Estos exmilitares formaron parte de la llamada Fuerza Militar de Reacción (MRF, siglas en inglés), que fue disuelta en 1973 después de 18 meses de operaciones y cuyo objetivo era «perseguir y capturar» a integrantes del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Los antiguos integrantes de la MRF justifican su actuación asegurando que las operaciones de su unidad consiguieron salvar muchas vidas.
Según Panorama, la unidad estaba formada por unos 40 hombres seleccionados del Ejército británico. Los exsoldados explican que muchas veces se hacían pasar por barrenderos y que sus misiones consistían en «minimizar» la actividad del IRA y que «si era necesario dispararles, se les disparaba. No íbamos por la ciudad disparando por todas partes como uno lo ve en la televisión, íbamos allí buscando nuestros blancos, a encontrarlos y a derribarlos».
Panorama afirma haber identificado a diez civiles desarmados que fueron atacados por la MRF y señala que los documentos relativos a esta fuerza han sido destruidos. Tras conocerse esta información de la BBC, el ministerio británico de Defensa ha indicado que la remitirá a la Policía.
Estas declaraciones salen a la luz un día después de que el fiscal general norirlandés, John Larkin, propusiera suspender la investigación de los ataques cometidos antes del Acuerdo de Paz del Viernes Santo, firmado el 10 de abril de 1998. Larkin matizó que no se trataría de una «amnistía formal» sino de una «consecuencia lógica» de la paz. La iniciativa de Larkin ha causado un enorme revuelo en Belfast, Londres y Dublín.