Con viento y a la intemperie

Silvia Beatriz Adoue

Cinco cámaras quebradas: palestinos vistos de cerca

Araraquara, 13/10/2023

Pintura de Beesan Arafat

Cuando escribo estas líneas, me entero del ultimátum que da el Estado de Israel a los habitantes del norte de Gaza: tienen 24 horas para dejar ese territorio. ¿Para dónde ir? ¿Cómo? Eso no importa. El aviso es para guardar algunas formas. Son un poco más de 2 millones de habitantes apretujados en 365km2, y separados de Cisjordania, la otra “parte” de Palestina, de 5.800 km2 con más de 3 millones de habitantes, de los cuales casi la tercera parte está constituida por refugiados. Hay poco menos de 1 millón de palestinos en las ciudades de Jerusalén, Tel Aviv y Haifa. Y 6 millones de refugiados sólo en los países árabes de la región. No voy aquí a repetir la historia de la Nakba, de la brutal expulsión de los palestinos de sus territorios, cuando se fundó el Estado de Israel y su ejército, bajo la protección de la ocupación británica en retirada. Ni de la segunda gran onda de expulsión, en 1967. Tampoco voy a extenderme sobre la continua corrida de cerca del Estado de Israel, violando cada acuerdo que realiza.

Quiero hoy sugerir una película hecha por palestinos de a pie (o en coches y tractores destartalados) del poblado de Bil’in, en Cisjordania, próximo a la ciudad de Ramala. Las imágenes fueron filmadas por Emad Burnat, un joven padre que, en 2005, compró una cámara casera para documentar el crecimiento de su hijo Gibreel. La familia de Emad, así como la mayoría de las familias de Bil’in, se dedican al cultivo de aceitunas. Por sus ojos, vemos la vida cotidiana del poblado, desde 2005 a 2012. Durante ese tiempo, una colonia israelí fue instalada en el área de plantío de olivares, tendiendo una cerca. Sin ser esa la pretensión inicial, el joven padre, que documentaba los cumpleaños y el fútbol, comenzó a registrar también la lucha de sus vecinos para recuperar las tierras, que son base de su subsistencia. Y, de paso, las asambleas de vecinos, las manifestaciones que hacen una vez por semana, para la que se preparan con su mejor ropa, y de las que participan todos los miembros de las familias. Vemos las inventivas astutas para evitar el desalojo, las idas al barbero y las conversaciones dentro de casa. El enfrentamiento con los soldados que deja vecinos muertos y su funeral, al que concurre con Gibreel. Pero esos vecinos asesinados no son una imagen puntual en el momento de desesperación, como estamos acostumbrados a ver en los noticieros. Ya los conocemos, sabemos de sus nombres, sus parientes, sus mañas, sus sonrisas, sus maneras de ser.

Gibreel y un vecino querido, que después fue asesinado por soldados en medio de una de las marchas en Bil’in

Pero, ¿cómo? ¿No aparecen las organizaciones políticas, la Autoridad Palestina? Sí, aparecen, cuando los vecinos ya tomaron sus decisiones y, simplemente, quieren el apoyo político a sus acciones. Tanto los fundamentalistas como el gobierno de Cisjordania son tratados con distancia. Al final, ellos tienen sus finalidades, que no siempre coinciden con las necesidades de las gentes de Bil’in, ni de los poblados vecinos, que enfrentan las mismas situaciones. El Estado de Israel viene construyendo un muro en Cisjordania que no está en la frontera, sino que penetra en el territorio palestino, trazando una especie de laberinto, para confinar los poblados y les impide moverse en su propia tierra. Al mismo tiempo, implanta asentamientos de colonos israelíes, que practican violencias contra la población local. Frente a esas entradas, la Autoridad Palestina viene haciendo ojo lerdo.

También vemos los voluntarios de diversas nacionalidades, inclusive judíos, que acompañan a los palestinos de Bil’in y hacen barreras frente a los soldados, defendiendo a los vecinos del poblado.

Emad Burnat prende la cámara en situaciones diversas. Y no la apagaba durante las manifestaciones. Perdió la primera en medio de la represión. Y se las arregló para comprar otra y otra… Fue preso por los israelíes, pero Emad es terco. Por eso la película se llama Cinco cámaras quebradas. Guy Davidi, uno de esos israelíes que apoyan la lucha de los palestinos por su tierra, ayudó al director-protagonista a editar el material. Podemos suponer que manejó la cámara en algunas ocasiones, cuando Emad aparece en la imagen, pero tal vez los vecinos y parientes también ayudaron a filmar.

Emad Burnat y sus 5 cámaras quebradas

Desde el 7 de octubre vienen proliferando textos explicativos, con la historia de Palestina, del pueblo judío, del sionismo, de los intereses económicos y geopolíticos en la región. Todo ese material ayuda a entender la trama causal de tanta brutalidad. Otros textos ensayan posibilidades, soluciones para la paz y la justicia en la región. Creo que nada duradero puede ser imaginado sin el pueblo de la tierra como protagonista, y esta película lo muestra de cuerpo entero.

Dirección: Emad Burnat, Guy Davidi

Con Emad Burnat, Soraya Burnat, Gibreel Burnat, Muhammad Burnat, Bassem Abu-Rahma, Adeeb Abu-Rahma, Ashraf Abu-Rahma, Intisar Burnat

Cinematografía: Emad Burnat

Duración: 90 minutos

Palestina / Francia / Israel, 2012

Silvia Adoue

Nació en Buenos Aires. Fue costurera, obrera del vidrio y del cuero, metalúrgica, gráfica, maestra de escuela básica. Reside en Brasil desde 1982. Es educadora popular de la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF) y profesora de la UNESP. Está credenciada en el Programa TerritoriAL, convenio de la UNESP con la ENFF.

Una Respuesta a “Jujuy: Aquí así son las cosas, por ahora”

  1. claudia lópez

    Silvia, hermoso el texto y lleno de imágenes. Negarse a ver en el prójimo el peor enemigo… creo que es la tarea y me incluye.
    No viví este tiempo de Asambleas, creo que la Unidad en la lucha es lo que necesitamos hoy y por sobre todas las cosas, el respeto al otrx que no tienen experiencia en participación política. Y eso creo que sigue fallando… El sectarismo no es exclusivo de las izquierdas en Argentina, lo llevamos todos en algún rincón de nuestro ser. Si somos parte de la cultura, si somos solo vecinxs, si hay que hacer declaraciones en apoyo a Palestina, que si la huelga general, que si antes había derechos y se respetaban, etc, etc.
    No sé… tenemos que dejarnos invadir por la ternura, la confianza y la paciencia, para que TODXS puedan pensar, seguramente se creará algo distinto. Abrazote

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