Ciudad de México | Desinformémonos. El Senado brasileño votó a favor de destituir a la presidenta Dilma Rousseff, suspendida desde el 12 de mayo por el juicio que comenzó dada la manipulación de las cuentas públicas en 2014 e inicios del 2015, además de inhabilitarla para ejercer cualquier cargo público en ocho años.
A la ahora ex presidenta se le acusó de modificar ilegalmente cuentas antes de su reelección en 2014 para enmascarar un déficit en el presupuesto y continuar con el financiamiento de programas sociales populares.
«No he cometido ninguno de los delitos de los que se me acusa», dijo Rousseff. «Sé que seré juzgada, pero mi conciencia está tranquila. No tengo nada que esconder».
Hasta las elecciones generales de 2018, Michel Temer, quien ocupa la presidencia interina desde que la mandataria fue temporalmente apartada de sus funciones, reemplazará a Rousseff.
Con información de agencias