Para levantar la Montaña desde abajo

Con testimonios recogidos por Román Hernández, del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

México. A casi tres semanas de que los ciclones Ingrid y Manuel azotaran el estado de Guerrero, continúan comunidades enteras incomunicadas y el desabasto generalizado, principalmente en la zona de la Montaña. Carreteras y brechas intransitables, cosechas anegadas, falta de alimento y medicinas, son parte de la emergencia de decenas de pueblos indígenas que luchan por su reconstrucción ante un Estado al que califican de rebasado y corrupto.

La gente, sin embargo, se organiza, tiende puentes, saca fuerza de los escombros y limpia y los caminos. Le exigen a los gobiernos que cumplan con su responsabilidad, pero, ante la inoperancia, ellos y ellas conforman redes para ir a recoger el escaso abasto que les llega por vía oficial, y a través de sectores de la sociedad civil que hacen llegar directamente sus apoyos.

En la Montaña, región pobre entre las pobres, olvidada desde siempre, sus 19 municipios y más de 650 comunidades indígenas intentan sobreponerse a la tragedia. “Cuando comenzaron las lluvias, nadie imaginaba la senda de destrucción que dejarían a su paso. No hubo un solo aviso sobre lo que se avecinaba que permitiera tomar precauciones. Simplemente, la lluvia inició y se prolongó como si fuera interminable, con una furia devastadora nunca antes vista”, como informó oportunamente el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, convertido en momentos cruciales en referente de todos estos pueblos.

Para los pueblos Na Savi, Naua, Mephaa y Ñaancue Ñomndaa la tragedia apenas comienza. Todos se irán, como vaticina Edith, la joven Na savi que increpó a la secretaria de Desarrollo Social Rosario Robles, “y aquí apenas empieza lo grave”. Para esta zona no se tendieron los puentes que afortunadamente tuvieron los turistas de Acapulco. Aquí los pobladores llevan más de 20 días luchando con sus manos para abrirse paso ante la contingencia más alarmante que ha enfrentado Guerrero en toda su historia.

Estos son  testimonios:

Mercedes Ortiz Ortíz, de San Lucas, municipio de Cochoapa El Grande.

Para llegar a San Miguel Amoltepec, tuvimos que trasladarnos en una camioneta hasta la comunidad de Tierra Blanquita. Ya de ahí, caminar casi dos horas para llegar a la comunidad afectada, que es San Miguel Amoltepec, municipio de Cochoapa El Grande. Al caminar, nos dimos cuenta de que el camino, que era para los carros y las personas, se tapó y se deslavó todo el cerro. Totalmente no hay acceso para personas, y lo que hicimos fue caminar por las veredas que ellos mismos construyeron para poder llegar.

La situación es muy crítica. Toda la población de la comunidad se tuvo que salir porque el cerro se sigue deslavando. Hicieron sus campamentos, en donde están con sus hijos y sus animalitos que pudieron rescatar. Falta alimento, ropa, calzado para los niños. Algunas familias ni siquiera lograron agarrar nada de materiales o ropa, ni siquiera sus útiles, nada, nada. Se echó a perder todo. Hay personas que se quedaron sin nada, y los que los están apoyando son los que tienen poco. Nos comentan que el apoyo gubernamental no ha llegado. Apenas ayer bajo un helicóptero que les fue a dejar unas despensas, que no fueron suficientes para cubrir a toda la población.

Ahí están 50 familias, las hay de 10 u ocho personas integrantes, y les dieron nada más 45 víveres. No alcanzó para toda la población. La despensa llevaba un kilo de arroz, un atún, una bolsa de Maseca. Algunos llevan azúcar. Van variados. Unos llevan una cosa, y otros llevan otra. Alcanza para una comida y una cena, si es que la ocupan, porque hay unos alimentos que ellos no saben ni cómo consumirlo. Por ejemplo, había una bolsita de carne molida de cerdo. Ahí decía cómo prepararla, pero hay que entender que algunos de ellos no saben leer y nunca en su vida han visto eso. Y ayer, una señora dice, yo los tengo aquí, voy a ver cómo lo preparo porque no tengo nada para comer. Lo que más solicitan son granos de maíz, frijol, arroz, aceite, porque es lo que más consumen. La sopa es lo que ya saben consumir, y les llevan unas cosas que no.

