Debido al aumento de la temperatura a causa del calentamiento global, los glaciares están retrocediendo lentamente, dejando al descubierto vestigios de historia que ha transitado esos lugares: desde aviones que colisionaron contra las montañas, hasta cadáveres, pasando por todo tipo de fósiles.
El aumento de la temperatura que provoca el calentamiento global hace que los glaciares retrocedan día a día, dejando al descubierto vestigios de la historia que ha transitado por esos inhóspitos lugares montañosos: aviones accidentados, restos de cuerpos de escaladores perdidos, tesoros escondidos y todo tipo de fósiles y utensilios.
“Siempre estoy buscando cosas, colores que no pertenecen a la naturaleza y, con mucha frecuencia, las ves: crampones, mochilas…”, afirma Gerold Biner, piloto rescatista en las montañas de los Alpes. “La cara oriental del monte Cervino (Suiza) está cubierta de cosas. Siempre digo que se podría abrir una tienda para montañistas con todo lo que hay allí”, sostiene.
Hace dos años, Biner descubrió el cuerpo de un montañista británico llamado Jonathan Conville que desapareció en 1979. Durante 34 años su cuerpo se fue deslizando lentamente por la montaña a causa del deshielo cada vez más intenso.
En 2014 se descubrieron también los restos de un avión bombardero estadounidense que databa de la II Guerra Mundial, si bien el hallazgo más sobrecogedor es el de un botín de rubíes, zafiros y esmeraldas provenientes de un avión Air India que se estrelló en el Mont Blanc en 1966.
Asimismo se han descubierto más de 5.000 años utensilios del hogar y ropa en montañas al sur de Berna pertenecientes a una civilización alpina de la Edad de Bronce. En 1991 fue hallado en la frontera entre Italia y Austria un hombre momificado que databa de hace unos 3.000 años de antigüedad.