El careo que había planeado para el pasado 7 de septiembre en el proceso por secuestro contra la coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado García, se canceló porque solo se presentó un testigo de los doce citados a declarar, en el juzgado de la prisión de Santa Marta Acatitla, Distrito Federal, informa el abogado de la defensa Leonel Rivero.

Salgado fue detenida el 21 de agosto de 2013 en la cabecera de Olinalá por los delitos de secuestro agravado y delincuencia organizada. Tiene tres causas abiertas y otras tres órdenes de aprehensión; en total cuatro causas por secuestro, una de robo y otra de homicidio calificado.

“Es erróneo que Nestora esté a punto de salir porque los testigos no se presentan. Estamos en el sistema viejo, y si no están los testigos, deben ser citados nuevamente”. Rivero explica que agotarán todas las medidas de apremio que requiere el procedimiento hasta que se llegue a constituir la categoría de testigo ausente y su declaración no tenga valor. Este recorrido conlleva unos pasos que van desde una multa a los citados a la presentación con la policía.

El testigo Alejandro Nájera, vino entre los doce que tenían que hacerlo, y no hizo ninguna imputación a Salgado. Nájera fue detenido por la policía comunitaria de Huamuxtitlán por escándalo público y se encontraba detenido en la Casa de la Justicia El Paraíso en Ayutla de los Libres. El careo no se llevó a cabo ya que la defensa alegó que al faltar los otros testimonios, no se podía dividir la prueba.

Rivero califica como absurdo que a Salgado le achaquen detenciones que cometieron otras policías comunitarias en La Montaña y Costa Chica de Guerrero, ya que era la comandanta de Olinalá. Figura de autoridad considerada por la Ley 701 de Reconocimiento, Derechos y Cultura de las Comunidades Indígenas del Estado de Guerrero, que garantiza a los pueblos y comunidades indígenas del Estado de Guerrero el ejercicio de sus formas específicas de organización comunitaria.

La razón que Rivero atribuye a estas ausencias fue en la forma en la que la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero formó la acusación con sujetos que ni siquiera conocen a Salgado o la han visto.  Es por ello que la defensa sostiene que hay que desahogar todas las pruebas para que sean declarados ausentes. Eso podría llevar mínimo cuatro meses.

Salgado se encuentra en un ayuno de 43 días en solidaridad con los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, y su estado de salud ya estaba agravado por una anterior huelga de hambre. Todo eso aunado, a una crisis que le dejó la falta de atención médica durante año y medio en el penal federal de Nayarit, a la neuritis periférica que padece.