Ahí, apenas se enteraron por nosotros que se está haciendo la reunión con Tlachinollan, y se están organizando los pueblos. Están dispuestos a participar. Ahorita no pueden venir y no pueden trasladarse por lo mismo de que no hay acceso ni camino. Pienso que es muy importante que las comunidades se organicen para gestionar apoyos, porque realmente son comunidades marginada, olvidadas, que no se les atiende. Ahorita no es solamente la comunidad de San Miguel Amoltepec el Viejo, sino que son otras colonias que están cerca de ahí –por ejemplo, Llano de las Piedras, Llano de Lagunas- y comunidades que están afectadas en mínima parte, pero el alimento es el que se está escaseando y para traerlo no se puede. Ni siquiera los animalitos pueden pasar. Es muy importante que ellos se organicen y empiecen a exigirle al gobierno que haga lo que tiene que hacer, que es su responsabilidad apoyar en estos momentos que más lo necesitan.

Yo decidí ir a verlos porque escuché comentarios de que estaban muy afectados, y como soy vecina dela comunidad, estoy cerca de ellos –San Lucas está cerca de ahí-, decidí acompañar a unas personas que fueron. Mi interés fue ver si fueron dañados, si no falleció algún familiar d elos que tenemos, y de hecho sí están afectados materialmente, pero gracias a dios no falleció ninguna persona.

Es muy importante que reciban atención médica. Ayer pudieron traer a dos personas que están enfermas al albergue de Tlapa, pero es importante llevar médicos a la comunidad. Hay niños con diarrea y gripa que no se les atiende. Tal vez para la comunidad es normal que se enfermen, pero eso puede causarles otras enfermedades porque no se están atendiendo.

Arquímedes Bolito González, de la comunidad de San Juan Huexoapa, municipio de Metlatónoc.

Íbamos ayer, como organización Enlace, Comunicación y Capacitación, AC, a visitar a la comunidad porque allá tenemos algunos trabajos en San Miguel Amoltepec el Viejo. Fue muy difícil entrar a esa comunidad porque apenas habían abierto la carretera pero estaba en muy malas condiciones. Antes de llegar a la comunidad que se llama Yucunduta, son dos desvíos para poder entrar a la comunidad, pero está en mala condición. No pudimos subir a una parte antes de entrar en la comunidad Yucunduta, tuvimos que ir a San Juan Puerto Montaña para poder entrar y sí se logró llegar a Tierra Blanquita. De ahí nos fuimos caminando, hicimos como una hora y media para llegar a San Miguel Amotepec Viejo. Fueron unas dos horas, porque está retirado, pero al llegar a la comunidad de San Miguel Amotepec Viejo nos dimos cuenta que está en muy malas condicione porque prácticamente todas las familias que vivían ahí tuvieron que salir de su comunidad, informan ellos que el domingo, para ir a un lugar supuestamente seguro, porque toda esa zona corre riego. Reportan que hay muchos deslaves, hundimientos de casas. Vimos muchos riesgos. San Miguel ya se desalojó totalmente, pero hay otras comunidades – Llano de las Piedras, Llano de las Lagunas- o colonias que también están en riesgo. En cualquier momento pueden salir.

