando fue el enfrentamiento en Tambillo. No había carros, no había como cruzar. (…) creemos que ahí él se une a la caravana indígena –cuenta Patricia
Patricia recuerda que previo al ingreso al Centro Histórico de Quito, la caravana indígena se dividió, los vehículos avanzaron por la calle El Sena rumbo al sector de La Marín, y alrededor de unas dos mil, a tres mil personas, avanzaron a pie por la Av. Maldonado, que lleva hacia los barrios La Recoleta, donde se encuentra el Ministerio de Defensa Nacional.
–Mi hermano estaba en primera línea y como han empezado a botar mucho gas lacrimógeno, ellos sacan unas puertas de madera de una casa abandonada y empiezan hacer fogatas más arribita de la parada del Cumandá
Los manifestantes hicieron alrededor de tres fogatas para disminuir el impacto de los gases lacrimógenos. Patricia continúa el relato:
– Entonces ellos suben, pero regresan de espaldas y no se dan cuenta que las fogatas que ellos mismo hicieron iban a resultar como una trampa. Ellos regresan de espaldas y comienzan a caerse muchos jóvenes y las personas que estaban ahí (…) Mi hermano, como iba en la primera línea, él también regresa de espaldas, él cae al piso, pero se logra levantar. En el video se ve que a mi hermano algo se le cayó, entonces regresa y él solo alza a ver y los policías le caen encima.
Patricia afirma que miembros de la policía golpearon a Edison con toletes hasta dejarlo inconsciente y después le habrían disparado.
– Fue un tiro directamente a la cabeza que entra por la oreja izquierda y se queda alojado en el tronco cerebral.
En un video publicado por Diario El Comercio, se observa lo que ocurre después. La persona que graba el video dice:
– le mataron, le mataron a uno.
Mientras se escucha la voz de otra persona al fondo que dice con voz entrecortada por un llanto inicial:
– le dieron en la cabeza loco, está muerto.
La imagen muestra las fogatas, personas cubriéndose con las puertas de madera como escudos, luego se mira a un hombre que está en el piso, con el torso semi descubierto. Varias voces hablan a la vez:
– Sáquenle. Acoliten a sacarle. Las puertas, las puertas, súbele ahí.
Se escucha una detonación, y a continuación una voz insiste:
– Súbele en una puerta, súbele en una puerta.
El video termina ahí. Patricia cuenta lo ocurrido después, a partir del relato de un amigo que se encontraba en el lugar, y que supo luego que al hombre al que ayudaba era hermano de su amiga:
– Le suben en una puerta, hacen una cadena humana y tratan de sacarlo y de buscar un paramédico para que les ayude. Es así que más o menos le bajan alrededor de una cuadra y media hasta la primera esquina para subirlo hasta la siguiente calle, donde le dan los primeros auxilios, pero el disparo era mortal. Hicieron todo lo posible, ayudaron en lo posible, nunca llegó una ambulancia por el acceso, no daban acceso, así que le trasladan en una camioneta –cuenta Patricia.
Edison fue trasladado al Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en el sur de Quito.
Luis Mosquera, padre de Edison, recibió una llamada a las once y media de la noche, en la que solicitan que se presente al hospital para dar su autorización para una cirugía de emergencia. En ese momento Patricia se encontraba con sus padres y los acompañó hasta el hospital donde les informaron del estado crítico de Edison:
–no había esperanzas de vida, por cómo fue el disparo y lo que fue lastimándole. Cuando llegamos pudimos evidenciar que él llegó en una puerta de madera –recuerda Patricia.
El impacto que Edison recibió destruyó el 50% del lado izquierdo de su cerebro. Por la gravedad de su caso, Edison fue trasladado al Hospital Andrade Marín, donde permaneció siete días en estado de coma, en Cuidados Intensivos, hasta que murió el 13 de octubre de 2019. Ese mismo día el gobierno de Lenin Moreno y la dirigencia indígena mantuvieron el diálogo para derogar el decreto 883, causante de las protestas, y con eso dar fin al Paro Nacional.
