San Francisco Xochicuautla, Estado de México.  “Vamos a hacer una defensa jurídica y por usos y costumbres. Defenderemos los derechos humanos y el medio ambiente”, señala Abundio Rivera, integrante del Frente de Pueblos Indígenas en Defensa de la Madre Tierra, después de que el 13 de mayo el gobierno estatal reprimió a los hñähñús que intentaron frenar los trabajos de construcción de la autopista Toluca-Naucalpan en sus tierras.

Rivera, quien luce una playera del Tribunal Permanente de los Pueblos, vino del pueblo de San Lorenzo Huitzizilapan para solidarizarse con los habitantes de San Francisco Xochicuautla, que se agrupan en el Frente junto con pueblos como Santa Cruz Ayotuxco, Huitzizilapan y Magdalena Chichicaspa.

El 12 de mayo, los representantes de bienes comunales de Xochicuautla, durante una asamblea que el Frente denunció como ilegal, aprobaron que el pueblo tomara el dinero que el gobierno ofrece por las tierras por las que pretende pasar el proyecto carretero. Para ello pidieron a las autoridades estatales rodear el pueblo con más de 300 granaderos y agentes ministeriales. El 13 de mayo, la policía entró para frenar la resistencia de los hñähñús que se niegan a vender sus tierras y apresó a 14 de ellos.

Inmediatamente después de la detención de los comuneros, activistas de redes sociales se movilizaron bajo el hashtag #AlertaXochicuautla. Distintos colectivos y estudiantes hicieron acto de presencia en las actividades de liberación de los indígenas presos.

José Luis Fernández, originario de Xochicuautla, explicó que las autoridades, al ver la presión en redes sociales, trataron de negociar la libertad de los detenidos. El pueblo no cedió y se dio la liberación sin cargos.

Rivera señala que la gran respuesta de solidaridad se dio debido a que la gente está indignada “porque el gobierno sigue haciendo de las suyas sin que le cueste nada y violando los derechos humanos. La gente respondió y muchos colectivos, asociaciones y movimientos se están adhiriendo en todo México”.

“Los que afortunadamente responden son los estudiantes y los jóvenes, no sólo en las comunidades indígenas”, detalla. “Toman decisiones claras y concretas de que tenemos que organizarnos para defendernos de lo que está sucediendo”.

Salvador Martínez, estudiante de antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) declara que respondió al llamado de #AlertaXochicuautla porque es hñähñú -de San Andrés Cuexcontitlán-, por motivación de sus maestros y sus estudios, y para entender estos sucesos. “Lo que le pasa a Xochi le pasa a todo el país y a toda América Latina”, señala.

El estudiante, quien pertenece al Colectivo Raíces, dice que una de las aristas más importantes de la defensa será la reflexión, la visibilización y hacer relatorías y peritajes antropológicos para mostrar ante el Estado la cultura hñähñú, negada a los pueblos de la región.

“Los conflictos de Xochi obedecen a sucesos más grandes, complejos y estructurales. Apoyaremos con labor académica porque es una responsabilidad social, indica. “Es nuestra labor la antropología y las ciencias sociales. Tienes que hacer esa defensa social con base en las formas y conocimientos de las localidades”.

Llamado a la alerta

Abundio Rivera exhortó, durante un foro en defensa del bosque que será destruido, a estar unidos, informados y en alerta ya que, en su opinión, movilizaciones y la solidaridad entre indígenas, estudiantes y sociedad puede lograr que se frenen los abusos.

“Hay que reivindicar nuestra identidad y la defensa de todo el territorio”, expuso Ernestina Ortiz, del Consejo Indígena del Treque, de Santiago Tianguistenco. Otros ponentes, como Octavio Rosas, de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, y  José Antonio Lara, del Centro de Derechos Humanos Zeferino, se mostraron de acuerdo en dotarse de una estrategia integral con una visión de fondo: la defensa del bosque y de toda la identidad del Valle de Lerma. Expusieron cómo en San Francisco Xochicuautla y otros pueblos de la región, las autoridades violan el derecho de consulta de población indígena, que según el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo debe ser informada y de buena fe.

Durante el encuentro, diversos pueblos como Xalatlaco, San Francisco Magú, San Pedro Totoltepec y San Pedro Tlanixco expusieron su problemática y acordaron enfrentarlas unidos. Rivera planteó que el gobierno del Distrito Federal debe pronunciarse sobre el caso, pues asevera que el afluente de agua se verá alterado.

La declaratoria del evento señala que “Lo que defendemos es nuestra autonomía, libre determinación y la preservación de nuestros usos y costumbres, la justicia social y ambiental, nuestra salud y nuestro derecho a seguir siendo indígenas”.

Acciones

Las próximas acciones que realizarán los integrantes del Frente y sus aliados son una protesta cultural con presencia de distintas comunidades y la unión con otros pueblos en resistencia a megaproyectos, además de su participación en la próxima audiencia del Tribunal Permanente de los Pueblos en la Universidad Iberoamericana de Puebla sobre la devastación que causan los proyectos carreteros.

En la región, estos proyectos van desde la autopista Toluca-Naucalpan hasta la Lerma-Tres Marías, que afectarán bosques y las ciénagas de Lerma; la Tenango-Ixtapan de la Sal y la recientemente anunciada autopista La Marquesa-Lerma.

“Buscamos con este proceso visibilizar las agresiones y reivindicar nuestra existencia, nuestra agricultura, nuestros bosques, ríos, manantiales y lagunas, nuestro maíz, nuestra identidad y, fundamentalmente, nuestra dignidad”, dice también la declaratoria.