Las personas no tienen ni con qué cubrirse. No tienen cobijas, no tienen colchones, nada. Solamente hojas de árboles, donde están durmiendo. Si pudieran llevar colchones, conijas, ropa, porque hay niñitos que llevan 15 días con su ropita y no se han cambiado. Es urgente. Nadie ha bajado hasta la comunidad, nada más hasta Tierra Blanquita han llegado con apoyo. Precisamente llegaron víveres hace unos días, pero subieron y no recibieron nada y tuvieron que regresar otra vez. No hay acceso a la comunidad, los víveres que se llevan sólo llegan a Tierra Blanquita y como no se comunican con ellos, no hay coordinación para recibir apoyos. Desgraciadamente, ninguna autoridades –municipal, estatal o federal- han acudido a esta comunidad. Exigen que acudan y atiendan la situación de la comunidad, porque está muy grave. Se supone que las autoridades han ido a esos lugares, y supongo que ya detectaron a San Miguel Amoltepec Viejo en riesgo, pero en la reunión que se tuvo hoy, la Secretaría de Desarrollo Social –su representante, más bien- no mencionó que ese lugar tenía que ser prioritario, sino más bien solamente buscaron lugares estratégicos para llevar, pero a San Miguel Amoltepec no se mencionó que sea una ruta principal que se atienda en esa comunidad. Vamos a ver. Ellos plantearon que difundiéramos la información para que las autoridades escuchen sus demandas y acudan a la comunidad para atender la situación, porque sí es muy grave. Cualquier enfermedad se puede presentar porque no han acudido ni siquiera doctores para ver la situación. Lo que ellos plantean es que acudan especialistas, ingenieros, para que hagan estudios de suelo y si hay viabilidad para regresar a la comunidad y si no, verían para reubicarse. Lo que más es urgente atender ahorita es la alimentación, la salud, porque no hay nada qué comer. Los soldados han llevado algunos víveres pero no alcanzan, son unas bolsitas que apenas llevan una Minsa, una bolsa de arroz, una de frijol y atún, pero eso si son ocho o diez integrantes de familias, ni siquiera alcanza para un almuerzo o comida. Es urgente llevar más víveres. A lugares como Malina ya hay acceso y están llevando muchos víveres, pero a esa, como no hay acceso y nadie se arriesga para ir a dejarlo, pues la comunidad está totalmente abandonada. Citan a las comunidades a que vengan a San Lucas por víveres, pero si está muy retirado a su comunidad para llevar víveres. Tratar de acercar los víveres a Tierra Blanquita y ellos están dispuestos a recogerlo hasta ahí.

Mandó comisión la comunidad para que se organicen y puedan ir por sus víveres porque ´si está muy complicada a situación. Se exige que atiendan la situación de la comunidad y que puedan sobrevivir estos días. Posteriormente se puede ubicar un lugar más viable para que ellos puedan vivir. Es lo que yo puedo comentarle de lo que se vivió.

 

 

Jesús Navarro Sierra, comisariado de Bienes Comunales de Totomixtlahuapa, de Tlacoapa.

Entendemos que en todas partes del estado hubo desastres, y si no nos organizamos las comunidades, si sólo estamos esperanzados de los presidentes municipales, pues no haremos nada. Esto fue rebasado por los presidentes inclusive del gobierno del estado y el gobierno federal.

Para mí, es positiva esta reunión de los pueblos de manera regional de esta Montaña Alta, pues para que las autoridades, tanto municipales, como estatales y federales, nos escuchen y al mismo tiempo actúen de manera urgente.

No todo nos lo puede resolver el gobierno federal. Hay partes que tenemos que resolverlo como pueblos. De donde cabe que ellos tengan que resolverlo es lo que ya comentamos en esta segunda reunión, que se llevó a cabo en la casa católica en Tlapa. Las exigencias son a donde no podemos intervenir como pueblo, para darle su solución, pues en lo automático con los caminos, la electricidad, en cuestiones de salud y de víveres que se nos están escaseando.

Es complicado responder qué van a resolver los pueblos. Difícilmente uno puede resolver porque perdió todo. Tal vez en ciertas comunidades fue el pánico de los tres días y tres noches de lluvia. Pero para nosotros con Totomixtlahuaca, que nos azotó derrumbándose arriba de 60 casas, es irreparable el daño. Pero bueno, tenemos que seguir adelante con el respaldo de todos, de la comunidad, de la Montaña.