La médico legista informó a la familia de Edison que el proyectil encontrado en el cerebro de Edison se trata de una bala de goma, munición no letal que usa la Fuerza Pública para disuadir manifestaciones. El documento de defunción establece que las causas de fallecimiento fueron:“traumatismo craneoencefálico, paso y penetración de proyectil arma de fuego”.
La Ministra de Gobierno, María Paula Romo, en rueda de prensa , el 15 de octubre, se refirió al caso de Edison Mosquera diciendo: “Esta es una muerte producida por arma, pero un dato que es muy importante y que es relevante, es que este es un hecho que ocurre en Cumandá, no se produjo en las zonas donde se produjo los enfrentamientos, o la actuación de la Policía. Y es el hermano de este señor el que lo lleva al hospital del sur. Este es un dato relevante para las investigaciones para saber si se trata de una muerte violenta en la ciudad de Quito, o si está de alguna manera relacionada con las manifestaciones (…) su hermano es el que confirma el lugar del incidente, en el barrio de Cumandá, es un dato importante porque en este barrio no se registraron enfrentamientos con la Policía en esa noche”.
Si bien la ministra María Paula Romo afirmó que la noche del siete de octubre no se registraron enfrentamientos con la Policía en el sector de Cumandá, los videos publicados por Diario El Comercio, muestran lo contrario. Además, Wambra Medio Digital Comunitario, en la cobertura realizada al siguiente día, el ocho de octubre, registró las secuelas de los enfrentamientos la noche anterior.
Sobre las declaraciones de la ministra, Patricia también aclara que Edison era el único hijo varón de la familia, por lo que no existe un hermano que haya llevado a Edison al hospital o que haya confirmado nada a las autoridades.
– Nosotros como familia negamos totalmente sus palabras, seguimos creyendo que es una persona que miente, que sabe cómo tapar y guardar sus espaldas (…) Mi hermano no fue el único que cayó y tampoco son los 11 que están en el registro, son muchas otras personas más, e inclusive hay evidencia, por los medios de comunicación, redes sociales, fotos, videos de que la Policía fue quien agredió, no solo a mi hermano sino también a muchos otros.
Mónica Vera, abogada de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos, (INREDH), organización que está patrocinando el caso de Edison, considera que las declaraciones de la ministra pretenden desacreditar los hechos ocurridos, y sostiene que la investigación de la muerte de Edison se inició en la Fiscalía de Personas y Garantías, pero a inicios del mes de diciembre se trasladó a la Dirección de Derechos Humanos y Participación Ciudadana de la Fiscalía General del Estado, antigua dirección de la Comisión de la Verdad. Para la abogada esto es positivo porque la investigación partirá con un enfoque de derechos humanos:
– no va a ser un caso común y corriente, de un asesinato, sino que ya se mira más allá, los contextos políticos, los contextos de la protesta social – explica Mónica Vera.
La abogada de INREDH, además considera necesario que se determine el uso letal del armamento “no letal” usado por la Fuerza Pública durante los días de la protesta y vigencia del Estado de Excepción y varios días de un Toque de Queda.
El uso de armamento “menos letal” ha sido una preocupación de organismos y organizaciones de derechos humanos como ONU, a través delCentro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UNLIREC), la Relatoría Especial de Libertad de Expresión (RELE), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (CIDH) y Amnistía Internacional. En el informe “Protesta y Derechos Humanos”, de diciembre de 2019, la Relatoría de la Libertad de Expresión, expresa su preocupación por el incremento en la producción, adquisición y uso de armas “menos letales” y afirma que: “no puede trazarse una línea divisoria nítida entre armamento letal y no letal. (…) La evidencia empírica muestra que en muchos casos las afectaciones a la integridad física han sido ocasionadas por el mal uso de este tipo de armamentos”.
