Autonomía. Resistir en comunidad

En el marco de una grave crisis de derechos humanos en México, del incremento de la violencia, inseguridad e impunidad ante los feminicidios, agresiones contra periodistas y personas defensoras de derechos humanos, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, aumento de ataques a los migrantes centroamericanos, despojo e criminalización de las y los luchadores sociales, la defensa del derecho fundamental a una vida digna se impone. Ya no sólo se trata de luchar, resistir y sobrevivir, sino de construir alternativas para el aquí y ahora.

Ante este panorama, en diversas regiones del país surgen y se fortalecen propuestas comunitarias desde la óptica autogestiva, tendientes a construir en este México adverso, procesos autónomos encaminados a la transformación de la cotidinianidad. Se trata, ante la inmovilidad e incapacidad del Estado, de responder desde la sociedad civil con organización comunitaria.

Desde Desinformémonos, haciendo uso del periodismo como herramienta para la transformación social, visibilizamos cuatro de estas experiencias de organización autónoma de los pueblos, alterna a la crisis de derechos humanos en México, particularmente, el uso de la restauración del arte como sustento y cese de la migración en Zegache, una comunidad zapoteca de Oaxaca; la reforestación y campañas educativas como respuesta a la depredación del Río Santiago en El Salto, Jalisco; la reconfiguración de su territorio, economía y vida cotidiana en Cherán, Michoacán, a través de tres empresas comunales; y el mantenimiento y preservación de refugios seguros para las personas migrantes que pasan por México, y que son atendidas por Fray Tomás, un hombre que dedica su vida y su obra a quienes van en busca del sueño americano y en el camino son víctimas del Estado y del crimen organizado.

Zegache, una comunidad oaxaqueña donde se restaura el arte y la vida