México. Aunque hace algunos días –luego de más de dos años sin precipitaciones– por fin llovió de nuevo en Zacatecas, el panorama sigue siendo devastador para los habitantes de ese estado ubicado al noroeste del país, donde la agricultura y la ganadería son dos de las más importantes actividades económicas, junto con el turismo y la minería.
El gobierno estatal ha señalado que los daños de la sequía que azota a la región ascienden a más de 80 mil cabezas de ganado perdidas, 584 mil hectáreas –equivalentes al 63 por ciento de la superficie del estado– devastadas y presas que, a pesar de las recientes lluvias, tan sólo están llenas al 17 por ciento de su capacidad.
Felipe Cabral Pulido, gerente de la Unión Regional Ganadera de Zacatecas, apunta que el número de reses muertas es mucho mayor al estimado por las autoridades. “De acuerdo con cifras de 60 organismos asociados”, dijo, “la falta de agua ha provocado la pérdida de 130 mil cabezas de ganado, 40 mil más que las estimadas por el gobierno”.
Cabral Pulido asegura que –debido a escasa o nula información por parte de las instituciones– la entidad no estaba preparada para este fenómeno climatológico: “No teníamos la infraestructura ni el forraje necesario para enfrentarla”.
Antes de la sequía, Zacatecas era la principal entidad productora de frijol, con una cosecha anual de 300 mil toneladas. Hoy se producen tan sólo 73 mil toneladas –tres cuartas partes menos que hace apenas algunos años. Además, 150 mil hectáreas aptas para la siembra están subutilizadas debido a la falta de infraestructura.
De acuerdo con Francisco Flores Sandoval, quien ha sido dos veces rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas y es ex secretario de Desarrollo Agrario (Sedagro), de haber una planeación adecuada en bastarían 50 mil hectáreas sembradas con maíz para satisfacer las 140 mil toneladas necesarias para el consumo humano y habría un restante de 260 mil para alimentación de animales. “Pero”, señala el funcionario, “
La falta de previsión, tanto de las autoridades como de los agricultores y ganaderos, provocó que el estado de Zacatecas perdiera más de la mitad del hato ganadero con que contaba, y que ahora se precisen de al menos 10 años para reponerse de las cuantiosas pérdidas.
Zacatecas, donde el agua no es para consumo humano
Mientras las familias padecen la escasez de agua, decenas de miles de animales mueren y la tierra se erosiona por falta del líquido vital, en Mazapil y Villa de Cos, dos de los municipios zacatecanos más afectados por la sequía, la empresa minera Goldcorp utiliza unos 5 mil 400 litros por cada onza (alrededor de 28 gramos) de oro que produce.
Felipe Pinedo, dirigente estatal del Frente Popular de Lucha de Zacatecas, señala que es un crimen que el agua de una zona semidesértica sea utilizada por Goldcorp para la extracción de oro a cielo abierto.
La constante explotación de los mantos freáticos (reservas de agua del subsuelo) llevada a cabo por la minera ha provocado que el problema de escasez se agudice, pues a la sequía meteorológica (falta de lluvias) se suma la sequía hidrológica, es decir, el agotamiento de las reservas subterráneas.
Con la promesa de dar empleo y mejores condiciones de vida a los zacatecanos, la empresa Goldcorp se instaló en Zacatecas, de donde ahora extraen 27 litros de agua por segundo para lavar los concentrados de mineral, contribuyendo a la empeorar la ya de por sí gravísima sequía.
Mientras tanto, en el municipio de Calera, ubicado a 30 kilómetros de la capital zacatecana, la empresa cervecera Modelo –que se auto declara como una empresa social y ambientalmente responsable– abate a diario los mantos acuíferos de la región.
“Aquí”, señala Armando Vázquez, campesino de la región, “la Corona compró pozos y tierras a los ejidatarios. Pagaron cerca de 200 mil pesos por pozo”. La gente creyó que había hecho el negocio de su vida, pero pronto se quedó sin nada: sin tierra y sin dinero.
Grupo Modelo, mientras tanto, cegó los pozos inservibles y los demás los utilizó para la producción de cerveza. «Fue una inversión mala para la gente”, sostiene Armando. La cervecera acabó con la agricultura en un área donde se sembraba maíz, frijol, papas y tomatillos. Además, el nivel del agua de los pozos de los ejidatarios que no vendieron también ha disminuido dramáticamente durante los últimos años.
¿Buen pronóstico?
A pesar de la intensa falta de lluvias registradas en los últimos años, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de Zacatecas pronosticó que durante julio y agosto “la situación podría mejorar con la presencia de abundantes precipitaciones”.
No obstante, el ex rector de la Universidad de Zacatecas, asegura que para hacer frente a la sequía en este estado, hace falta también planear a mediano y largo plazos plantaciones de nopal, de plantas forrajeras –como hoja de sen, costilla de vaca y mezquite.
En México, apunta Francisco Flores, no se estimula la producción del campo. Han desaparecido las instituciones de apoyo como Banrural, Fertimex y Conasupo, y hay pocos créditos. Además, se importa el 80 por ciento de los fertilizantes, la producción de semillas es poca y está dominada por empresas trasnacionales como Monsanto, Dupont y Cargill. Por ello, es urgente dejar de desmantelar la infraestructura de apoyo al campo y apostar a la autosuficiencia y soberanía alimentaria.
Publicado el 9 de julio 2012