Ciudad de México | Desinformémonos. Representantes del pueblo wixárica de Nayarit denunciaron que de “100 hectáreas totales” de tierra sagrada, llamada Tatei-Haramara o Isla del Rey, las autoridades de gobierno sólo “quieren dejar tres” para la práctica de ceremonias, danzas y cultos religiosos del pueblo, mientras que el resto será para construir un desarrollo con hoteles de lujo, escalera náutica y pista de aterrizaje.

“Los dueños de esos territorios somos los wixárika de Nayarit”, aseguraron los representantes del Consejo de Tatei-Haramara de Nayarit. Explicaron que en 2011 el entonces gobernador Roberto Sandoval, junto con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la autoridad municipal, vendió las sagradas tierras a las empresas Desarrollos Turísticos Paraíso del Rey y Desarrollos Turísticos Haramara, aparentemente fantasmas.

El asesor legal de los denunciantes, Daniel Muñoz, señaló que entregaron un documento dirigido al presidente Enrique Peña Nieto para solicitar una intervención y evitar que el centro sagrado ceremonial para los wixáricas sea invadido por empresarios y maquinaria.

Recordaron que las autoridades no cumplieron con la consulta previa, libre e informada para saber si el pueblo estaba de acuerdo con la venta de las tierras y la construcción del complejo. “-Las tierras- les pertenecieron a nuestros ancestros y hoy nos los quieren arrebatar”, indicaron.

Los indígenas aseguraron que continuarán con el movimiento por la recuperación de sus tierras “siempre por la vía de la legalidad” y a través de medios pacíficos.