(Hablando de enfermedades y gente que vive fuera de sus casas) Lamentablemente, por estos cambios climáticos se está dando la afectación de la lluvia del día 13 al 16. Nos ha complicado. En primera, estamos incomunicados. Se han dado los brotes, más en los niños, con la exigencia de los pueblos se está dando esa atención a la comunidad, aunque sea mínima.

Las personas que están damnificadas están en la primaria, en la secundaria, en el colegio de bachilleres. Dos que tres en el centro de salud, y la mayoría en las casas de los familiares que no sufrieron daños.

Pérdida de los terrenos aún no lo tenemos cuantificados, pero fue enorme por el paso del río. Toda la lluvia del municipio de Mali y Tlacoapa, toda esa lluvia nos pegó allá abajo, cosa que no habíamos visto –ni los señores de ochenta años tienen precedente. Prácticamente soos arriba de 800 afectados. El núcleo que represento, que son seis comunidades, hablamos de más de dos mil personas, sin englobar a otros núcleos.

Maurina Fidelio Morales, de comunidad La Ciénega, Malinaltepec, Guerrero.

Francamente, esto no ha rebasado a los gobiernos, porque en el transcurso de la tormenta que pasó, ningún tipo de autoridad pudo mandar un mensaje o algo. Sabemos que hay otras instancias gubernamentales de protección civil y brigadas en otros lugares, menos en la región de la Montaña- sí en el centro turística de Acapulco, la carretera del Sol, ahí sí son expertos, pero para los pueblos originarios, cero.

Hacemos de nuestra parte, y gracias a Tlachinollan que nos tiende la mano de cómo llevar la solución de este problema. No son rebasadas las autoridades. Esta reunión de los pueblos es un punto fundamental de que son nuestros derechos legítimos de cómo hacer saber que existimos, somos seres vivientes, humanos, le guste o no le guste a diferentes tipos de gobiernos, porque sólo se acuerdan cuando hay elecciones. Ahí sí, recopilan los votos hasta del más viejito; mientras nosotros cuando hay un siniestro, nadie se acuerda más que Tlachinollan. Por sí solos los pueblos han trabajado; en ningún momento nos hemos dejado morir. En los caminos que no tuvieron apertura – que hubo derrumbe- la propia mano de las personas de los pueblos originarios van con sus herramientas y arreglan su caminito. Lo mismo en Paraje Montero.

Después del desastre y de la reunión de los pueblos originarios, ahora sí se acuerda y se acerca el personal que trabaja en el ayuntamiento, quieriéndonos engañar con una despensa para cada familia. Eso no es suficiente, y es un falso apoyo, es un engaño. Es simplemente para justificar los cargos que tienen.

En lo educativo, ninguna autoridad se ha acercado para ver cómo se encuentra la escuela, que tanto les preocupa. Se afaman a nivel nacional nuestros gobiernos que tanto les preocupa la formación de la niñez, el futuro de México, y para mí son discursos nada más. En nuestra comunidad, murió un niño de cuarto grado mixteco por un derrumbe. Nuestra escuela está de luto, pero ningún tipo de gobierno se ha acercado con un en qué apoyo, de qué puedo servir, por lo menos un aliento. Pero ya estamos acostumbrados a levantarnos por sí solo nuestro ánimo y a seguir con toda sinceridad. Agradecemos a las organizaciones que se pueden incorporar con nosotros, con nuestros usos y costumbres de pueblos originarios, y vamos a seguir adelante. El apoyo esperamos que sea directamente, no intermediarios y mucho menos dependencias que no se han ocupado de esto. Y también sugerimos como señoras, que el abasto y la distribución de víveres sea equitativo para todos los pueblos y los miembros de las familias, porque todos somos ciudadanos que contribuimos a México.

Publicado el 07 de octubre de 2013

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