Foto: @th_voulgarakis
No se conocen todavía las causas del incendio que, desde la madrugada del miércoles, ha terminado completamente con los cientos de tiendas y chabolas que componían el campamento de Moria, en la isla griega de Lesbos. Sus casi 13.000 ocupantes han sido evacuados. Hasta el momento no se han registrado daños personales, muertos o heridos, a pesar de que el campamento, hasta la fecha de ayer, cuadruplicaba su capacidad, que estaba prevista para 3.000 personas. La periodista Irene Redondo, desde el mismo campamento, informaba esta madrugada de la destrucción de Moria por las llamas.
El campo de personas refugiadas de Moria ya no existe. Mañana veremos lo que viene después de las cenizas. pic.twitter.com/rXRjOXJ5CC
— Ire. Azi (@feminazida) September 9, 2020
Según ha informado el periodista residente en Grecia Hibai Arbide, miles de personas permanecen en los alrededores del campamento, entre campos de olivo. Otras han optado por intentar llegar a la ciudad de Mitiline. La policía se lo habría tratado de impedir cortando la carretera. A las 9:30 el primer ministro Kyriakos Mitsotakis ha convocado al ministro de Protección Civil, el ministro de Salud, el de Inmigración y Asilo y el de Interior para hablar de Moria.
Absolute destruction at #Moria camp visible with the first ray of light this morning. Approx 12,000 people will have nowhere to sleep tonight, not even the frail tents they used to call home.
— 𝙺𝚘𝚜𝚝𝚊𝚜 𝙺𝚊𝚕𝚕𝚎𝚛𝚐𝚒𝚜 (@KallergisK) September 9, 2020
Video by @moutafis77 #greece #lesvos #lesbos #migrants #refugeesgr pic.twitter.com/9XUkS1cSk2
Many people were forced to leave their living places and spend the night on the street #Moria #Refugeesgr #fire #refugee pic.twitter.com/WhU1gxbEMW
— th.v (@th_voulgarakis) September 9, 2020
Hace apenas seis días se produjo el primer caso positivo por covid-19 en el campamento de Moria. Las medidas anunciadas entonces por los responsables del campo trataban de mantener la completa reclusión de sus habitantes, en una disposición que se prolonga desde marzo, y que se producía en un espacio en el que no se podía garantizar un confinamiento en una mínimas condiciones de seguridad sanitaria.
El de la madrugada del miércoles no es el primer incendio que se registra en un campamento cuyas condiciones han sido denunciadas por ONG y observadores internacionales. En marzo de este año, un incendio acababa con la vida de una niña de siete años. En septiembre de 2019 se había registrado otro fuego, fruto según Médicos Sin Fronteras de las “situaciones inhumanas” que se han dado en Moria.
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