Amnistía Internacional, en 2015 se refirió a los “proyectiles de energía cinética”, en particular las llamadas “balas de goma” diciendo que: “son intrínsecamente poco precisos, y los proyectiles múltiples son de efecto indiscriminado”. Según la UNLIREC, estos proyectiles son el armamento “menos letal” de uso más extendido, pero “si el disparo fue efectuado a corta distancia y sobre el pecho, el abdomen o la cabeza, estas lesiones pueden ser fatales”. Lo ocurrido con Edison Mosquera encaja en las preocupaciones expresadas por lo organismos internacionales.
***
La muerte de Edison ha afectado la vida de toda la familia Mosquera Amagua. Patricia tuvo un parálisis en todo su cuerpo días antes de asistir a la comparecencia en la Comisión que investigó lo sucedido en el Paro Nacional en la Asamblea Nacional, lo que le impidió dar su testimonio. Emma Amagua, madre de Edison, quien no había presentado problemas de salud, ahora tiene dolores en el corazón; mientras su padre y abuelo paterno han decaído también en su salud. Además han sentido temor por las posibles repercusiones que puedan tener al enfrentarse a la Policía. A pesar de esto, Patricia dice que su familia está unida en el camino de encontrar justicia.
– Éramos cinco y hemos sido siempre muy unidos para todo, para trabajar, hemos puesto el hombro para salir adelante, nadie nos ha regalado nada, nunca. Siempre hemos trabajado todos, no importa que seamos mujeres, siempre tenías que ensuciarte las manos y la muerte de Edison es como un pilar menos para esta casa. (…) Uno como familia, yo como hermana me siento tan impotente, de no poder gritar la verdad de no poder decir: ¡sí, fueron ellos!. Ellos mataron a mi hermano, ellos le quitaron la vida a mi hermano, ellos nos robaron una parte de nuestra vida.
Fuentes:
Diario El Comercio:
https://www.elcomercio.com/actualidad/edison-mosquera-protestas-bala-muerte.html
Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos – INREDH:
Ministerio de Gobierno, Rueda de prensa de la ministra de Gobierno María Paula Romo, 15 de octubre de 2019.
Comisión legislativa que investiga los hechos del Paro Nacional, cuenta de twitter, 6 de noviembre de 2019:
Noticias ONU, Ecuador: Expertos de la ONU preocupados por la respuesta de las fuerzas de seguridad a las protestas, 23 de octubre de 2019.
https://news.un.org/es/story/2019/10/1464331
Wambra Medio Digital Comunitario. Freddy Carrión: en el paro de octubre “hubo uso excesivo de la fuerza”, entrevista.
RELE – CIDH, Protesta y Derechos Humanos. Estándares sobre los derechos involucrados en la protesta social y las obligaciones que deben guiar la respuesta estatal, diciembre 2019.
http://www.oas.org/es/cidh/expresion/publicaciones/ProtestayDerechosHumanos.pdf
Amnistía Internacional, Impacto sobre los derechos humanos de las armas menos letales y otros tipos de material para hacer cumplir la ley. Informe. 2015
https://amnistia.org.ar/wp-content/uploads/delightful-downloads/2016/10/ACT3013052015SPANISH.pdf
UNLIREC. Armas Menos Letales en América Latina y el Caribe. Retos y Oportunidades. Informe. 2016
http://www.unlirec.org/Documents/AML_ALC.pdf
Castañeda, César. La ruta de la memoria: Revalorización simbólica del Qhapaq Ñan. Camino ancestral del sur de quito: el caso del barrio Oriente Quiteño. Tesis. Flacso. 2013
EITB.EUS, Historial de búsqueda “Íñigo Cabacas”: https://www.eitb.eus/es/noticias/sociedad/inigo-cabacas/
INEC. ENEMDU septiembre 2019. https://www.ecuadorencifras.gob.ec/empleo-septiembre-2019/