Chicago, Estados Unidos. A diferencia de lo que podría pensarse, los maestros en huelga de la ciudad de Chicago están encontrando un apoyo abrumador en los dos sectores que más les importan: los padres de familia y la comunidad. Una encuesta publicada en días recientes puso de manifiesto que 47 por ciento de los votantes de Chicago apoya la huelga, mientras que el 39 por ciento se opone. Pero, ¿cómo lograron reunir fuerzas y estallar la huelga? A continuación, algunos de los maestros que participan en la protesta cuentan su historia.
Expulsando lo mejor
La mayoría de maestros de Chicago cree que el alcalde y su consejo escolar designado se empeñan en deshacerse de los profesores que tienen más experiencia y han escalado peldaños en la escala salarial. “Vienen de la nada y dicen: ‘Ustedes son el problema’”, dice Bertenshaw, quien ha enseñado inglés durante 21 años. «Sus alumnos son tontos porque no están haciendo bien su trabajo. Nos están haciendo perder dinero. Tenemos que deshacernos de ustedes». El ritual anual de cierre de las escuelas y los «vuelcos» agilizan el proceso. Los profesores son despedidos en masa para despejar el camino para las escuelas chárter de gestión privada. Más de cien escuelas en Chicago han cerrado en la última década, y ahora, 119 escuelas chárter operan en la ciudad. Sólo diez están sindicalizadas. Bertenshaw describe un método de expulsión más silencioso. «Los administradores entran en tu salón de clases con sus listas de verificación. Le llamamos a esto de broma “acoso observacional”, como acoso sexual. Pero no se trata de mejorar las escuelas, sino de encontrar algo que estemos haciendo mal. ¿Tenemos nuestros estándares pegados en la pared? ¿Tenemos un plano del salón? ¿Hemos impartido nuestra clase en el formato correcto?» El enfoque “te caché” enoja a los maestros, quienes “se vuelan los sesos trabajando”, insiste Bertenshaw. «Tenemos maestros de educación especial que recogen niños más grandes que ellos y los limpian”, dice. “Maestros que llegan a la escuela a las seis de la mañana o se quedan después de clases para darles entrenamiento de atletismo u organizar equipos de debate. Tenemos un maestro que lleva a los estudiantes a Inglaterra en el verano. Miro a mi alrededor y veo a personas que están muy bien educadas, que tratan a los niños espectacularmente bien y les ayudan a convertirse en buenos ciudadanos». Construyendo el gremio en Lane Tech Tom Bertenshaw, del Chicago School Lane Tech High, dijo que no se reconocen las contribuciones de los profesores y que esta situación ha empeorado desde la elección del alcalde Rahm Emanuel, el año pasado. Lane es una escuela de inscripción selectiva que cuenta con 4 mil 400 alumnos. Es una de las escuelas públicas más prestigiosas de Chicago. Sus profesores han estado durante mucho tiempo en una «zona de confort», como lo expresó un maestro, y por ello fueron complacientes con el sindicato. Bertenshaw ejemplifica esta tendencia. Autonombrado conservador, no se unió al sindicato sino hasta hace aproximadamente un año, pues prefirió pagar al sindicato una cuota por servicio. Docenas de sus compañeros maestros también pagaban cuotas. Sin embargo, la huelga en Lane parecía bastante animada, había varios cientos de maestros vistiendo camisas rojas, siendo apoyados por estudiantes y padres de familia. ¿Qué provocó el cambio? La postura agresiva de Emanuel hacia los maestros tuvo un impacto. Pero también fue muy importante fue la elección, en 2010, de un nuevo líder de la Unión de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés), dirigida por el Caucus de Rank y los Educadores de Base (CORE, por sus siglas en inglés). La fuerte orientación organizativa del CORE inspiró a activistas de CTU en Lane a poner en marcha un esfuerzo concertado para conformar un sindicato en su escuela. “Después de una reunión de lanzamiento, los activistas proyectaron un documental producido por maestros que respondía a la película anti-sindicato «Waiting for Superman» (Esperando a Superman), dijo Cynthia Smith, una maestra de educación especial y la delegada sindical en Lane. Más de 120 personas asistieron a la proyección. Al final, la gente estaba «literalmente de pie, enojada», dice Smith. «Estaba tan indignados por la falta de imparcialidad de los medios y por el maltrato no sólo hacia los maestros sino también hacia alumnos de escuelas públicas». En otro evento en Lane, Smith y su colega Steve Parsons dieron una presentación sobre Eli Broad, el multimillonario cuyo instituto capacita a los empresarios para convertir las escuelas de los distritos en instituciones privadas. Entre los graduados de Broad se encuentra Jean-Claude Brizard, a quien Emanuel nombró director general de las escuelas públicas de Chicago. Los talleres y las reuniones se combinaron con muchas conversaciones de uno a uno, que «encendieron el combustible y el fuego, y ayudaron a los maestros a entender la imagen completa más allá de Lane Tech», dijo Smith.
En el proceso, los inscritos como miembros del sindicato que pagan cuotas y los profesores de Lane se convirtieron en una unidad más cohesionada, preparada para la acción unificada.
Despreciando niños, silenciando maestros
También en la primaria Peck, cerca del aeropuerto de Midway, en el suroeste de Chicago, el apoyo de los maestros a la huelga es fuerte, aunque aquí las preocupaciones son muy típicas de las comunidades negras de bajos ingresos.
Peck alberga mil 600 estudiantes en una escuela diseñada para 400. Entre sus estudiantes hay 90 latinos, de los cuales el 97 por ciento son tan pobres que califican para recibir almuerzos gratis.
La delegada sindical asociada de la escuela, la maestra de idiomas y arte de octavo grado, Kathe Myers, habla sobre los efectos de la sobrepoblación. “La escuela tiene sólo un consejero (debería tener tres según recomendaciones federales), y al consejero se le asignan a menudo tareas que no tienen que ver con el asesoramiento. No hay biblioteca, área de juegos, ni cafetería. «Si el tiempo lo permite, los alumnos juegan fútbol o béisbol en el estacionamiento”, dice Myers, “y se lastiman con mucha frecuencia”.
Continúa: «Cada rincón está lleno de maestros que imparten educación especial, llevan a los alumnos a realizarse exámenes de vista y audición, trabajan en baños o con lo que encuentren en el camino. Nuestro trabajador social tiene un pequeño cuarto en la parte trasera del auditorio. Está sucio y hace calor, pero es un espacio privado”.
El delegado principal y maestro de quinto grado, Kamau Hester, afirma que Peck ha tenido malas instalaciones por años, como aire acondicionado descompuesto y sistemas de iluminación que dejaban de funcionar varias veces durante el día escolar. Sólo hasta ahora se han llevado a cabo algunas mejoras. Hester también se refiere a una alta rotación de administradores, cada uno con su propio programa. Los programas «inician y se detienen, inician y se detienen», creando confusión y estudiantes marginados a su paso. El año pasado, dice Hester, un administrador del área introdujo una nueva prueba para los grados de tercero a octavo que tuvo que ser aplicada seis veces al año, acumulándose junto con otras varias pruebas estandarizadas que habían sido encomendadas por el distrito o estado. ¿Cuánto tiempo de enseñanza quitan estas pruebas?
Según Hester, la administración no quiso escuchar las preocupaciones de los docentes y «los maestros que se pronunciaron en contra de esta prueba fueron atacados por el administrador». La prueba fue finalmente desechada después de que los profesores se acercaron a sus aliados de la comunidad, quienes aplicaron presión sobre la escuela del distrito.
Myers dice que apoya la huelga porque «creo que los niños de esta ciudad merecen todo lo que los niños de Rahm Emanuel tienen en Lab School», una escuela privada de élite en la Universidad de Chicago. «Arte, música, recreo, espacios de juego al aire libre, cafeterías; éstas son las cosas básicas que todo niño merece tener».
Al igual que en Lane, el nuevo liderazgo de CTU jugó un papel importante al inspirar a los maestros de Peck a unificarse y formar parte del sindicato. Dice Myers: «Los líderes son personas que vienen de las escuelas que han sido entregadas o transformadas, así que algunos de ellos han sido desplazados. Han estado haciendo mucha investigación, conocen la historia del sindicalismo y activismo; son organizadores y activistas, y no toman decisiones importantes por sí solos. Todo lo hacen a través de nosotros”.
Publicado el 17 de septiembre 2012
La privatización de la Educación Pública va en todo el mundo,a sabiendas que el fin de la Educación Privada es el negocio, el lucro y no el mejorar el Servicio Educativo.Pero la resistencia del pueblo a defender lod Derechos Sociales es más fuerte a defender el derecho a la Educación Pública para toda la población en especial para las clases sociales más desprotegidas.
Freire nos recuerda «que la política es inherente a la práctica educativa, … que noy práctica educativa que no sea política», visto así, los maestros de Chicago, al igual que los maestros progresistas de todo el mundo, comprometidos con la educación de su pueblo, decidieron que era hora de enfrentar y afrontar de manera decidida, los reclamos en toda la dimensión del problema educativo. es decir, no solamente la cuestion de infraestructura y salarios, sino ante todo, la cuestión política, los lineamientos de la educación que permiten superar los obstaculos del desarrollo y del libre pensamiento.